miércoles, 8 de septiembre de 2010

"No dejas de ser mexicano por convertirte al islam"

EE.UU,08/09/2010,blogs.elpais.com,Cristina F. Pereda


Wilfredo Amr durante una visita a la Kabbah en 2007


"No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta". "Me Refugio en Dios de Satanás el maldito..." Marta Khadija repetía estas frases sentada en los autobuses de México D.F. en cuanto olía peligro. Era hace más de 20 años. El islam acababa de despertar su curiosidad después de conocer a un grupo de estudiantes musulmanes durante un curso de verano en Londres.

Ahora coordina la Asociación de Latinos Musulmanes de Los Ángeles, LALMA. Enfermera de profesión, pensaba que el ayuno musulmán era "cosa de locos". Al final sería una profesora judía, casada con un senegalés musulmán, quien le llevara a una mezquita en Los Ángeles. A partir de ahí sus visitas al centro islámico de la ciudad se hicieron cada vez más intensas y empezó a aprender sobre el islam.

Khadija pertenece al 1 por ciento de los hispanos musulmanes de Estados Unidos, según los datos de un informe del Centro Pew en 2006. Sin embargo, las cifras no han dejado de aumentar en la última década. Se estima que hay entre 50.000 y 75.000 latinos musulmanes, aunque algunas fuentes han llegado a cifrarlos en 200.000. El miedo al rechazo de familias y amigos puede hacer que muchos mantengan en secreto su fe, haciendo todavía más difícil un recuento fiable.

"Hay algunos padres que se tomarían mejor el hecho de que su hijo tomara drogas", comenta Wilfredo Amr, antiguo capellán musulmán en prisiones de Puerto Rico. Amr se convirtió al islam hace ocho años, después del nacimiento de sus dos hijos. "Hay mucha resistencia por los estereotipos que difunden los medios de comunicación sobre la violencia, la opresión de la mujer o la falta de educación. La gente piensa que todos los musulmanes son de Oriente Medio, pero sólo un 15 por ciento son árabes", comenta Amr.

La mayoría de los hispanos musulmanes residen en California, Nueva York, Nueva Jersey y Florida. El aumento ha llenado LALMA, en Los Ángeles, de representantes de todos los países de América Latina. En 1999, Khadija empezó a reunirse con otras cuatro personas en el Centro Islámico del Sur de California para estudiar el islam, pero las clases en árabe e inglés resultaban complicadas. Su interés por aprender en español le llevó a traer libros de España y las reuniones terminaron tomando forma de una asociación que ahora recibe visitas de hispanos de Los Ángeles, San Diego o Tijuana.

A pesar de pertenecer a una familia católica, con dos hermanas monjas, Khadija no vivió el rechazo de su familia cuando anunció que se convertía al islam, ya en Estados Unidos. "Cuando lo supo mi madre acudió a hablar con un sacerdote. El padre le dijo que yo estaba en buenas manos y que no debía preocuparse por nada. Supo darle la contestación adecuada", recuerda.

A veces los propios hispanos se sienten traicionados cuando entran en contacto por primera vez con la educación sobre el islam. "Han sido criados en el catolicismo y se lo presentaron como algo ajeno y foráneo, oriental. Pero cuando entran en contacto sin los filtros de antes, se dan cuenta de que no es tan ajeno como parecía, que 4.000 palabras de su idioma provienen del árabe, que comparten costumbres y un pasado común en Al-Andalus".

Los hispanos tienen una cosa más en común con las familias musulmanas. Es la idea de familia extendida, apenas existente entre los norteamericanos. "El concepto de responsabilidad con los abuelos o que un tío tenga autoridad sobre su sobrino para educarlo, nos resulta mucho más cercano que con los anglosajones", explica Amr.

Para Khadija, sin embargo, no fue sólo la inmigración ni la diferencia cultural con Estados Unidos lo que le empujó hacia una nueva religión.

"Creo que una parte sí se debe al vacío por dejar atrás a tu familia, pero también hay otro vacío religioso. Son cuestiones que surgen antes, yo ya me había alejado de la Iglesia católica en México", cuenta. "Ir a misa te hace católico, pero dejas de ir a la iglesia y dejas el catolicismo. En el islam aprendía a adorar a Dios en cada momento del día. Como enfermera, entender a los pacientes es parte de complacer a Dios como lo haría en mi relación con cualquier otra persona. Esto no lo aprendí igual en el catolicismo".

Amr fue testigo directo del aumento de musulmanes en la comunidad hispana durante su trabajo como capellán musulmán en prisiones de Estados Unidos. Si hace cinco años trabajaba con unos doce presos musulmanes, ahora hay más de 400. El capellán y abogado atribuye el aumento a la formalización del sistema de capellanía dentro de las instituciones penitenciarias, aunque la religión también puede tener algo que ver.

"En las cárceles la gente está sedienta de una estructura para poder funcionar. El islam ofrece formalismos que dan sentido y orientación al detenido. Las oraciones a horas marcadas del día, con rituales tan específicos, les aporta orden muy rápido", dice Amr.

Y coincide con Khadija en que una teología tan simple como la islámica invita a los nuevos fieles. "No hay misterios, la razón y el corazón caminan de la mano. No tienes que pensar en por qué Dios no muere pero muere un día; por qué no nace, pero hay una fecha para su nacimiento; por qué no padece pero un día sintió hambre..." argumenta Amr. "En el islam todo es mucho más lógico".

Dentro y fuera de las prisiones, los nuevos musulmanes se topan con interrogantes como si deben cambiar su vestimenta o cualquiera de sus costumbres. Khadija les da una respuesta clara: "Aunque en algunos países haya una profunda mezcla entre la religión y la cultura, nosotros creemos que no dejas de ser mexicano por convertirte al islam".

Es el mismo mensaje abierto que comparte como participante en los viajes del Departamento de Estado para tender puentes enter musulmanes de Estados Unidos y Europeos. Después de los ataques terroristas el 11 de Septiembre de 2001, diferentes grupos religiosos también acudieron a LALMA para que explicaran en español qué es la religión islámica. "Estaban muy preocupados por la idea de los suicidas", dice Khadija, que sigue realizando todas estas labores de forma voluntaria.

"Además de las clases, damos apoyo a los nuevos miembros, organizamos reuniones durante el Ramadán y proporcionamos servicios sociales a la comunidad", explica Khadija. Todo en español. Muchos latinos que contactan con LALMA sólo hablan este idioma o por razones históricas o culturales prefieren aprender así la religión de Mahoma. "Trabajamos para cubrir las necesidades de una comunidad nueva", añade.

Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.

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