Más de 200 personas participan en este acto de acercamiento interreligioso e intercultural que pretende consolidarse en los próximos años
El Ramadán o mes del ayuno de los musulmanes llega a su recta final. Las comunidades islámicas de todo el mundo ayunan desde el amanecer hasta el ocaso durante 29 o 30 días en este mes sagrado en el que se conmemora la revelación del Corán, libro sagrado de esta religión. Por este motivo, los musulmanes y musulmanas de Vila-real organizaron anoche en la calle Santa Bárbara, vial en el cual se ubica una de dos mezquitas de la ciudad, un Iftar o ruptura del ayuno abierto a los vecinos de la ciudad para acercar el sentido de esta celebración; el de conexión con la comunidad, la solidaridad con el que menos tiene, la fe y la espiritualidad.
Desde el colectivo aseguran que pretenden sentar precedente y consolidar esta iniciativa en los años próximos. “Lo que queremos es cambiar a visión que se tiene de nosotros, acercar nuestra religión y mostrar que somos personas abiertas que quieren compartir sus tradiciones con los vecinos de su ciudad”. En el ‘Iftar’ se degustarán platos típicos de estas fechas preparados por personas de la comunidad.
El Iftar comenzó sobre las 21.22, hora del ocaso, y asistieron personalidades políticas de la ciudad como los concejales de Agricultura y Medio Climático, Josep Pasqual Sancho, de Tradiciones, Santi Cortells, de Servicios Sociales y Cooperación, Álvaro Escorihuela, y también personas del ámbito social, empresarial y deportivo de la ciudad, además de numerosos vecinos. Los presentes se han sorprendido del buen ambiente que se respiraba y la buena sintonía ha imperado durante todo el acto, que se ha alargado hasta cerca de las 23.00.
Tanto Cortells como Escorihuela agradecieron la invitación y aseguraron que la iniciativa es un gran ejemplo de convivencia. “Esperemos que perdure y poder reunirnos de ahora en adelante. Vila-real es un ejemplo de hoy de entendimiento y respeto”, ha dicho Escorihuela y Cortells ha añadido que el “conocimiento es el mejor camino para mejorar la convivencia, acabar con el distanciamiento que en muchas ocasiones deshumaniza y para vivir en harmonía”, ha manifestado.
Los miembros de la Comunidad también tuvieron palabras para los presentes. Oussamma El Ayyane, médico y vecino de Vila-real de 28 años, aseguró que “comenzar es hacer la mitad de camino y me siento muy orgulloso de que mi ciudad haya dado este paso y sea un ejemplo de tolerancia y respeto”. La llamada al rezo fue realizada en directo por parte de uno de los asistentes y fue uno de los momentos más especiales de la velada, alabada por todos los presentes. “Ha sido un placer poder vivir esta experiencia y esperamos que sea la primera de muchas”, subrayaron.
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