La entidad va a promover, con representantes de profesores de religión católica y musulmana, una ronda de contactos con partidos
La Comisión Islámica de Melilla (CIM) hace hincapié en la “incoherencia que supone pretender reducir la jornada a los profesores de Educación Religiosa Islámica (ERI), mientras tenemos alumnos sin atender”. La decisión del Ministerio de aplicar una resolución judicial al respecto, es “inaceptable y puede que inconstitucional”. La CIM va a promover una ronda de contactos con partidos buscando su apoyo.
La Comisión Islámica de Melilla (CIM), deja patente su apoyo a los profesores de Educación Religiosa Islámica (ERI) tras “la decisión unilateral del Gobierno de España de reducir la jornada laboral” a estos docentes. La entidad, que entiende que este apoyo es “justo”, brinda a estos profesionales toda su colaboración. La CIM, que se entrevistó con la delegada del Gobierno para expresarle su malestar, “lamenta la unilateralidad, las malas formas de actuar y la política de hechos consumados de un gobierno que, en materia como la ERI, no respeta su regulación vigente mediante acuerdo del Estado con la Comisión Islámica de España (CIE)”. Consideran “abusivo y próximo a la provocación, que en una ciudad como Melilla, donde la población estudiantil es mayoritariamente musulmana, lejos de avanzar en el cumplimiento del acuerdo en materia de enseñanza religiosa, publicado en el BOE en 1996, se retroceda”. Hacen hincapié en la “incoherencia que supone el pretender reducir la jornada a los profesores de ERI, mientras tenemos alumnos sin atender”.
“Es inaceptable, y entendemos que inconstitucional, la discriminación de los alumnos de Secundaria que no pueden ejercer su derecho a elegir el tipo de enseñanza que prefieran”, lamenta la CIM, que hace un llamamiento al Gobierno de España para que “rectifique y abra un diálogo con la CIE para reconducir una situación que puede crispar, aún más si cabe, a la sociedad melillense en general”.
La CIM, “con el ánimo de ayudar a buscar compromisos al efecto”, se compromete a abrir en los próximos días, con representantes de profesores de religión católica y musulmana, “una ronda de contactos con las formaciones políticas y sindicatos de la ciudad, de manera que se facilite el encuentro de una solución consensuada entre todos los actores concernidos y su adopción final por el Gobierno de la Nación”.
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