Como parte de su actual campaña por asegurarse de que usted conoce del islam solamente lo que ellos quieren que usted conozca del islam.
EE.UU, 19 de diciembre de 2007 , Elreloj.com, Robert Spencer
Como parte de su actual campaña por asegurarse de que usted conoce del islam solamente lo que ellos quieren que usted conozca del islam, el famoso Consejo de Relaciones Americano Islámicas (CAIR) ha difundido una nueva guía para medios de comunicación -- facilitada solamente a "profesionales de la información" -- que pretende "educar a los medios de comunicación y desautorizar a los periodistas de la desinformación" en materia del islam.
El famoso colectivo de defensa política islámica, que ha visto a varios miembros de su personal procesados bajo diversos cargos relacionados con el terrorismo y que era llamado a declarar como conspirador necesario en el caso de financiación al terrorismo de la Fundación Tierra Santa, afirma que "las malinterpretaciones comunes en los medios de comunicación incluyen la noción de que el islam no es compatible con la democracia o la cultura moderna, que el Corán enseña la violencia, que los musulmanes de todo el mundo odian a Estados Unidos, que el islam no respeta los derechos de la mujer, y que todos los musulmanes son árabes". La propia guía para medios pretende corregir también otras "falsas valoraciones", incluyendo la idea de que el Islam no valora la libertad religiosa (debe haber sido una sorpresa para Abdul Rahmán, el afgano que era detenido en el 2005 por convertirse del islam al cristianismo) y que el Islam se predica desde la espada.
¿De dónde podrían proceder falsas valoraciones así? ¿Podrían haberse hecho la idea los medios de que el islam no es compatible con la democracia gracias al Ejército de Ansar al-Sunnah en Irak, que afirma que la democracia "se considera apostasía y desafía la creencia en un Dios único -- la doctrina de los musulmanes", porque significa "gobierno del pueblo, lo cual significa que el pueblo hace lo que ve más apropiado"? ¿O tal vez gracias al Gran Ayatolá de Irán Makarem Shirazi, que en el 2006 afirmaba que el demonio utiliza "conceptos como libertad y democracia para alcanzar sus planes"? ¿O fue a través de Usman Badar, presidente de la Asociación de Estudiantes Musulmanes de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, que en abril de 2006 proclamaba "la democracia suena muy bien, pero para un musulmán no"?
Por supuesto, no todos los musulmanes piensan de esa manera. Pero cuando Ibrahim Hooper, de CAIR, explica que la organización desarrolló esta guía porque "es una de las materias problemáticas para los musulmanes americanos y los musulmanes de todo el mundo -- la imagen del islam y los musulmanes en los medios", está dando la impresión de que la idea de que Islam y democracia son incompatibles está inventada por los medios. Y la nueva guía de CAIR para medios de comunicación culpa a los no musulmanes del mal uso del Corán: "Existe un error de percepción común entre los occidentales", reza el texto, "en torno a que el Corán enseña violencia. Los críticos del Islam con frecuencia sacan versos de contexto o citan selectivamente para alimentar esta idea falsa”.
¿No fue el ayatolá Jomeini, un "crítico del islam" pues, el que proclamaba: "el Islam dice, mata a todos los infieles igual que ellos te matarían... Existen cientos de salmos [coránicos] y Hadiths [enseñanzas de Mahoma] más que instan a los musulmanes a valorar la guerra y la lucha. ¿Significa todo esto que el Islam es una religión que impide a los hombres emprender la guerra? Escupo a aquellas almas cándidas que hacen tal afirmación". Pero CAIR , en lugar de devolver el piropo a Jomeini y los demás musulmanes que hoy piensan como él, simula en esta guía que las interpretaciones violentas del Corán proceden de los no musulmanes -- mientras son los musulmanes los que apelan al Corán para justificar actos de violencia en todo el mundo hoy en día.
Tampoco es Jomeini el único. Los terroristas suicida que han publicado fotos sosteniendo un Corán y un arma antes de lanzarse a matar infieles y a ellos mismos estarán de acuerdo con el difunto examen del Corán del revolucionario iraní. También Osama bin Laden, que saltea sus comunicados con copiosas citas del Corán y construye argumentos islámicos a partir de ellas instando a los musulmanes a emprender la guerra por el Islam. Mohammed Reza Taheri-azar, el joven musulmán que atropelló a una muchedumbre de estudiantes de la Universidad de Carolina del Norte con un todoterreno, intentando matar a cuantos fuera posible, explicaba en una carta: "Alá exige a los fieles que tomen represalias violentamente contra las personas responsables de atacarles o a sus hermanos fieles de todo el mundo . ([Corán] 2:178 - 179, 5:45, 8:72, 9:38, 9:71, 42:39 - 42, 49:10)”.
¿Aprueba CAIR esas interpretaciones del Corán? Evidentemente no, puesto que las describe como "ideas falsas", pero de nuevo aquí, la actividad jihadista global rutinariamente justificada por los jihadistas a través de referencias al Corán demuestra que el problema subyace dentro del mundo islámico, no con los no musulmanes americanos, y ciertamente no en los medios americanos.
La más llamativa de todas podría ser la inclusión por parte de CAIR de la idea de que "el Islam no respeta los derechos de la mujer" entre estas supuestas malinterpretaciones conducidas por los medios y los no musulmanes. Porque no eran periodistas no musulmanes, sino funcionarios saudíes, los que hace apenas unas semanas condenaban a una mujer que había sido violada colectivamente a 200 latigazos por haber estado sola con hombres con los que no guarda parentesco familiar -- lo cual está prohibido en la práctica por la ley islámica tradicional. Es fácil entender cómo ganan fuerza estas "malinterpretaciones" cuando aquellos que se retratan como los guardianes de la pureza islámica hablan y se comportan como si el Islam fuera incompatible con la democracia, como si el Corán enseña la violencia, y como si el Islam no respeta los derechos de la mujer. Es difícil ver cómo puede CAIR evitar que los musulmanes caigan presa de estas "malinterpretaciones" si culpa a los no musulmanes de ellas en lugar de trabajar en favor de una reforma genuina entre los musulmanes de América. A menos, por supuesto, que la organización tenga otras cosas en mente en lugar de la reforma.
Lo cual es ciertamente el caso. El colectivo encabeza actualmente una lucha por obligar a las corporaciones a dejar de hacer publicidad al programa del presentador radiofónico que habla sin pelos en la lengua Michael Savage, y esa es solamente la más reciente de una serie de campañas encaminadas a acallar a los críticos del Islam. No mejora las cosas que sea cierto lo que dicen estos críticos: hace unos cuantos años, CAIR presionaba con éxito a la revista National Review para que dejara de hacer publicidad a una biografía de Mahoma, aunque lo que decía el libro era que las violentas acciones de Mahoma se derivaban todas de fuentes islámicas. Parece que todo lo que CAIR quiere que los no musulmanes sepan del Islam está contenido en esta engañosa e insustancial guía para medios de comunicación.
CAIR se hace pasar por organización "de derechos civiles" aunque ningún observador informado cometerá el error de confundirla con la NAACP. CAIR pretende, mediante la intimidación, marginar y poner fin de golpe al debate de los peligros inherentes al Islam, la tolerancia de la comunidad islámica hacia el terrorismo, y cualquier cosa que se interponga en el camino de la hegemonía islámica.
Las "guías para medios de comunicación" como la de CAIR no son fuentes de información genuina: son instrumentos para limitar la difusión de ésta.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
EE.UU, 19 de diciembre de 2007 , Elreloj.com, Robert Spencer
Como parte de su actual campaña por asegurarse de que usted conoce del islam solamente lo que ellos quieren que usted conozca del islam, el famoso Consejo de Relaciones Americano Islámicas (CAIR) ha difundido una nueva guía para medios de comunicación -- facilitada solamente a "profesionales de la información" -- que pretende "educar a los medios de comunicación y desautorizar a los periodistas de la desinformación" en materia del islam.
El famoso colectivo de defensa política islámica, que ha visto a varios miembros de su personal procesados bajo diversos cargos relacionados con el terrorismo y que era llamado a declarar como conspirador necesario en el caso de financiación al terrorismo de la Fundación Tierra Santa, afirma que "las malinterpretaciones comunes en los medios de comunicación incluyen la noción de que el islam no es compatible con la democracia o la cultura moderna, que el Corán enseña la violencia, que los musulmanes de todo el mundo odian a Estados Unidos, que el islam no respeta los derechos de la mujer, y que todos los musulmanes son árabes". La propia guía para medios pretende corregir también otras "falsas valoraciones", incluyendo la idea de que el Islam no valora la libertad religiosa (debe haber sido una sorpresa para Abdul Rahmán, el afgano que era detenido en el 2005 por convertirse del islam al cristianismo) y que el Islam se predica desde la espada.
¿De dónde podrían proceder falsas valoraciones así? ¿Podrían haberse hecho la idea los medios de que el islam no es compatible con la democracia gracias al Ejército de Ansar al-Sunnah en Irak, que afirma que la democracia "se considera apostasía y desafía la creencia en un Dios único -- la doctrina de los musulmanes", porque significa "gobierno del pueblo, lo cual significa que el pueblo hace lo que ve más apropiado"? ¿O tal vez gracias al Gran Ayatolá de Irán Makarem Shirazi, que en el 2006 afirmaba que el demonio utiliza "conceptos como libertad y democracia para alcanzar sus planes"? ¿O fue a través de Usman Badar, presidente de la Asociación de Estudiantes Musulmanes de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, que en abril de 2006 proclamaba "la democracia suena muy bien, pero para un musulmán no"?
Por supuesto, no todos los musulmanes piensan de esa manera. Pero cuando Ibrahim Hooper, de CAIR, explica que la organización desarrolló esta guía porque "es una de las materias problemáticas para los musulmanes americanos y los musulmanes de todo el mundo -- la imagen del islam y los musulmanes en los medios", está dando la impresión de que la idea de que Islam y democracia son incompatibles está inventada por los medios. Y la nueva guía de CAIR para medios de comunicación culpa a los no musulmanes del mal uso del Corán: "Existe un error de percepción común entre los occidentales", reza el texto, "en torno a que el Corán enseña violencia. Los críticos del Islam con frecuencia sacan versos de contexto o citan selectivamente para alimentar esta idea falsa”.
¿No fue el ayatolá Jomeini, un "crítico del islam" pues, el que proclamaba: "el Islam dice, mata a todos los infieles igual que ellos te matarían... Existen cientos de salmos [coránicos] y Hadiths [enseñanzas de Mahoma] más que instan a los musulmanes a valorar la guerra y la lucha. ¿Significa todo esto que el Islam es una religión que impide a los hombres emprender la guerra? Escupo a aquellas almas cándidas que hacen tal afirmación". Pero CAIR , en lugar de devolver el piropo a Jomeini y los demás musulmanes que hoy piensan como él, simula en esta guía que las interpretaciones violentas del Corán proceden de los no musulmanes -- mientras son los musulmanes los que apelan al Corán para justificar actos de violencia en todo el mundo hoy en día.
Tampoco es Jomeini el único. Los terroristas suicida que han publicado fotos sosteniendo un Corán y un arma antes de lanzarse a matar infieles y a ellos mismos estarán de acuerdo con el difunto examen del Corán del revolucionario iraní. También Osama bin Laden, que saltea sus comunicados con copiosas citas del Corán y construye argumentos islámicos a partir de ellas instando a los musulmanes a emprender la guerra por el Islam. Mohammed Reza Taheri-azar, el joven musulmán que atropelló a una muchedumbre de estudiantes de la Universidad de Carolina del Norte con un todoterreno, intentando matar a cuantos fuera posible, explicaba en una carta: "Alá exige a los fieles que tomen represalias violentamente contra las personas responsables de atacarles o a sus hermanos fieles de todo el mundo . ([Corán] 2:178 - 179, 5:45, 8:72, 9:38, 9:71, 42:39 - 42, 49:10)”.
¿Aprueba CAIR esas interpretaciones del Corán? Evidentemente no, puesto que las describe como "ideas falsas", pero de nuevo aquí, la actividad jihadista global rutinariamente justificada por los jihadistas a través de referencias al Corán demuestra que el problema subyace dentro del mundo islámico, no con los no musulmanes americanos, y ciertamente no en los medios americanos.
La más llamativa de todas podría ser la inclusión por parte de CAIR de la idea de que "el Islam no respeta los derechos de la mujer" entre estas supuestas malinterpretaciones conducidas por los medios y los no musulmanes. Porque no eran periodistas no musulmanes, sino funcionarios saudíes, los que hace apenas unas semanas condenaban a una mujer que había sido violada colectivamente a 200 latigazos por haber estado sola con hombres con los que no guarda parentesco familiar -- lo cual está prohibido en la práctica por la ley islámica tradicional. Es fácil entender cómo ganan fuerza estas "malinterpretaciones" cuando aquellos que se retratan como los guardianes de la pureza islámica hablan y se comportan como si el Islam fuera incompatible con la democracia, como si el Corán enseña la violencia, y como si el Islam no respeta los derechos de la mujer. Es difícil ver cómo puede CAIR evitar que los musulmanes caigan presa de estas "malinterpretaciones" si culpa a los no musulmanes de ellas en lugar de trabajar en favor de una reforma genuina entre los musulmanes de América. A menos, por supuesto, que la organización tenga otras cosas en mente en lugar de la reforma.
Lo cual es ciertamente el caso. El colectivo encabeza actualmente una lucha por obligar a las corporaciones a dejar de hacer publicidad al programa del presentador radiofónico que habla sin pelos en la lengua Michael Savage, y esa es solamente la más reciente de una serie de campañas encaminadas a acallar a los críticos del Islam. No mejora las cosas que sea cierto lo que dicen estos críticos: hace unos cuantos años, CAIR presionaba con éxito a la revista National Review para que dejara de hacer publicidad a una biografía de Mahoma, aunque lo que decía el libro era que las violentas acciones de Mahoma se derivaban todas de fuentes islámicas. Parece que todo lo que CAIR quiere que los no musulmanes sepan del Islam está contenido en esta engañosa e insustancial guía para medios de comunicación.
CAIR se hace pasar por organización "de derechos civiles" aunque ningún observador informado cometerá el error de confundirla con la NAACP. CAIR pretende, mediante la intimidación, marginar y poner fin de golpe al debate de los peligros inherentes al Islam, la tolerancia de la comunidad islámica hacia el terrorismo, y cualquier cosa que se interponga en el camino de la hegemonía islámica.
Las "guías para medios de comunicación" como la de CAIR no son fuentes de información genuina: son instrumentos para limitar la difusión de ésta.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
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