La Conselleria augura un fuerte aumento de niños procedentes de Europa del Este y MarruecosEl impacto de la inmigración en el sistema educativo valenciano obligará a realizar ajustes a medio plazo, como la ampliación de la oferta en las asignaturas optativas en lo que a lengua y cultura se refiere. El último informe del Observatorio Valenciano de la Inmigración, dependiente de la Conselleria de Solidaridad que dirige Rafael Blasco, apunta a la necesidad de tener en cuenta, al menos, algunas de las sensibilidades de las nacionalidades más representativas, y propone plantear la inclusión de las lenguas árabe y rumana como asignaturas optativas.
Las conclusiones del estudio 'Situación de la población inmigrante en la Comunitat. Balance y perspectivas' se basan en la importante presencia de adolescentes extranjeros en edad escolar y de adultos jóvenes con gran contribución a la natalidad, como se observa en las pirámides de población.
El peso cada vez mayor de los extranjeros sobre el total de ciudadanos y las proyecciones futuras de crecimiento demográfico son las otras bases estadísticas en las que se fundamenta el informe para valorar la influencia de las migraciones, con el objetivo de plantear medidas que faciliten la integración de los nuevos residentes.
El informe comienza con una radiografía de la situación actual, donde la inmigración supone un 17,4% de la población, y con una proyección demográfica, que establece en todos los escenarios posibles que en 2032 el número de residentes oscilará entre 6,5 y 8 millones de personas, un crecimiento donde la entrada de personas extranjeras es el factor más influyente.
Para presentar el documento, los responsables se han centrado en las nacionalidades con mayor presencia, como es el caso de la británica, la rumana, la marroquí, la ecuatoriana y la colombiana.
Respecto al colectivo británico (141.470 personas), apunta que representa el tipo de inmigración de los años 90, «en su mayor parte jubilados provenientes de países de la europa nórdica y atlántica» o profesionales que han desarrollado su labor en la Comunitat. Destaca la idea de que «su aportación a la natalidad y a la cantidad de niños y adolescentes en el sistema educativo no es especialmente importante», pero añade que sí hay que tenerlos en cuenta a la hora de orquestar políticas de atención a la tercera edad. También advierte de la dificultad de integración que pueden sufrir por el desconocimiento de las lenguas oficiales de la Comunitat en favor del inglés.
La inmigración rumana apunta hacia un perfil más laboral. Está protagonizada sobre todo por hombres y mujeres de entre 25 y 49 años, que reagrupan a sus familias «y manifiestan una importante contribución a la natalidad».
En las conclusiones, el documento dice que debido a «la estructura de la población rumana, los nacimientos que se producen y las ventajas derivadas de la ciudadanía europea, hay que prever grupos significativos de niños y adolescentes en el sistema educativo», y concluye planteando ofrecer «el rumano como lengua extranjera optativa».
En relación al colectivo marroquí, el extracomunitario con más presencia en la Comunitat (73.130 personas), destaca la cantidad de ciudadanos en edades «altamente productivas», que oscilan entre 25 y 49 años, y el importante número de niños entre cero y cuatro años. Las conclusiones son similares a las del colectivo rumano. «Hay que prever el impacto de niños marroquíes o españoles de segunda generación en el sistema educativo, la demanda de enseñanza de la religión musulmana y la lengua árabe», advierte el Observatorio.
El informe también destaca otras influencias del fenómeno migratorio en ámbitos como el religioso o el político. Por ejemplo, habla de una mayor incidencia de la religión cristiana ortodoxa, debido a la comunidad rumana, del islam en lo que a marroquíes se refiere, y del «crecimiento y diversificación» de las comunidades evangélicas de la Comunitat por la llegada de inmigrantes latinoamericanos. En cuanto a la política, pone el acento en la fuerza de los ciudadanos rumanos, que ya tienen derecho a voto en elecciones municipales y europeas.
Los nuevos residentes procedentes de suramérica suponen el cuarto gran grupo poblacional de los extranjeros valencianos, y su llegada también responde a patrones laborales. Además, hay mayoría de población en edades productivas y tienen una importante proporción de mayores de diez años. Eso sí, a efectos educativos, es lógico que no se prevean medidas al compartir la lengua española.
El informe finaliza destacando la necesidad de orquestar políticas activas de integración (como puede ser la enseñanza de idiomas y culturas alóctonas) y de fomentar la inserción de todas las personas «en la vida política, social, económica y cultural».
Además, el Observatorio también lamenta la falta de apoyo del Gobierno en las políticas de integración dependientes de las autonomías, tras el tijeretazo al fondo estatal del que se nutren para poder acometer estas tareas.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Las conclusiones del estudio 'Situación de la población inmigrante en la Comunitat. Balance y perspectivas' se basan en la importante presencia de adolescentes extranjeros en edad escolar y de adultos jóvenes con gran contribución a la natalidad, como se observa en las pirámides de población.
El peso cada vez mayor de los extranjeros sobre el total de ciudadanos y las proyecciones futuras de crecimiento demográfico son las otras bases estadísticas en las que se fundamenta el informe para valorar la influencia de las migraciones, con el objetivo de plantear medidas que faciliten la integración de los nuevos residentes.
El informe comienza con una radiografía de la situación actual, donde la inmigración supone un 17,4% de la población, y con una proyección demográfica, que establece en todos los escenarios posibles que en 2032 el número de residentes oscilará entre 6,5 y 8 millones de personas, un crecimiento donde la entrada de personas extranjeras es el factor más influyente.
Para presentar el documento, los responsables se han centrado en las nacionalidades con mayor presencia, como es el caso de la británica, la rumana, la marroquí, la ecuatoriana y la colombiana.
Respecto al colectivo británico (141.470 personas), apunta que representa el tipo de inmigración de los años 90, «en su mayor parte jubilados provenientes de países de la europa nórdica y atlántica» o profesionales que han desarrollado su labor en la Comunitat. Destaca la idea de que «su aportación a la natalidad y a la cantidad de niños y adolescentes en el sistema educativo no es especialmente importante», pero añade que sí hay que tenerlos en cuenta a la hora de orquestar políticas de atención a la tercera edad. También advierte de la dificultad de integración que pueden sufrir por el desconocimiento de las lenguas oficiales de la Comunitat en favor del inglés.
La inmigración rumana apunta hacia un perfil más laboral. Está protagonizada sobre todo por hombres y mujeres de entre 25 y 49 años, que reagrupan a sus familias «y manifiestan una importante contribución a la natalidad».
En las conclusiones, el documento dice que debido a «la estructura de la población rumana, los nacimientos que se producen y las ventajas derivadas de la ciudadanía europea, hay que prever grupos significativos de niños y adolescentes en el sistema educativo», y concluye planteando ofrecer «el rumano como lengua extranjera optativa».
En relación al colectivo marroquí, el extracomunitario con más presencia en la Comunitat (73.130 personas), destaca la cantidad de ciudadanos en edades «altamente productivas», que oscilan entre 25 y 49 años, y el importante número de niños entre cero y cuatro años. Las conclusiones son similares a las del colectivo rumano. «Hay que prever el impacto de niños marroquíes o españoles de segunda generación en el sistema educativo, la demanda de enseñanza de la religión musulmana y la lengua árabe», advierte el Observatorio.
El informe también destaca otras influencias del fenómeno migratorio en ámbitos como el religioso o el político. Por ejemplo, habla de una mayor incidencia de la religión cristiana ortodoxa, debido a la comunidad rumana, del islam en lo que a marroquíes se refiere, y del «crecimiento y diversificación» de las comunidades evangélicas de la Comunitat por la llegada de inmigrantes latinoamericanos. En cuanto a la política, pone el acento en la fuerza de los ciudadanos rumanos, que ya tienen derecho a voto en elecciones municipales y europeas.
Los nuevos residentes procedentes de suramérica suponen el cuarto gran grupo poblacional de los extranjeros valencianos, y su llegada también responde a patrones laborales. Además, hay mayoría de población en edades productivas y tienen una importante proporción de mayores de diez años. Eso sí, a efectos educativos, es lógico que no se prevean medidas al compartir la lengua española.
El informe finaliza destacando la necesidad de orquestar políticas activas de integración (como puede ser la enseñanza de idiomas y culturas alóctonas) y de fomentar la inserción de todas las personas «en la vida política, social, económica y cultural».
Además, el Observatorio también lamenta la falta de apoyo del Gobierno en las políticas de integración dependientes de las autonomías, tras el tijeretazo al fondo estatal del que se nutren para poder acometer estas tareas.
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