La empresa española AlphaAquari ha diseñado junto a un equipo técnico alemán el primer higienizador bioactivo que garantiza la desinfección del agua en los templos religiosos, y que consiste en una cápsula de apenas 5 centímetros que evita la formación de bacterias, hongos o microbios durante un año.La inventora del dispositivo es Isabell Kiessling, quien explica en una entrevista a Efe que la empresa ha registrado la patente mundial de este higienizador, un novedoso sistema que garantiza la descontaminación del agua de las pilas y que contribuirá a mantener el patrimonio histórico y religioso de los templos.
Isabell Kiessling señala que según un estudio del Instituto de Higiene de Munich se pueden encontrar hasta 100 millones de gérmenes diferentes en un mililitro de agua bendita, lo que alertó a los usuarios tras la aparición de la gripe A y otras enfermedades y que hizo necesario aplicar medidas higiénicas más efectivas en las iglesias.
La idea para desarrollar este dispositivo surgió a raíz de que los hijos de la inventora hiciesen la Primera Comunión, cuando Kiessling se percató de que muchas personas no se persignaban con el agua bendita y había pilas vacías en las iglesias.
Entonces pensó "tengo que inventar algo" aunque, admite, cuando le contó el proyecto a un amigo en Alemania le pareció "ridículo".
Pero la emprendedora siguió adelante con su proyecto y se enteró de que en 2008 se comenzó a utilizar un principio activo para refrigerar los grandes tanques de agua de la industria metalúrgica alemana, así como en otros sectores donde se necesita agua desinfectada.
Tras ponerse en contacto con los inventores de este sistema se desarrolló un pequeño dispositivo, menor que un lápiz de labios, recubierto de un metal antibacteriano y compuesto por una compleja combinación de sales, metales, vitaminas y derivados solubles que al establecer contacto con el agua, la higienizan después de pasados 5 minutos.
Así se evita la formación de bacterias, hongos, microbios y cualquier manifestación biótica que pueda favorecer el contagio de enfermedades, y que se generan por la permanencia del agua en las pilas de las iglesias.
Kiessling subraya que se podrá mantener el agua de las pilas durante mucho más tiempo, con el consiguiente ahorro de este recurso y la seguridad para todos los usuarios que, ante la irrupción de enfermedades como la gripe A "ven limitadas las prácticas de fe que incluyan líquidos como el agua, sea cual fuere la confesión religiosa".
Para el funcionamiento del higienizador bioactivo se debe introducir el dispositivo en el fondo de las pilas y mediante el contacto de sus componentes con el agua, es capaz de desinfectar 2 litros en 5 minutos y mantenerla completamente limpia de forma permanente durante un año.
También se evita así el empleo de productos químicos u otros objetos que pueden ocasionar efectos no deseados en los usuarios, ya que es hipoalergénico y si bien este agua no es apta para el consumo humano, está libre de gérmenes.
Para el diseño de la cápsula se habló además con el Obispado de Aachen, de forma que el dispositivo fuera seguro para los fieles, y el precio final rondará los 35 euros sin que sea necesario añadir a la pila ningún artilugio, perforarla o dañarla, pues muchas de ellas "son auténticas obras de arte".
AlphaAquari comenzó a desarrollar en marzo los prototipos del dispositivo e intenta que la Iglesia Católica sea la primera en interesarse por el proyecto, que puede ser utilizado por otras confesiones, como la musulmana, que utilizan el agua para sus abluciones.
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