ONU, 13 sep 2019, (Xinhua)
Xinhua/Li Muzi
El secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó hoy un plan de acción para salvaguardar sitios religiosos, en el contexto de un aumento en los ataques contra sitios de culto y la difusión de discursos de odio.
El plan de acción, desarrollado por la Alianza de Civilizaciones de la ONU, ofrece recomendaciones concretas para apoyar a los Estados miembros en sus esfuerzos para garantizar que los sitios religiosos sean seguros, que los devotos puedan observar sus rituales en paz y que los valores de compasión y tolerancia sean fomentados a nivel mundial, dijo Guterres en la ceremonia de lanzamiento.
"Los sitios religiosos son poderosos símbolos de nuestra consciencia colectiva. Cuando las personas son atacadas por su religión o creencias, toda la sociedad es disminuida", dijo.
"Los sitios de culto alrededor del mundo deben ser refugios para la reflexión y la paz, no sitios de derramamiento de sangre y terror. En todas partes se debe permitir a las personas observar y practicar su fe en paz", añadió.
Con este plan de acción, la ONU toma una importante medida para impulsar el objetivo crítico y abordar lo que se convirtió en uno de los principales desafíos mundiales de nuestra era, dijo.
El mundo está asolado por un aumento en el antisemitismo, el odio contra los musulmanes y los ataques contra los cristianos y otros grupos religiosos, dijo Guterres a los reporteros después del lanzamiento del plan de acción.
Tan solo en los últimos meses, los judíos han sido asesinados en sinagogas, los musulmanes han sido abatidos en mezquitas y los cristianos han sido asesinados al rezar, dijo.
Más allá de atacar sitios religiosos, la retórica de odio se está propagando como fuego. Esta incluye discursos de odio no sólo contra grupos religiosos, sino también contra migrantes, minorías y refugiados, afirmaciones de supremacía blanca, resurgimiento de la ideología nazi, veneno dirigido contra cualquiera considerado el "otro", dijo el jefe de la ONU.
El plan hace recomendaciones para los Estados miembros, los líderes religiosos y la sociedad civil.
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