A finales del pasado agosto en Alemania salió a la luz un libro escrito por Thilo Sarrazin, suceso que conmocionó profundamente todos los estamentos de la sociedad germana.
En Rusia, la figura de Thilo Sarrazin es comparable al controvertido escritor ruso Eduardo Limónov, fundador del proscrito Partido Nacional Bolchevique de tendencia nacionalista radical, cuyas acciones grotescas suponen un dolor de cabeza a las autoridades y motivo de vergüenza para un sector importante de la sociedad rusa.
Thilo Sarrazin era miembro de la junta directiva del Banco Central Alemán (Bundesbank), fue senador de Finanzas de Berlín y miembro del partido socialdemócrata, alemán (SPD).
Se podría dejar a un lado la cuestión de origen étnico si el propio Sarrazin no hiciera tanto hincapié en este asunto. Su polémico libro Deutschland schafft sich ab ("Alemania se desintegra") se basa en la idea de que a la República Federal Alemana está amenazada por la invasión de inmigrantes musulmanes.
Según Sarrazin , en lo que se refiere a la educación, los inmigrantes musulmanes están muy atrasados en comparación con los demás inmigrantes porque se preocupan muy poco de que sus hijos asistan y obtengan buenos rendimientos en las escuelas alemanas.
Además esta categoría de inmigrantes son una pesada carga social porque al tener más descendencia que la población autóctona (cada mujer alemana da a luz 1,4 niño), acaparan la mayor parte de los beneficios sociales, como las prestaciones concedidas a las familias numerosas y las ayudas por bajos recursos.
Extractos del libro con un mensaje de Sarrazin a los inmigrantes, publicado por la revista Der Spiegel dice:
"Si estás viviendo aquí y tienes permiso de residencia, bienvenido. Pero esperamos que aprendas nuestro idioma, que te ganes el pan trabajando, que quieras que tus hijos reciban buena educación. Esperamos que te adaptes a las normas y costumbres de los alemanes y con el paso de tiempo te conviertas en alemán también, o al menos que lo hagan tus hijos o nietos... No queremos minorías nacionales. El que quiera ser turco o árabe y desea lo mismo para sus descendientes, debe quedarse en su país de origen. Y si lo que te interesa son las prestaciones sociales que brinda nuestro Estado, no esperes que te acojamos con cariño".
Antes semejantes declaraciones, la primera ola de reacción en Alemania fue típica y predecible: presionado por las directivas, Sarrazin dimitió de su cargo en el Bundesbank, el SPD consideró su exclusión del partido, y la cancillera Angela Merkel censuró sus ideas.
Pero ese impecable mecanismo de la ética política europeo-estadounidense parece que comenzó a fallar porque muchos alemanes, incluidos autores de la revista liberal e izquierdista Spiegel, de repente se pronunciaron a favor de brindar a Sarrazin la posibilidad de exponer sus puntos de vista.
Según diferentes encuestas, los alemanes que piensan de esa forma son del 30% al 60% de la población. Es casi el mismo porcentaje que corresponde a los rusos que comparten la consiga de los actuales nacional bolcheviques rusos de una "Rusia para los rusos".
¿Serán racistas o xenófobos estos ciudadanos? No, según opina el publicista de Der Spiegel Matthias Matussek, que al respecto dice:
"No se puede excluir del debate público lo que representa Sarrazin. Es la encarnación del disgusto de la gente harta de ver como su sociedad vuelve la Edad Media, después de pasar por el largo período de la Ilustración y dejar a la zaga muchas de las costumbres que todavía practican los inmigrantes. Su libro refleja el fastidio de la población al ver que en su país existen organizaciones islamistas cercanas a las agrupaciones terroristas, de como padres asesinan a sus hijas "por motivos de honor". Los planteamientos de Sarrazin reflejan de la mejor manera la indignación de los padres a cuyos hijos son insultados por sus compañeros de escuela por ser cristianos."
Pero ¿será verdad que Sarrazin sólo representa disgusto y fastidio? Por desgracia, no. Como comentó otro autor de la revista, Yasin Musharbash, las ideas del social-demócrata son dictadas no sólo por el fastidio, sino también por el miedo. El miedo que tiene Alemania de desaparecer, disolverse en la población musulmana más unida, consolidada y segura de sus valores. Probablemente ese pánico justifica el título del libro: "Alemania se desintegra".
¿Qué habrá infundido miedo a Sarrazin y otros alemanes? Si son más de 80 millones y después de los rusos, representan el segundo grupo étnico más grande de Europa. Son inteligentes y trabajadores. Y el número de los inmigrantes, incluyendo a los alemanes étnicos de la antigua URSS, los niños de padres extranjeros nacidos en Alemania no superan los 15 millones. Entonces, ¿qué es lo que temen?
Por lo visto, a Sarrazin le preocupa no tanto la cantidad, sino la calidad actual de la sociedad alemana.
Es un hecho que los logros obtenidos por la civilización europea durante los siglos de la Ilustración corren riesgo en un país en donde a la mayoría del público ya le aburren las versiones clásicas de obras clave de la cultura europea, como "Romeo y Julieta", con sus ideas inmortales.
Ahora en Alemania, hay mayor acogida para otras versiones culturales nuevas en las cuales Desdémona es una ninfomanía, Lenski un homosexual, y Hamlet un sicópata depresivo. Parece que Europa se cansó de velar por sus logros de la razón y los valores cristianos, sencillamente los pisoteó y ahora se siente incómoda al ver como los musulmanes arrojan esos mismos logros a la basura. Entonces, ¿de quién es la culpa?
Por falta de ideales elevados, Sarrazin hace referencia a la polémica y refutada idea de Darwin de que el intelecto en un 80% se transmite genéticamente. Jamás habría supuesto el científico que su obra El origen de las especies pudiera haber sido utilizada por Hitler como pretexto para exterminar 50 millones de personas. Recordemos que desde el punto de vista de los nazis, judíos, alemanes y eslavos son especies biológicas diferentes que no se puede hibridar en ningún caso, porque sería como intentar cruzar un perro con un gato. Así es el miedo ante el extraño.
Un miedo que además genera injurias como algunas de las propuestas de Sarrazin que dicen:
"A partir de los tres años, todos los hijos de inmigrantes deben asistir obligatoriamente a las guarderías un día completo. El único idioma utilizado en guarderías será el alemán. Los que falten sin motivo justificado serán castigados de sus prestaciones sociales para un niño retendrán el coste de desayunos y comidas a los que faltó el niño. El monte de retenciones se calculará de manera más exacta tomando en cuenta todos los días. Las mismas reglas valen para el colegio. Un colegio de día completo deberá ser obligatorio, así como clases adicionales para todos los niños de inmigrantes con bajos rendimientos."
Pero, ¿cómo se puede esperar que un niño tenga sentimientos patrióticos por un país donde le dejan sin comer a la edad de tres-cuatro años por faltar a guardería, como si fuera un lugar de trabajo?
Para colmo, Sarrazin propone retener la mayor parte de las prestaciones a lo inmigrantes que lleguen tarde a la entidades de trabajo social, multas draconianas a los que no se esfuercen en aprender el alemán, y recrudecer las exigencias en los exámenes del idioma.
El ejemplo de Sarrazin podría justificar a ciertos políticos y funcionarios rusos que quieren demostrar que no son racistas en comparación con el político alemán.
Pero en realidad, la situación en Rusia es peor que en Alemania. Porque en Rusia ni siquiera existen los centros de atención para extranjeros mencionados por Sarrazin. No existen ni guarderías de día completo, ni trabajo social para los inmigrantes desempleados, y muchos menos el pago de las más mínimas prestaciones.
Por eso el escándalo alemán armado por Sarrazín y su libro, en Rusia simplemente es paja en el ojo ajeno.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
En Rusia, la figura de Thilo Sarrazin es comparable al controvertido escritor ruso Eduardo Limónov, fundador del proscrito Partido Nacional Bolchevique de tendencia nacionalista radical, cuyas acciones grotescas suponen un dolor de cabeza a las autoridades y motivo de vergüenza para un sector importante de la sociedad rusa.
Thilo Sarrazin era miembro de la junta directiva del Banco Central Alemán (Bundesbank), fue senador de Finanzas de Berlín y miembro del partido socialdemócrata, alemán (SPD).
Se podría dejar a un lado la cuestión de origen étnico si el propio Sarrazin no hiciera tanto hincapié en este asunto. Su polémico libro Deutschland schafft sich ab ("Alemania se desintegra") se basa en la idea de que a la República Federal Alemana está amenazada por la invasión de inmigrantes musulmanes.
Según Sarrazin , en lo que se refiere a la educación, los inmigrantes musulmanes están muy atrasados en comparación con los demás inmigrantes porque se preocupan muy poco de que sus hijos asistan y obtengan buenos rendimientos en las escuelas alemanas.
Además esta categoría de inmigrantes son una pesada carga social porque al tener más descendencia que la población autóctona (cada mujer alemana da a luz 1,4 niño), acaparan la mayor parte de los beneficios sociales, como las prestaciones concedidas a las familias numerosas y las ayudas por bajos recursos.
Extractos del libro con un mensaje de Sarrazin a los inmigrantes, publicado por la revista Der Spiegel dice:
"Si estás viviendo aquí y tienes permiso de residencia, bienvenido. Pero esperamos que aprendas nuestro idioma, que te ganes el pan trabajando, que quieras que tus hijos reciban buena educación. Esperamos que te adaptes a las normas y costumbres de los alemanes y con el paso de tiempo te conviertas en alemán también, o al menos que lo hagan tus hijos o nietos... No queremos minorías nacionales. El que quiera ser turco o árabe y desea lo mismo para sus descendientes, debe quedarse en su país de origen. Y si lo que te interesa son las prestaciones sociales que brinda nuestro Estado, no esperes que te acojamos con cariño".
Antes semejantes declaraciones, la primera ola de reacción en Alemania fue típica y predecible: presionado por las directivas, Sarrazin dimitió de su cargo en el Bundesbank, el SPD consideró su exclusión del partido, y la cancillera Angela Merkel censuró sus ideas.
Pero ese impecable mecanismo de la ética política europeo-estadounidense parece que comenzó a fallar porque muchos alemanes, incluidos autores de la revista liberal e izquierdista Spiegel, de repente se pronunciaron a favor de brindar a Sarrazin la posibilidad de exponer sus puntos de vista.
Según diferentes encuestas, los alemanes que piensan de esa forma son del 30% al 60% de la población. Es casi el mismo porcentaje que corresponde a los rusos que comparten la consiga de los actuales nacional bolcheviques rusos de una "Rusia para los rusos".
¿Serán racistas o xenófobos estos ciudadanos? No, según opina el publicista de Der Spiegel Matthias Matussek, que al respecto dice:
"No se puede excluir del debate público lo que representa Sarrazin. Es la encarnación del disgusto de la gente harta de ver como su sociedad vuelve la Edad Media, después de pasar por el largo período de la Ilustración y dejar a la zaga muchas de las costumbres que todavía practican los inmigrantes. Su libro refleja el fastidio de la población al ver que en su país existen organizaciones islamistas cercanas a las agrupaciones terroristas, de como padres asesinan a sus hijas "por motivos de honor". Los planteamientos de Sarrazin reflejan de la mejor manera la indignación de los padres a cuyos hijos son insultados por sus compañeros de escuela por ser cristianos."
Pero ¿será verdad que Sarrazin sólo representa disgusto y fastidio? Por desgracia, no. Como comentó otro autor de la revista, Yasin Musharbash, las ideas del social-demócrata son dictadas no sólo por el fastidio, sino también por el miedo. El miedo que tiene Alemania de desaparecer, disolverse en la población musulmana más unida, consolidada y segura de sus valores. Probablemente ese pánico justifica el título del libro: "Alemania se desintegra".
¿Qué habrá infundido miedo a Sarrazin y otros alemanes? Si son más de 80 millones y después de los rusos, representan el segundo grupo étnico más grande de Europa. Son inteligentes y trabajadores. Y el número de los inmigrantes, incluyendo a los alemanes étnicos de la antigua URSS, los niños de padres extranjeros nacidos en Alemania no superan los 15 millones. Entonces, ¿qué es lo que temen?
Por lo visto, a Sarrazin le preocupa no tanto la cantidad, sino la calidad actual de la sociedad alemana.
Es un hecho que los logros obtenidos por la civilización europea durante los siglos de la Ilustración corren riesgo en un país en donde a la mayoría del público ya le aburren las versiones clásicas de obras clave de la cultura europea, como "Romeo y Julieta", con sus ideas inmortales.
Ahora en Alemania, hay mayor acogida para otras versiones culturales nuevas en las cuales Desdémona es una ninfomanía, Lenski un homosexual, y Hamlet un sicópata depresivo. Parece que Europa se cansó de velar por sus logros de la razón y los valores cristianos, sencillamente los pisoteó y ahora se siente incómoda al ver como los musulmanes arrojan esos mismos logros a la basura. Entonces, ¿de quién es la culpa?
Por falta de ideales elevados, Sarrazin hace referencia a la polémica y refutada idea de Darwin de que el intelecto en un 80% se transmite genéticamente. Jamás habría supuesto el científico que su obra El origen de las especies pudiera haber sido utilizada por Hitler como pretexto para exterminar 50 millones de personas. Recordemos que desde el punto de vista de los nazis, judíos, alemanes y eslavos son especies biológicas diferentes que no se puede hibridar en ningún caso, porque sería como intentar cruzar un perro con un gato. Así es el miedo ante el extraño.
Un miedo que además genera injurias como algunas de las propuestas de Sarrazin que dicen:
"A partir de los tres años, todos los hijos de inmigrantes deben asistir obligatoriamente a las guarderías un día completo. El único idioma utilizado en guarderías será el alemán. Los que falten sin motivo justificado serán castigados de sus prestaciones sociales para un niño retendrán el coste de desayunos y comidas a los que faltó el niño. El monte de retenciones se calculará de manera más exacta tomando en cuenta todos los días. Las mismas reglas valen para el colegio. Un colegio de día completo deberá ser obligatorio, así como clases adicionales para todos los niños de inmigrantes con bajos rendimientos."
Pero, ¿cómo se puede esperar que un niño tenga sentimientos patrióticos por un país donde le dejan sin comer a la edad de tres-cuatro años por faltar a guardería, como si fuera un lugar de trabajo?
Para colmo, Sarrazin propone retener la mayor parte de las prestaciones a lo inmigrantes que lleguen tarde a la entidades de trabajo social, multas draconianas a los que no se esfuercen en aprender el alemán, y recrudecer las exigencias en los exámenes del idioma.
El ejemplo de Sarrazin podría justificar a ciertos políticos y funcionarios rusos que quieren demostrar que no son racistas en comparación con el político alemán.
Pero en realidad, la situación en Rusia es peor que en Alemania. Porque en Rusia ni siquiera existen los centros de atención para extranjeros mencionados por Sarrazin. No existen ni guarderías de día completo, ni trabajo social para los inmigrantes desempleados, y muchos menos el pago de las más mínimas prestaciones.
Por eso el escándalo alemán armado por Sarrazín y su libro, en Rusia simplemente es paja en el ojo ajeno.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario