martes, 9 de diciembre de 2014

UCIDCE desvincula usar el ‘niqab’ del alistamiento en la yihad femenina

Ceuta, 09/12/2014,elfarodigital.es, J. OLIVA



La federación musulmana considera que la responsabilidad recae sobre los captadores y la mente radicalizada, no sobre el velo o el islam.

La madre de Nawal, la joven ceutí de 14 años interceptada en Melilla en agosto cuando partía a Irak, observó que su hija “cambió el bikini por el pañuelo y la falda larga de la noche a la mañana”, lo cual consideró en declaraciones a los medios de comunicación que “no es normal”. Lubna, de cuyo viaje a Siria informó El Faro hace semanas, presuntamente también experimentó cierta transformación. Uno de los indicios que pudo levantar la sospecha de las familias fue esa confrontación entre la vestimenta convencional y la religiosa. Pero, ¿y ocultar el rostro, es sinónimo de fanatización?  

Percibir el uso del niqab como un signo de radicalización de la musulmana es erróneo. Esta postura corresponde a la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE), cuyo presidente Laarbi Maateis, desmintió ayer que sea una prenda “amenazadora” y que esté vinculada al radicalismo. El niqab es el velo que cubre el rostro y solo deja los ojos al descubierto, el cual viste un porcentaje mínimo de las ceutíes que profesan esta religión, según las estimaciones de esta entidad. 

“Si todas las mujeres que lo visten tuvieran pensamientos extremistas o terroristas, el mundo estaría hecho cenizas porque es mayoritario en Oriente Medio, India, Bangladesh, Malasia, Pakistán, Indonesia...”, señaló Maateis. La excepción son los países del Norte de África, de Egipto a Marruecos, porque en Mauritania también predomina la vestimenta completa. El delegado de la entidad que aglutina al mayor número de asociaciones musulmanas de Ceuta, recordó el letam, que podría ser el equivalente del niqab que llevaron muchas ceutíes entre los años 60 y 90.  

Sobre aquella mujer que vista niqab y exista constancia de que tiene una “mente fanática” o quiere participar en cualquier “acción de grupos extremistas islámicos”, el presidente de la UCIDCE defendió que la “culpa no es de la prenda que le tapa la cara ni del islam, será de que no tiene bien amueblada la cabeza” así como de los captadores.

En países del Golfo Pérsico como como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Qatar, Kuwait o Baréin, puntualizó el portavoz de la federación local, las féminas “apenas van sin niqab”, es decir, su uso está más generalizado en estos países donde resulta “extraño” ver a las ciudadanas con hiyab. Éste último es el pañuelo con el que la inmensa mayoría de las ceutíes practicantes se cubren el cabello.
En cualquier caso, la “inmensa mayoría” de las mujeres de países no europeos que se han incorporado a la lucha armada en Siria e Irak –con distintos roles–, son de las “más modernas”, es decir, que “no son de familias que frecuentan la mezquita ni de las mujeres que llevan el niqab en esos países”.


Por otra parte, a principios de septiembre, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, abrió por primera vez la puerta a regular la prohibición del uso del burka en espacios públicos aprovechando la tramitación de la Ley de Seguridad Ciudadana en el Congreso de los Diputados. La normativa catalana va más allá y amplía el veto al niqab. El burka se trata de una prenda que cubre el cuerpo de la mujer desde la cabeza hasta los pies, tapando incluso los ojos, que quedan detrás de una malla.

Para Maateis, el niqab no puede ser motivo de “alarma social”. De modo que cuando una mujer “se encuentre en edificios institucionales” como por ejemplo el Palacio Autonómico; la Delegación del Gobierno; el Hospital Universitario; las dependencias policiales o la oficina de la Seguridad Social, “lo más justo, idóneo y lógico es que ella se quite el niqab sin que nadie tenga que darle la orden, lo ponga en su bolso y cuando salga al terminar de hacer sus gestiones, vuelva a ponérselo”. Asimismo, hizo extensible descubrirse el rostro a las identificaciones en el Puerto o en la frontera del Tarajal por seguridad ante el trasiego de personas de distinta nacionalidad.

Maateis apostilló que en ningún caso es su juicio, sino que él personalmente se asesoró sobre este asunto con “sabios de alto rango en la materia religiosa, fuera de la ciudad autónoma y en varios países del mundo”. 

De igual modo, sostuvo que en la calle “puede vestir como quiera”, sin embargo, ante cualquier “sospecha policial”, los agentes están “en su derecho de identificarla de manera diplomática y discreta”. A diferencia de los controles policiales “en las rotondas, con cacheos contra el furgón a todo el que venga con barba larga, hiyab o niqab”, con los cuales mostró su desacuerdo. En resumen, el hecho de ser más religiosa no significa que haya que “clasificar a una persona como fanática”.

El niqab es “opcional” y el hiyab es “obligatorio”

Maateis subrayó que el niqab es “opcional” para la musulmana. Por su parte, el hiyab –deja al descubierto el óvalo de la cara– “sí que es obligatorio” y cada familia debe educar a sus hijos e hijas de acuerdo con su “convicción religiosa”, indicó desde UCIDCE. Para quien es musulmán, el Corán recoge en “varios versículos” que la mujer debe “cubrir su cabeza con el hiyab”. “Esa es la regla más clara, es la buena conducta de la mujer musulmana”, resaltó el portavoz de la federación. Por contra, el uso del niqab dependerá de cada persona. 

“Es para aquellas mujeres que sienten que llamarán mucho la atención por su belleza y que por su fe elevada quieren ser estrictas”, explicó Maateis. En cuanto a quitárselo en edificios institucionales, de acuerdo con la jurisprudencia islámica, “no es haram ni ilícito, por lo menos, por todos los exégetas del Corán y de igual manera todos los sabios que recopilaron los dichos del Profeta”. Sin embargo, aclaró, la mente bajo ningún concepto puede estar por encima de aquello establecido por ley porque España es un “país constitucional que respeta los derechos y las creencias religiosas, pero tampoco tenemos que exceder de lo que indican las normas”. En cuanto a la alarma social que pueda despertar, “no hay que tenerle miedo, al revés, esa persona es más respetada y respetable. Dios la recompensará según sus intenciones”.

Parten con la “chispa” en origen pero “se fanatizan” en Siria e Irak

Tanto las mujeres como los hombres captados por las redes yihadistas presentan distintos perfiles. Las personas que viajan a países en conflicto como Siria o Irak “suelen ser radicales en 24 horas y la sorpresa se la lleva toda la familia, todo el pueblo y el vecindario”, explicó Laarbi Maateis, presidente de la UCIDCE. Quienes participan en la yihad, abandonan sus países de origen con la “chispa de, digamos, ser un gran musulmán o musulmana o bien un buen musulmán o buena musulmana para apoyar, por ejemplo, un estado por una causa del islam; pero allí es donde sí que de verdad se fanatizan”. Para el portavoz de la federación local, estas personas se trasladan “verdes, sin base alguna” y apuntó a las redes sociales como principal instrumento de atracción de un grupo en la mayoría de casos con una personalidad débil, aún sin formar o influenciable. “No vamos a ir a culpar ni a los padres, ni a la comunidad musulmana ni a su entorno”, sentenció Maateis antes de recordar que “gracias a dios ninguna mezquita ha enviado a nadie a estos lugares” y tampoco “da clases para que la mujer use el niqab”. No obstante, admitió el máximo representante de esta federación en la ciudad autónoma, “cada día te llevas sorpresas que nada tienen que ver con personas que son estrictamente religiosas”, puntualizó.  

No hay comentarios: