La comunidad islámica residente en el País Vasco exige que el Servicio Regional de Salud incluya la circuncisión entre sus prestaciones sanitarias. La Unión de comunidades Islámicas del País Vasco basan su reclamación en que la circuncisión es una intervención obligatoria en su cultura y, al no ser practicada por los cirujanos del Servicio Vasco de Salud, las familias musulmanas tienen que viajar a su país de origen para circuncidar a sus hijos, o deben recurrir a clínicas privadas, donde han de pagar entre 2.000 y 3.000 euros.
Los musulmanes que residen en el País Vasco afirman que se sienten discriminados por este motivo y pretenden que la Seguridad Social se haga cargo de esta práctica.
La población musulmana del País Vasco alcanza las 20.000 personas y cada año se circuncidan en la región más de 350 niños, según fuentes de la unión de comunidades islámicas de Euskadi. Los musulmanes cuentan en el País Vasco con algunos cementerios y también con clases de religión islámica en los colegios.
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