La buena imagen pública de Salah ha ayudado a cambiar las percepciones islamófobas.pAP
Un estudio de la Universidad de Stanford concluyó que la imagen positiva del egipcio ha influido en la reducción de crímenes de odio contra los musulmanes en Liverpool.
“Si él marca un par más, me haré musulmán”, cantan con euforia los fanáticos del Liverpool inglés cada vez que Mohamed Salah, estrella egipcia del equipo, anota un gol. Si los aficionados reds cumplieran su promesa, los cerca de 54.000 asistentes del estadio de Anfield, casa del equipo, se habrían convertido a la religión de Alá, pues desde su llegada, en junio de 2017, el egipcio no se ha cansado de hacer goles.
El pasado 1° de junio, en la final de la Liga de Campeones, el egipcio anotó su gol número 71 en 104 apariciones con los reds. Como de costumbre, Salah celebró arrodillándose en oración.
Su rutina ya es mundialmente conocida. Mientras el estadio erupciona a su alrededor para celebrar otro de sus goles, Salah corre hacia los aficionados que estén más cerca de él, con los brazos extendidos. Una vez que sus compañeros de equipo lo han felicitado, Salah camina lento hacia el círculo central, eleva las manos al cielo y después se arrodilla en el campo para agradecer a Alá. Le puede interesar: ¿Debe ser la Islamofobia un delito?
Que Salah no esconda su fe musulmana tan solo aviva su popularidad. El egipcio es un orgullo para su país, es aclamado por millones de aficionados de todas las razas y religiones, y su fama le sirvió para ser elegido como una de las cien personas más influyentes del mundo según la revista Time. No es descabellado afirmar que Mohamed Salah es el musulmán más famoso del planeta y también el más querido.
De hecho, casi sin querer, el futbolista egipcio estaría haciendo más por combatir la islamofobia en el Reino Unido que las millonarias —e infructuosas— campañas gubernamentales para prevenir los crímenes de odio contra los musulmanes.
Un estudio realizado por el Immigration Policy Lab, entidad con sedes en las universidades de Stanford y Zúrich, asegura que la admiración por la estrella del Liverpool ha sido tal que habría reducido la islamofobia entre los aficionados de ese club y de la ciudad.
Los autores del estudio concluyen que la exposición positiva de miembros de minorías étnicas, como el caso de Salah, tiene un efecto positivo en la población. De hecho, según los investigadores, la imagen pública de Salah, conocido como un hombre de familia, agradable y carismático, ha ayudado a cambiar las percepciones islamófobas mientras habla abierta y públicamente sobre su fe.
“Al ver los juegos, las entrevistas posteriores a los partidos, los videos promocionales publicados por el club y el contenido de las redes sociales de Salah, los fanáticos del fútbol están expuestos a una gran información sobre la vida de Salah dentro y fuera del campo”, dice el estudio. Le recomendamos: La islamofobia sí es una forma de racismo
De acuerdo con la investigación, la islamofobia entre aficionados del Liverpool bajó de un 7,2 % a un 3,4 % desde la llegada del egipcio al equipo, en 2017. Al mismo tiempo, el estudio afirma que los hinchas reds son los menos islamófobos en las islas británicas, en comparación con otros equipos ingleses.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron unos 15 millones de trinos de fanáticos del fútbol en el Reino Unido. Al mismo tiempo, los autores encuestaron a 8.600 fanáticos del Liverpool antes y después de que Mohamed Salah se uniera al equipo.
“Mohamed puede mostrarle a la gente que estamos más cerca de Salah que de los extremistas”, dijo Abu Usamah Atthababi, imán de la mezquita de Al Masra, ubicada en Toxteth, un distrito marginal de Liverpool, a The New York Times. “Él puede ayudar a tender un puente entre la comunidad musulmana y el resto de la ciudad”.
La investigación parece darle la razón al imán Atthababi. Los autores del estudio analizaron el número de denuncias de crímenes de odio contra la comunidad musulmana en la localidad de Merseyside, donde está ubicada la ciudad de Liverpool, en los últimos cinco años y encontraron una reducción considerable. Mientras que entre 2012 y 2016, un año antes de la llegada de Salah a Liverpool, la Policía de la ciudad había registrado un aumento del 75 % en los crímenes de odio contra musulmanes, en el último año se redujeron un 18,9 %. Dicen los expertos que esto tiene que ver con la exposición positiva de figuras como Salah.
“Este resultado sugiere que la disminución en los delitos de odio observada en Merseyside es un cambio inusual en los cambios observados en otras jurisdicciones policiales del Reino Unido”, explican los autores. “Los delitos de odio en Merseyside fueron más bajos de lo que esperábamos después de que Salah llegó al Liverpool”.
Sin embargo, la situación afuera de Liverpool continúa siendo preocupante para los musulmanes en el Reino Unido. Según un informe de la organización Tell MAMA, los ataques islamófobos en las islas aumentaron un 47 % en los últimos dos años. El efecto negativo que generaron los ataques terroristas de París en 2015 y en Mánchester en 2017, perpetrados por fundamentalistas islámicos, en conjunto con las políticas conservadoras que desencadenaron en el brexit, han intensificado la violencia contra los cerca de dos millones de musulmanes que residen en el Reino Unido.
“A veces, nos hacen sentir como ciudadanos de segunda clase”, opina Ali Aden, un musulmán que trabaja vendiendo perfumes al frente de la mezquita de Liverpool. Sin embargo, el mismo Aden asegura sentirse orgulloso de que Salah les haya dado a los ciudadanos de Liverpool otra perspectiva sobre lo que es ser musulmán. “Que alguien venga del Medio Oriente a nuestra ciudad es una gran fuente de orgullo”, dice.
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