Alrededor de 30.000 musulmanes celebran en las más de 20 mezquitas y oratorios valencianos el acontecimiento más señalado de su vida religiosa
VALENCIA,Domingo, 16 de septiembre de 2007, lasprovincias.es, B. LL.
<--Cientos de fieles escuchan la charla del imán de la Gran Mezquita de Valencia.
Ayunar desde que amanece hasta que se pone el sol, comportarse de la mejor forma posible y cumplir los cinco rezos diarios que establece el Islam. Son algunos de los preceptos que los más de 30.000 musulmanes que residen en la Comunitat cumplen desde el pasado jueves.
Desde ese día y durante 29 más, los creyentes de Alá celebran el Ramadán, el acontecimiento más importante para ellos. “Es lo más grande”, asegura Abderrahim, en cuyo documento de identidad figura el nombre de Javier. Este musulmán nacido en Casablanca y casado con una valenciana asegura que el Ramadán “es lo más sagrado y simboliza el perdón y la misericordia de Alá”.
De hecho, para los musulmanes el ayuno “no supone ningún sacrificio. Al contrario, no me cuesta nada y hasta me siento mejor”, afirma Javier, que vive en Valencia desde hace 23 años y trabaja como montador de parqués.
El imán de la gran mezquita de Valencia, Abdul Rahim, comenta incluso que un profesor de la Universitat de València “me dijo que lo mejor para el cuerpo es el ayuno de los musulmanes, que es como un filtro”.
Lo mismo opina Samir, un joven musulmán que vive en Valencia desde hace dos años y que asegura que te sientes “tan puro y limpio que, realmente, no tienes hambre”. El objetivo del ayuno y la abstinencia es alejarse de las necesidades terrenales para acercarse más al cielo. Purificarse el alma, preocuparse menos de lo material y dedicarse más a lo espiritual.
A las 6, primer rezo
Pero no comer ni beber no afecta al día a día de los musulmanes. “Me levanto poco antes de las 6, como algo y es a partir de esa hora, al amanecer, cuando empieza la primera oración del día y el ayuno. Luego me voy a trabajar y, como cualquier otro día, paro para hacer el resto de oraciones diarias”, apunta Samir.
Este joven, que trabaja como dependiente en una tienda de Valencia, asegura que cumplir con el Ramadán “no afecta a mi vida laboral. No creo que ningún musulmán diga que le afecta”.
Pero sí que los hay. “No he podido aguantar el ayuno porque tengo que trabajar y me siento débil”, reconoció un valenciano que se convirtió al Islam hace tan sólo unas semanas.
Este hombre explica que fue en un viaje a Marruecos “donde sentí la presencia de Alá al visitar una mezquita”. En su decisión de convertirse al Islam también influyó que en el viaje “me enamoré de una mujer marroquí”.
Este valenciano comenta que quiere convertirse poco a poco. “Todavía tengo que aprender muchas cosas”, admite.
Según este musulmán recién convertido, es “difícil” compaginar el Ramadán con su vida diaria. “El otro día me puse el despertador a las 4 de la mañana porque no sabía cierto a que hora comenzaba la oración. Pero no puedo parar a mitad trabajo para ponerme a rezar”, reconoce. De momento, ya tiene nombre en árabe, Saib, que significa feliz.
Durante el Ramadán también se refuerza otro de los pilares básicos del Islam, la limosna. “En el Ramadán hay que ser más caritativo con los pobres”, comenta Abdul Rahim. Los creyentes deben ser, durante estos 30 días marcados por el mes lunar, más piadosos.
En España un millón de musulmanes celebra el Ramadán este mes. Estos se concentran, principalmente, en la Comunitat y en Madrid, Cataluña y Andalucía.
El Centro Cultural Islámico de Valencia también se ha volcado este mes en la celebración del Ramadán. Esta misma semana el centro ha ampliado sus instalaciones.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
VALENCIA,Domingo, 16 de septiembre de 2007, lasprovincias.es, B. LL.
<--Cientos de fieles escuchan la charla del imán de la Gran Mezquita de Valencia.
Ayunar desde que amanece hasta que se pone el sol, comportarse de la mejor forma posible y cumplir los cinco rezos diarios que establece el Islam. Son algunos de los preceptos que los más de 30.000 musulmanes que residen en la Comunitat cumplen desde el pasado jueves.
Desde ese día y durante 29 más, los creyentes de Alá celebran el Ramadán, el acontecimiento más importante para ellos. “Es lo más grande”, asegura Abderrahim, en cuyo documento de identidad figura el nombre de Javier. Este musulmán nacido en Casablanca y casado con una valenciana asegura que el Ramadán “es lo más sagrado y simboliza el perdón y la misericordia de Alá”.
De hecho, para los musulmanes el ayuno “no supone ningún sacrificio. Al contrario, no me cuesta nada y hasta me siento mejor”, afirma Javier, que vive en Valencia desde hace 23 años y trabaja como montador de parqués.
El imán de la gran mezquita de Valencia, Abdul Rahim, comenta incluso que un profesor de la Universitat de València “me dijo que lo mejor para el cuerpo es el ayuno de los musulmanes, que es como un filtro”.
Lo mismo opina Samir, un joven musulmán que vive en Valencia desde hace dos años y que asegura que te sientes “tan puro y limpio que, realmente, no tienes hambre”. El objetivo del ayuno y la abstinencia es alejarse de las necesidades terrenales para acercarse más al cielo. Purificarse el alma, preocuparse menos de lo material y dedicarse más a lo espiritual.
A las 6, primer rezo
Pero no comer ni beber no afecta al día a día de los musulmanes. “Me levanto poco antes de las 6, como algo y es a partir de esa hora, al amanecer, cuando empieza la primera oración del día y el ayuno. Luego me voy a trabajar y, como cualquier otro día, paro para hacer el resto de oraciones diarias”, apunta Samir.
Este joven, que trabaja como dependiente en una tienda de Valencia, asegura que cumplir con el Ramadán “no afecta a mi vida laboral. No creo que ningún musulmán diga que le afecta”.
Pero sí que los hay. “No he podido aguantar el ayuno porque tengo que trabajar y me siento débil”, reconoció un valenciano que se convirtió al Islam hace tan sólo unas semanas.
Este hombre explica que fue en un viaje a Marruecos “donde sentí la presencia de Alá al visitar una mezquita”. En su decisión de convertirse al Islam también influyó que en el viaje “me enamoré de una mujer marroquí”.
Este valenciano comenta que quiere convertirse poco a poco. “Todavía tengo que aprender muchas cosas”, admite.
Según este musulmán recién convertido, es “difícil” compaginar el Ramadán con su vida diaria. “El otro día me puse el despertador a las 4 de la mañana porque no sabía cierto a que hora comenzaba la oración. Pero no puedo parar a mitad trabajo para ponerme a rezar”, reconoce. De momento, ya tiene nombre en árabe, Saib, que significa feliz.
Durante el Ramadán también se refuerza otro de los pilares básicos del Islam, la limosna. “En el Ramadán hay que ser más caritativo con los pobres”, comenta Abdul Rahim. Los creyentes deben ser, durante estos 30 días marcados por el mes lunar, más piadosos.
En España un millón de musulmanes celebra el Ramadán este mes. Estos se concentran, principalmente, en la Comunitat y en Madrid, Cataluña y Andalucía.
El Centro Cultural Islámico de Valencia también se ha volcado este mes en la celebración del Ramadán. Esta misma semana el centro ha ampliado sus instalaciones.
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