Charla impartida el viernes durante el curso de formación a familias musulmanas para facilitar la integración de sus hijos y evitar posibles futuras crisis de identidad. / FERRAN NADEU
Padres musulmanes participan este fin de semana en una jornada para aprender cómo evitar crisis de identidad en los niños de segunda generación
Las charlas están también dirigidas a profesores de educación coránica y de árabe
Se ha hablado, y escrito mucho sobre los dos mundos, las dos identidades que envuelven a los jóvenes musulmanes nacidos o crecidos en Occidente. Ese famoso choque de culturas que acarrea a problemas de identidad y sensación de exclusión social. "Alguna responsabilidad tenemos las familias, hay que dejar de hablar de ello e intentar hacer algo", defiende el presidente de la Unió de Comunitats Islámiques de Catalunya (UCIDCAT), Mohamed El Ghaidouni. Desde el viernes pasado y hasta el miércoles, la entidad organiza un ciclo de conferencias para dar herramientas a familias y miembros de la comunidad islámica para adaptarse a la realidad de sus jóvenes.
"Tengo dos hijas, de 5 y 6 años, y quiero que vivan su identidad de forma positiva", explica Hasan Chiahni, uno de los asistentes a estas ponencias. Una de sus hijas nació en Melilla y la otra en Catalunya, donde la familia reside desde hace ya 10 años. Aunque ambos padre y madre nacieron y crecieron en Marruecos. Las niñas están sentaditas, tranquilas, acompañando a su madre. "Queremos aprender juegos, formas de relacionarnos con ellas para que se sientan a gusto aquí sabiendo de sus orígenes", explica el padre. El reto es complicado, intentar que no se sientan excluidas ni aquí, por tener una cultura distinta, ni en Marruecos, donde pueden sentirse fuera de lugar.
El viernes, la ponencia la dirigió el doctor Abdelhadi Gasmi, un educador, psicólogo y pedagogo marroquí que trata de acercar a los padres que sus hijos son niños de Occidente, del siglo XXI, y que de nada sirve ya pensar en educarlos como si vivieran en Rabat. "La sociedad tiene parte de la culpa, pero los padres también, es evidente", explica el presidente de la UCIDCAT. Y es que, en muchas ocasiones, explica, a los padres les cuesta entender ciertos comportamientos. "Por ejemplo que los hijos cuestionen la educación o normas paternas, que nos digan que no les parece justo, o que salgan con chicos o chicas que no son musulmanes", asegura el presidente. "En Marruecos, las relaciones paternas son muy distintas, pero si los tratamos como si estuviéramos allí es normal que los niños se sientan que viven en dos mundos opuestos", sentencia.
También para maestros
Pero estas jornadas no solo están pensadas para padres. También para los maestros que, de momento, imparten educación coránica o árabe en las mezquitas. "Estos docentes están acostumbrados a hablar y no escuchar, cuando los niños, en las escuelas ordinarias están habituados a participar", relata. Para ello es esencial darles a conocer nuevas opciones pedagógicas que les ayuden a relacionarse de forma distinta. "Si a los niños no les gusta, les da hasta verguenza y además tienen que ir obligados, está claro que esto no servirá de nada, será aún peor", dice.
No es la primera vez que desarrollan unas jornadas educativas con familias. Ya lo hicieron en Vilafranca del Penedès. La intención, ahora, es expandirlo por distintas ciudades, intentar llegar al máximo número de padres. "Que se puedan impartir clases de árabe ayudaría también a que los niños no sintieran sus orígenes como algo que no pertenece a nuestra sociedad", dice el padre. Pero esto ya depende de la Conselleria d'Educació.
No hay comentarios:
Publicar un comentario