Al acabar la oración del viernes, los fieles observan a Fakhry Affan dirigir un dron sobre sus cabezas para fotografiar la mezquita de Suada en la isla de Célebes, en Indonesia.
El hombre dirige un equipo de unos mil "cazadores de mezquitas", que recorren el vasto archipiélago indonesio desde hace varios años para responder una pregunta: ¿cuántas mezquitas hay en el mayor país musulmán del mundo?
"Dios sabe exactamente cuántas mezquitas hay en Indonesia", bromeó Jusuf Kalla, exvicepresidente indonesio el año pasado. "Algunos dicen que alrededor de un millón".
Hasta la fecha, el equipo de Fakhry Affan contó nada menos que 554.152 y el censo, que comenzó en 2013, se realizó en un 75%, señala. En el recuento oficial anterior había más de 740.000 mezquitas.
Con esta cifra provisional, Indonesia ya se sitúa por delante de India, que cuenta con alrededor de medio millón de mezquitas, y Bangladés, alrededor de 300.000.
Era digital
Estos datos no sorprenden, puesto que 90% de los 260 millones de habitantes de Indonesia son musulmanes, la mayor comunidad musulmana del mundo. Además, en la capital, Yakarta, se encuentra la mezquita de Istiqlal, la más grande de Asia meridional con una capacidad para 200.000 fieles.
Pero el censo de todos estos lugares de culto es una tarea colosal para el equipo del ministerio de Asuntos Religiosos, que debe recorrer un archipiélago de unas 17.000 islas donde no dejan de aparecer nuevas mezquitas.
Después de compilar las principales informaciones (permiso de construcción, miembros de su comité de gestión) de la mezquita verde y blanca de Suada, que puede acoger a 3.000 fieles en la ciudad de Mamuju, Fakhry Affan sube las imágenes de su dron a una base de datos en línea. "Solíamos hacer esto manualmente, pero ahora es digital", explica.
El gobierno también está trabajando en una aplicación, Info Masjid (Mezquita Info), para que los creyentes puedan encontrar la mezquita más cercana en sus teléfonos inteligentes. Algunos fieles, como Nur Salim Ismal, en Mamuju, esperan que el censo digital permita una mayor "transparencia financiera. Las mezquitas a menudo manejan grandes sumas de dinero donadas por los fieles y deberíamos saber claramente cómo se utiliza", comenta.
Radicalismo
Pero el censo de las mezquitas es también un medio de controlar el radicalismo. "Las ideologías radicales pueden surgir en cualquier parte y las mezquitas son uno de los lugares donde se pueden difundir con más facilidad", señala Fakhry Affan.
"Queremos verificar que todos los imanes y (mezquitas) son moderados porque el islam indonesio es moderado", explica.
La larga tradición de tolerancia del islam indonesio se ha visto puesta a prueba en los últimos años, con el fortalecimiento de la influencia de las corrientes musulmanas conservadoras, e incluso extremistas.
Han surgido decenas de grupos que se identifican con la organización yihadista Estado Islámico (EI). El año pasado, los servicios de inteligencia indonesios detectaron decenas de mezquitas frecuentadas por funcionarios públicos en las que se propugnaba el radicalismo y la violencia contra los no musulmanes.
Ese mismo año, el ministro indonesio de Seguridad fue gravemente herido en un apuñalamiento por dos atacantes radicalizados.
En 2018, una serie de atentados suicidas contra iglesias en Surabaya, la segunda ciudad del país, se saldó con la muerte de una docena de personas. El predicador conservador Ma'Ruf Amin, nuevo vicepresidente indonesio, anunció que el gobierno iba a certificar a los imanes para limitar la influencia de las corrientes radicales.
"El gobierno tiene la responsabilidad de vigilar todas las mezquitas de Indonesia", destacó Ali Munhanif, experto en islam político de la Universidad Islámica Syarif Hidayatullah de Yakarta.
Según el censo, Indonesia cuenta con 258.958 mezquitas grandes y 295.194 mezquitas más pequeñas con una capacidad de 40 personas, o menos. Y eso sin contar las salas de oración presentes en la mayoría de los grandes edificios.
El equipo de Fakhry Affan tiene previsto terminar su trabajo este año. "Pero es una empresa interminable, que nunca se completará por completo", reconoce.
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