Camiones viajan cargados de pertenencias desde la ciudad de Maraat al Numan, en la provincia siria de Idlib, de donbde miles de personas salieron desplazadas en las últimas semanas. Mahmoud Hassano / Reuters
Desde que los ataques de las fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia se intensificaron en la provincia siria de Idlib, uno de los últimos reductos de los grupos rebeldes, miles de personas han tenido que dejar su casa atrás. Trump se pronunció en contra de los bombardeos y la muerte de civiles.
Cada vez hay más casas vacías en Idlib. Los bombardeos de las fuerzas gubernamentales sirias de Bashar al Asad y de Rusia obligan a migrar a miles de personas. El último informe de las Naciones Unidas (ONU) concluye que, entre el 12 y el 25 de diciembre, son más de 235.000 los desplazados que han dejado esta provincia siria para no arriesgarse a perder la vida.
En las dos últimas semanas, los ataques se recrudecieron en Idlib, uno de los últimos bastiones de los grupos yihadistas y rebeldes que combaten contra al Asad. El Ejército sirio prometió no cesar los ataques hasta recuperar la provincia y advirtió a los civiles que abandonaran el lugar.
Los desplazados huyen hacia el norte, cerca de la frontera con Turquía, hacia campos de desplazados del noroeste. Así lo registra la ONU, que agrega que la ciudad de Maraat al Numan y sus alrededores están "casi vacíos" ya que es uno de los puntos que concentra mayores enfrentamientos. Maraat al Numan es una localidad clave, ya que recuperarla permitiría reabrir una carretera estratégica entre Damasco y Alepo.
Las Naciones Unidas alertaron de la grave crisis humanitaria que suponen estos desplazamientos masivos y pidió ayuda urgente para las personas que dejan sus casas. El hecho de que sea invierno está "incrementando la vulnerabilidad de los afectados", según el informe de la ONU. Además, la seguridad en las carreteras y la carestía de combustible limitan los movimientos de los desplazados, que podrían verse atrapados en la zona entre fuego cruzado.
Turquía ya acoge a más de 3 millones de refugiados sirios y ha cerrado su frontera para evitar la llegada de más migrantes.
Trump advirtió contra la muerte de civiles en Idlib
"Rusia, Siria e Irán están matando, o en vías de matar, miles de civiles inocentes en la provincia de Idlib. ¡No lo hagan! Turquía está trabajando duro para evitar esta matanza". El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó este mensaje en Twitter el 26 de diciembre. No es la única voz internacional que se ha alzado para pedir un alto en estos ataques: Francia también alertó de la situación generada por las fuerzas de al Asad.
Desde el 30 de abril de 2019, han muerto en Idlib más de 1.315 civiles, entre los cuales 335 niños, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Concretamente desde la última ofensiva del 16 de abril, la misma plataforma registró 80 víctimas civiles.
Los enfrentamientos también dejaron bajas en las filas gubernamentales, entre las cuales se cuentan 110 muertes, y los grupos rebeldes, que perdieron a 148 combatientes. La mayoría de opositores al régimen son fuerzas yhadistas, sobre todo del Hayat Tahrir al Sham (HTS), exaliado de Al Qaeda.
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