La India, el tercer mayor país de población musulmana, celebra hoy el festival del Eid-ul-Fitr en medio de tensiones con su vecino Pakistán, el segundo con mayor número de fieles al Islam después de Indonesia.
Millones de indios con esa fe colman las mezquitas y ponen fin al mes sagrado del Ramadán, durante el cual se abstuvieron de ingerir alimentos y de practicar el sexo desde el amanecer hasta la puesta del sol.
Durante tres días, y como los alrededor de mil millones de musulmanes que componen esa comunidad en todo el mundo, los de la India se reunirán para celebrar el Eid-ul-Fitr con oraciones y fiestas.
En la ocasión, el presidente Pranab Mukherjee señaló en un mensaje a sus conciudadanos que la fecha "infunde en nosotros un sentido de fraternidad y un espíritu de alegría", mientras el primer ministro Manmohan Singh resaltó que por estos días impera "un espíritu de compartir y de fraternidad".
Por su parte, el vicepresidente Hamid Ansari, de fe musulmana, dijo que el festival "se celebra con alegría y devoción en todo el país y refuerza un mensaje eterno de fraternidad universal, amor y compasión".
La inmensa mayoría de los mil 210 millones de habitantes de la India profesa la religión hindú, pero la musulmana es la segunda comunidad confesional más numerosa del país con más de 177 millones de fieles.
En no pocas ocasiones a lo largo de la historia, hindúes y musulmanes indios se han enfrentado, a veces con un cruento saldo, pero en la actualidad la concordia marca las relaciones entre ambas comunidades.
Desafortunadamente no puede decirse lo mismo de las relaciones entre la India y Pakistán: esta semana se han producido varios tiroteos a través de la Línea de Control que divide Cachemira de los que ambos países se acusan mutuamente.
Único de la India con mayoría de población musulmana, ese territorio ha sido la manzana de la discordia entre las dos naciones desde su independencia del Imperio Británico en 1947, al punto de desencadenar dos de las tres guerras que han librado.
Una buena razón para que la mano de Alá se pose sobre la montañosa región y haga bueno el espíritu de fraternidad, comprensión, amor y compasión que preconizan el islamismo y todas las demás religiones.
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