Una mujer con niqab, en la avenida Marqués de l'Argentera a
Interior intensifica la vigilancia del salafismo en Catalunya
Los Mossos controlan la aparición de niqabs y burkas en Catalunya, porque se les considera indicadores de la expansión de la doctrina salafista. Según informan El Periódico y La Vanguardia, el seguimiento de este fenómeno se ha sistematizado y, desde hace un año, agentes de diversas unidades de la policía de la Generalitat han recibido la consigna de tomar nota e informar a nivel interno de cada nuevo caso de mujer vestida con velo integral.
Parte de este control policial pasa porque, si los agentes detectan la presencia de una mujer con niqab o burka, investigue su entorno. Esta tarea recae principalmente en las Oficinas de Relaciones con la Comunidad (ORC) y en los agentes de proximidad, que son los que están en permanente contacto con el tejido social de las ciudades.
"Desde siempre, la policía catalana tiene el convencimiento de que la existencia de una mujer cubierta con niqab o con burka puede ser indicativo, junto con otros elementos, de un entorno de radicalización o de una visión salafista del Islam", aseguran las mismas fuentes de Interior. En todo caso, el hecho de que una mujer musulmana lleve un burka "por sí solo no es indicativo de salafismo", precisan.
El Parlament aprobó el pasado día 18 de julio una moción de CiU que, bajo argumentos de seguridad pública, veta la presencia de personas con el rostro cubierto, también en las manifestaciones. La moción reclamaba al Govern que prohíba por ley el uso de burka y niqab en espacios públicos.
La medida, a la que también apoyaron los grupos del PP, PSC y Ciudadanos y ante la que ERC se abstuvo, instaba al Gobierno a "estudiar y analizar la limitación o prohibición de ocultar el rostro en el espacio público". Asimismo, y aquí es donde se señala directamente a los velos islámicos, también reclamaba la regulación necesaria para "garantizar la convivencia ciudadana y la dignidad de las personas".
La propuesta, espoleada por el consejero de Interior, Ramon Espadaler, pretende ser la piedra de toque de la futura ley del espacio público, la aprobación de la que el mismo Espadaler aspira a tener lista esta legislatura.
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