Alberto Galiana. :: juan marín
Poco después de que la comunidad musulmana denunciara públicamente la paralización de la extensión de la religión Islámica por parte de la Consejería de Educación, su titular, Alberto Galiana, defendía que la implantación de esta asignatura va «conforme a los previsto».
No obstante, incidía en que el interlocutor sobre esta cuestión con la Consejería es la Comisión Islámica de España con la que, según aseguró, «estamos en permanente contacto y con la que hace un año firmamos un convenio».
Aquella rúbrica supuso el punto de partida de la implantación de religión Islámica cuyo desarrollo «se ha ido produciendo con normalidad, conforme a lo previsto».
A día de hoy, la Consejería estaría a la espera de que la Comisión Islámica de España remita al Ejecutivo riojano los profesionales necesarios para los centros escolares, aunque «el desarrollo posterior corresponderá al próximo Gobierno regional».
Recordó que la implantación se está llevando a cabo de manera gradual, «responsable y conforme a la ley». Criticó que ATIM sea una asociación que «nunca está satisfecha con nada» y dijo no compartir la idea que está lanzando una asociación «que no representa legalmente en este aspecto al colectivo».
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