Oscar del Pozo /El cementerio musulmán de Griñón
La justicia española permite a la esposa del difunto enterrarle en el cementerio católico de Melilla pese a la denuncia de la madre, de confesión musulmana
El juzgado de guardia en Melilla ha acordado este sábado permitir el entierro de un melillense de origen musulmán, Yamal Tieb Mohamed, en el Cementerio Cristiano de Melilla al aceptar la voluntad de su esposa, de confesión cristiana, después de que la madre del fallecido, Fadma Aarab, hubiera presentado una denuncia en el juzgado pidiendo la paralización del entierro al defender que su hijo «es musulmán» y que «no ha dejado ningún documento en el que expresara su deseo de ser enterrado en el cementerio cristiano».
El juez encargado de este tribunal ha tomado declaración a las partes a primeras horas de este sábado y finalmente ha decidido que prevalezca el deseo de la esposa, de confesión cristiana, frente al de la madre, de religión musulmana, y ha expedido la autorización para el entierro de Yamal Tieb en el Cementerio de la Purísima Concepción.
Fadma Aarab, madre de Yamal Tieb Mohamed, fallecido el viernes en su casa del barrio del Real a la edad de 45 años por muerte natural, había presentado una denuncia en el Juzgado de Guardia para pedir la paralización del entierro fijado la mañana del sábado.
Según la denuncia a la que ha tenido acceso Europa Press, Fadma Aarab ha afirmado: «Mi hijo era practicante de la religión musulmana». Asimismo, en el documento judicial ha señalado que Yamal Tieb «no dejó expresamente dicho que no fuera enterrado por el rito musulmán», además de añadir que «es voluntad de la familia, principalmente de ella (Fadma Aarab), su madre, que sea enterrado en el cementerio municipal musulmán de Melilla, llevándose a efecto los ritos previos al entierro de los musulmanes».
En la denuncia ante el juzgado la madre del fallecido ha apuntado que «está enferma del corazón y que si fuera enterrado en el cementerio cristiano, teme por su propia vida».
Por último ha expresado en la notificación que «esta situación ha creado gran malestar en la comunidad musulmana, por lo cual solicito se paralice el entierro».
Sin embargo, el juez ha acordado que la decisión que debe prevalecer es la de la esposa del fallecido, con la que tiene dos hijos en común, por lo que ha denegado la paralización del entierro y ha permitido el mismo, que ha transcurrido con normalidad en el cementerio de la Purísima Concepción, con la asistencia de decenas de personas.
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