Las incubadoras para neonatales están conectadas a teléfonos inteligentes y pueden ser monitoreadas por los médicos a larga distancia. Para evitar la escasez de incubadoras para bebés prematuros, el camerunés Serge Armel Njidjou creó incubadoras conectadas con nuevos sistemas de control de temperatura.
Según datos del gobierno camerunés, el país tiene más de 100.000 nacimientos prematuros de casi un millón de nacimientos cada año, sumado a la falta de incubadoras, lo que aumenta el factor de mortalidad.Según Njidjou, estas incubadoras son una innovación por varias razones. Están formadas por un dispositivo que las hace sensibles a las variaciones recurrentes de energía, que muy a menudo las dañan.
"Para evitar numerosos cortes de energía y, por lo tanto, energía eléctrica inestable, estos dispositivos tienen un sistema de autonomía que les permite funcionar incluso sin electricidad", explicó el inventor camerunés, quien planea integrar un sistema de energía solar más adelante.El investigador señaló que estas incubadoras también son las únicas en el mundo con la capacidad de manipular las temperaturas para evitar que se quemen.
Otra característica especial es la implementación de un sistema digital de monitoreo remoto desde un teléfono inteligente. Este dispositivo permite a los médicos, desde diferentes lugares, monitorear el estado de los dispositivos y a los técnicos realizar mantenimiento preventivo gracias a sensores que indican cualquier clase de falla. Todos estos datos se archivan y también ayudan al sistema médico a tener estadísticas importantes para la investigación potencial.
Estas cajas neonatales también permiten controlar la velocidad de circulación del aire, la temperatura ambiente y el nivel del agua, convirtiéndolas en verdaderas máquinas multitareas que pueden tener una apariencia personalizada según la elección de los clientes. Los dispositivos tienen una tecnología que no necesariamente usa agua destilada como las incubadoras convencionales. En cambio, usan agua del grifo que es segura para el uso diario.
El taller de producción de Njidjou fabrica 30 incubadoras mensualmente a un precio de venta de aproximadamente USD 3.400 cada una. Por lo tanto, son menos costosas que las importadas y se vende a precios más altos en un rango de USD 6.000-100.000. Según el ingeniero camerunés, la escasez de incubadoras ha existido durante tanto tiempo que la gente finalmente se ha acostumbrado a no usarlas más.
"Desafortunadamente, ya no es una preocupación central. Y nuestro objetivo es recordar a las personas la esencialidad de las incubadoras y demostrar que se pueden producir soluciones locales sostenibles", enfatizó en declaraciones a la Agencia Anadolu. También planea instalar tantas incubadoras como sea posible donde sea necesario en el territorio camerunés. El proyecto es apoyado por el Ministerio de Salud.
El mayor orgullo de Njidjou es haber cumplido una misión humanitaria a través de esta innovación.
"Estoy feliz de ayudar a los bebés que lo necesitan. Este producto también ha recibido muchos reconocimientos locales e internacionales", agregó.
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