Una muestra con los credos de Buenos Aires, Completa y variada presencia de la liturgia cristiana, judía y musulmana.
Buenos Aires, 1 de septiembre de 2007, Ana Prieto ESPECIAL PARA CLARIN
Una mezuzá del siglo XIV, elaboradísimas alfombras para el Salat musulmán, diminutos exvotos de plata con formas de pulmones humanos o de animales. Son parte de la muestra Cristianos, Judíos y Musulmanes en Buenos Aires, que se inauguró en el Museo de la Ciudad. Se trata de un recorrido por las huellas que las principales religiones monoteístas del mundo han dejado en la Capital, y que han configurado el heterogéneo panorama de devoción de los porteños. "Nuestra identidad no es estática y las creencias influyeron en ella", dice Eduardo Vázquez, director del Museo y a la vez curador de la muestra. "Esto se refleja mucho en determinados barrios: San Cristóbal tiene la impronta de la comunidad musulmana; Barracas y Villa Crespo, de la comunidad judía". La muestra comienza así con un mapa de la Ciudad con los distintos templos según los barrios y a la vez, de los credos de las comunidades que allí se asentaron.
Desde luego los cristianos se llevan la mayor parte de la exhibición, pues sus ramificaciones, en especial el catolicismo, constituyen la fe más extendida por estas tierras. Pero ésa no es la única razón: de las tres religiones, es la única que admite la veneración de imágenes. Así, se exhiben crucifijos grandes y pequeños, varios de los cuales fueron rescatados por el Museo de la capilla del hogar del gobernador Viamonte, hoy parte del Centro Cultural Recoleta. También figuras de devoción "casera", como la de San Antonio, venerado en América latina como el santo de los matrimonios. Hay unos exquisitos misales labrados, un elaborado trajecito de bautismo y vestiduras litúrgicas con bordados realizados por monjas de clausura de principios del siglo XX. Quizás lo más notable de la parte cristiana sean las fotografías que reflejan cómo el aspecto de numerosas iglesias cambió a través del tiempo. Las únicas que mantienen sus fachadas originales son la del Pilar, en la Recoleta, y la de San Ignacio, la más antigua de la Ciudad. Una fotografía de 1891, por ejemplo, muestra los capiteles barrocos y el piso de placas de mármol de la Catedral de Buenos Aires, que desaparecieron tras su renovación.
Los primeros inmigrantes musulmanes, sobre todo de Siria y el Líbano, llegaron a fines del siglo XIX. El islam tuvo grandes dificultades para expresarse en un principio, hasta que sus practicantes se movilizaron para erigir las primeras mezquitas y así transmitir sus tradiciones y credos. Uno de los pilares de esta religión es la oración o Salat, que convoca a los musulmanes a rezar cinco veces al día, en dirección a La Meca. La muestra exhibe un afiche con las reglas para orar, diferenciadas en sexos, atuendos típicos, y fotografías de la tradición del matrimonio y la Fiesta del Sacrificio del Cordero, en memoria de la gratitud de Abraham hacia Dios. En esta sala no podemos dejar de recordar que Abraham está en el origen de las tres religiones.
De la comunidad judía de Buenos Aires, la más grande de América latina, se exhiben fotografías de sus principales tradiciones, como el Pesaj y la lectura de la Torá. Entre los objetos, prestados por el Museo Judío de Buenos Aires, se puede apreciar el shofar: un instrumento litúrgico fabricado con un cuerno de carnero. También una ketuvá, que es el contrato matrimonial que el novio da a la novia en la ceremonia del casamiento, y el tradicional candelabro de siete brazos, prestado por un propietario privado. Según las autoridades del museo, la exhibición de este objeto "nos ayuda a comprender cómo las actitudes personales constituyen el entramado de nuestra realidad, que si bien está tejida con distintos hilos, forma una sola tela, la de nuestra historia, lo que explica también el objetivo de esta exposición".
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Buenos Aires, 1 de septiembre de 2007, Ana Prieto ESPECIAL PARA CLARIN
Una mezuzá del siglo XIV, elaboradísimas alfombras para el Salat musulmán, diminutos exvotos de plata con formas de pulmones humanos o de animales. Son parte de la muestra Cristianos, Judíos y Musulmanes en Buenos Aires, que se inauguró en el Museo de la Ciudad. Se trata de un recorrido por las huellas que las principales religiones monoteístas del mundo han dejado en la Capital, y que han configurado el heterogéneo panorama de devoción de los porteños. "Nuestra identidad no es estática y las creencias influyeron en ella", dice Eduardo Vázquez, director del Museo y a la vez curador de la muestra. "Esto se refleja mucho en determinados barrios: San Cristóbal tiene la impronta de la comunidad musulmana; Barracas y Villa Crespo, de la comunidad judía". La muestra comienza así con un mapa de la Ciudad con los distintos templos según los barrios y a la vez, de los credos de las comunidades que allí se asentaron.
Desde luego los cristianos se llevan la mayor parte de la exhibición, pues sus ramificaciones, en especial el catolicismo, constituyen la fe más extendida por estas tierras. Pero ésa no es la única razón: de las tres religiones, es la única que admite la veneración de imágenes. Así, se exhiben crucifijos grandes y pequeños, varios de los cuales fueron rescatados por el Museo de la capilla del hogar del gobernador Viamonte, hoy parte del Centro Cultural Recoleta. También figuras de devoción "casera", como la de San Antonio, venerado en América latina como el santo de los matrimonios. Hay unos exquisitos misales labrados, un elaborado trajecito de bautismo y vestiduras litúrgicas con bordados realizados por monjas de clausura de principios del siglo XX. Quizás lo más notable de la parte cristiana sean las fotografías que reflejan cómo el aspecto de numerosas iglesias cambió a través del tiempo. Las únicas que mantienen sus fachadas originales son la del Pilar, en la Recoleta, y la de San Ignacio, la más antigua de la Ciudad. Una fotografía de 1891, por ejemplo, muestra los capiteles barrocos y el piso de placas de mármol de la Catedral de Buenos Aires, que desaparecieron tras su renovación.
Los primeros inmigrantes musulmanes, sobre todo de Siria y el Líbano, llegaron a fines del siglo XIX. El islam tuvo grandes dificultades para expresarse en un principio, hasta que sus practicantes se movilizaron para erigir las primeras mezquitas y así transmitir sus tradiciones y credos. Uno de los pilares de esta religión es la oración o Salat, que convoca a los musulmanes a rezar cinco veces al día, en dirección a La Meca. La muestra exhibe un afiche con las reglas para orar, diferenciadas en sexos, atuendos típicos, y fotografías de la tradición del matrimonio y la Fiesta del Sacrificio del Cordero, en memoria de la gratitud de Abraham hacia Dios. En esta sala no podemos dejar de recordar que Abraham está en el origen de las tres religiones.
De la comunidad judía de Buenos Aires, la más grande de América latina, se exhiben fotografías de sus principales tradiciones, como el Pesaj y la lectura de la Torá. Entre los objetos, prestados por el Museo Judío de Buenos Aires, se puede apreciar el shofar: un instrumento litúrgico fabricado con un cuerno de carnero. También una ketuvá, que es el contrato matrimonial que el novio da a la novia en la ceremonia del casamiento, y el tradicional candelabro de siete brazos, prestado por un propietario privado. Según las autoridades del museo, la exhibición de este objeto "nos ayuda a comprender cómo las actitudes personales constituyen el entramado de nuestra realidad, que si bien está tejida con distintos hilos, forma una sola tela, la de nuestra historia, lo que explica también el objetivo de esta exposición".
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