Marroquíes, senegaleses, paquistaníes, argelinos... Todos juntos celebraron ayer en Lleida la Fiesta del Cordero o Aid al Adha, que consiguió reunir a cerca de dos mil musulmanes en el momento de la oración. En este día, los fieles conmemoran la historia del profeta Abraham, quien sacrificó a un cordero en lugar de a su propio hijo.La jornada festiva tuvo ayer tres partes: la oración, el sacrificio del animal y la comida en familia. La parte de la oración, a la que cada año acuden más personas, se realizó en dos puntos de la ciudad. Una comunidad, la de la mezquita de la calle del Nord, lo hizo en el pabellón Barris Nord y la comunidad de la calle Claver lo realizó en la Antorxa de los Camps Elisis. También hubo gente en el oratorio cercano a la Paeria. Desde la comunidad que dirige el imán Abdelwahab Houzi, agraden a la Paeria que les haya ofrecido estos “sitios adecuados para el rezo”, que duró cerca de una hora.
Así, los musulmanes se pusieron sus mejores chilabas y túnicas para festejar esta festividad, una de las más importantes del Islam y que coincide con el décimo día del último mes del calendario islámico.
El joven Adam fue ayer a rezar sobre las nueve de la mañana a los Camps Elisis. Para él, los primordial es “rezar todos juntos”. Después, compró algo de carne y fruta para comer en su casa con unos amigos que habían venido hasta Lleida.
Aunque era domingo, alguna carnicería musulmana abrió para vender cordero, previamente sacrificado por el rito Halal (colocado sobre su lado izquierdo y mirando a La Meca) en alguno de los seis mataderos habilitados en la provincia de Lleida. También se llevaron muchos frutos secos de la tienda.
De esta forma, por toda la ciudad se pudo ver a musulmanes cargados con bolsas de la compra dispuestos a realizar una larga sobremesa de domingo. Para alguno de ellos no fue un día tan bueno porque “la familia está lejos y eso se nota”.
En estos días, se produce una demanda importante de corderos y sube el precio en el mercado debido a la escasez de oferta por el descenso de la producción en el campo. No obstante, desde la comunidad del imán Houzi, consideran que, aunque estemos en crisis, hay que “hacer el sacrificio y comprarlo, porque Dios lo compensa por otro lado”. Además, bromean con que estos días han ayudado a los ganaderos en las ventas. Se estima que dos millones de personas festejaron ayer este día, para el que se sacrificaron casi 400.000 corderos.
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