El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en la reunión de la OCDE que tuvo lugar este viernes en París. EFE
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Seguridad Social. El modelo Escrivá para las pensiones: endurecer la jubilación, inmigración y repensar los planes privados
España precisa de la llegada de una media 270.000 inmigrantes al año hasta 2050. Algo más de 8 millones de personas de otras naciones en las próximas tres décadas que, con sus cotizaciones, garanticen las pensiones y aseguran la viabilidad de la Seguridad Social.
Son las cifras que maneja el nuevo ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que ayer presentó estos datos en la primera reunión ministerial sobre Migración e Integración de la OCDE y en el que fue, también, el primer acto desde que tomo posesión de su nuevo cargo del mismo el pasado martes. Y en esa intervención ahondó en lo que ya explicó en el Ministerio de Trabajo: que la inmigración será uno de los pilares de sus actividad.
De hecho, el nombre completo de la cartera es Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y no sólo porque la inmigración sea un "problema humanitario", sino también "una oportunidad para el crecimiento y para la sostenibilidad del sistema de pensiones", tal y como explicó Escrivá este viernes. "La migración contribuye al desarrollo y al bienestar de las sociedades y ayuda a superar los desafíos que pesan sobre los países o regiones de destino, como es el reto demográfico derivado del envejecimiento de la población", ahondo el ex presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), quien ya desde su antiguo puesto apostó por la inmigración como un pilar básico para la Seguridad Social.
Por todo ello, el Gobierno está impulsando una visión integral de los movimientos migratorios, que va desde "el compromiso en la lucha contra las causas profundas de la salida de emigrantes de los lugares de origen a la plena inclusión de los emigrados en la sociedad española", añadió.
Pero Escrivá no es, ni mucho menos, el único que reclama la necesidad de atraer mano de obra extranjera para salvar la Seguridad Social. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también lo ha hecho de manera recurrente, aunque según sus estimaciones las cifras serían algo más reducidas: "5,5 millones de personas hasta 2050, partiendo de la base de que el 90% de esa migración se encuentra en edad de trabajar", explicaba el Fondo ya en un informe de 2018.
También el antecesor de Escrivá al frente de las pensiones, el secretario de Estado, Octavio Granado, mostró una postura similar cuando apuntó que "la llegada de extranjeros debe verse como una oportunidad de reponer la pirámide demográfica, de mantener nuestro estilo de vida", y analistas de la propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han escrito en numerosas ocasiones sobre esta cuestión.
RETRASAR LA EDAD EFECTIVA DE JUBILACIÓN
En ese mismo foro, el ministro de Seguridad Social también señaló otro de las cuestiones que marcarán la imprescindible reforma que requiere el sistema: acercar la edad efectiva de jubilación a los 67 años empleando "los incentivos correctos". En su opinión, la reforma del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que eleva la edad de retiro a esos 67 años, "es un punto de partida perfecto", según informa Efe.
Resultó llamativo, por ser algo que era totalmente inhabitual cuando estaba al frente de la AIReF, que afirmase abiertamente que, en cambio, el factor de sostenibilidad que incluye la reforma de Mariano Rajoy supone un "error", para posteriormente añadir que se va a restablecer el principio de que "el valor adquisitivo de las pensiones se mantenga y se mantenga para siempre". Y por último, y en este caso en línea con lo que ya decía en la Autoridad Fiscal, subrayó que la situación de las pensiones es "manejable" y que "no hay que generar preocupación".
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