La disidente uigur en el exilio Rebiya Kadeer (c), flanqueada por tibetanos y activistas hongkoneses el 28 de junio de 2019 en Osaka, Japón.(afp_tickers)
La disidente uigur en el exilio Rebiya Kadeer pidió este viernes a los jefes de Estado y de gobierno reunidos para la cumbre del G20 en Osaka (Japón) presionar a China por lo que califica de "genocidio" contra esta minoría étnica musulmana de lengua turca.
"Todo el pueblo uigur se enfrenta a una amenaza existencial, es una realidad y es urgente", dijo en una rueda de prensa la presidente del Congreso Mundial Uigur.
Hasta un millón de musulmanes estarían detenidos en campos en la región de Xinjiang (oeste de China), según los expertos y las organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Pekín desmiente estas acusaciones y afirma que se trata de "centros de formación profesional" para los uigures y otras minorías étnicas.
"Llamo a los países europeos que dependen de China a despertarse y a levantarse contra el genocidio de los uigures por parte de los chinos", dijo Rebiya Kadeer.
También dio las gracias al primer ministro japonés Shinzo Abe por haberle dejado entrar en Japón, a pesar de que su presencia en el país está mal vista por Pekín.
Un centenar de manifestantes se reunieron después en Osaka para denunciar estos campos pero también las recientes decisiones de Pekín sobre Hong Kong.
Rebiya Kadeer, exempresaria, denunció en la asamblea política consultiva del pueblo chino, de la que fue miembro, la violencia policial tras los disturbios de Yining, en Xinjiang, en 1997.
Condenada a ocho años de prisión, fue liberada en 2005 y se exilió a Estados Unidos.
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