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Los países africanos gastarán en el próximo decenio más de 20.000 millones de dólares a fin de modernizar su armamento para luchar contra el terrorismo y el islamismo radical, afirmaron expertos entrevistados por Defense News.
Según un analista de Zimbabwe, Joseph Sibanda, algunas compañías europeas y estadounidenses ya empezaron a prepararse para el crecimiento de la demanda de armamento. Los expertos indican que este sector podría convertirse en altamente competitivo.
Dos empresas sudafricanas firmaron recientemente acuerdos para la producción conjunta de pistolas que, según se estima, más tarde se podrían vender también a otros países de la región.
Por el momento, Sudáfrica lidera en este mercado. Sus empresas tienen convenios de fabricación de armas y equipos militares por licencia, colaboración e investigación y desarrollo con empresas suizas, estadounidenses, rusas, brasileñas, malasias y francesas. Sin embargo, en la opinión de los expertos, otros países africanos también podrían entrar en breve en este sector.
Esta tendencia supone un cambio significativo en la política de los países africanos que tradicionalmente –a causa de un presupuesto muy justo– gastaban poco en armamento modernizando sus ejércitos solo en caso de extrema necesidad. Hoy en día, los principales suministradores de armas a África son China y Rusia.
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