Muchas familias musulmanas prefieren que sus hijos coman en casa.
Madrid,24 de junio de 2008,Sí
Como en el cuento de Las mil y una noches, los menús escolares destinados al alumnado islámico son algo parecido a una larguísima historia, en este caso con muy distintos finales, unos más felices que otros. Por norma general, los colegios intentan dar respuesta a esta creciente demanda –la cifra del alumnado musulmán ya ronda los 100.000 en todo el país, según estima el último informe de la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide)–, pero lo hacen dentro de un marco de competencia autonómica que no regula la materia de forma específica.
Las respectivas consejerías autonómicas no obligan a los comedores a diseñar menús para los musulmanes –sólo existe obligación en caso de enfermedad del alumno–, aunque sí les instan a atender las peticiones razonadas de los padres en lo que suelen denominarse situaciones especiales, excepto en el caso de la normativa andaluza, la única que recoge explícitamente el respeto a las creencias religiosas como causas de excepción al menú especial. En junio de 2007, el Ministerio deSanidad acordó con las autonomías una revisión de los menús escolares para fomentar hábitos saludables.
El acuerdo recomendaba, además, que los hubiera adaptados para alumnos con problemas de salud, intolerancia alimentaria o por motivos religiosos. Es así que los intentos de satisfacer las peticiones de los niños m u s u l m a - nes se transforman en un sinfín de respuestas dadas por cada Consejo Escolar a instancia de los padres, lo que, en muchas ocasiones, no garantiza su tranquilidad. Es el caso de Kar-kuky Marah, con una hija de seis años. «El primer día le dije al director que la niña tenía alergia a la carne, para no dar más explicaciones, creí que no iban a entenderme si les decía que no po-día comer cerdo», explica. O el de Rifaie Rabah, con dos hijas en edad escolar que tan sólo «resistieron un año en el comedor. Pasaron un hambre terrible». Azorada, cuenta a SÍ cómo «les daban un poquito de queso en lugar de carne, o les apartaban el chorizo y no entendían que el plato ya había sido cocinado con cerdo. Hasta que optaron por darles menú de régimen, que tampoco fue solución».
Comer en casa
«Muchas familias musulmanas prefieren que sus hijos coman en casa. En el comedor escolar dependen de las soluciones improvisadas, sin obtener una respuesta clara adaptada a sus necesidades», dice a SÍ Riay Tatary, presidente de la Comisión Islámica de España (CIE) y de la Ucide.
Según Tatary, la solución a esta problemática «pasa ineludiblemente por reivindicar lo reconocido en el acuerdo de cooperación firmado entre la CIE y el Estado español en 1992, todavía sin aplicación, y que, en lo relativo al menú escolar, básicamente consiste en no incluir ni cerdo ni derivados y cambiarlo por pescado y verduras». Tatary no cita «ninguna» autonomía como modélica en la adaptación de los menús escolares al colectivo musulmán, y explica que la transferencia de competencias les obliga a reivindicar comunidad por comunidad: «En Madrid, está solicitado modificar la normativa para implantar la enseñanza islámica y el tema de los comedores, y también hemos logrado que nos escuchen en Andalucía. Vamos poco a poco». El representante de la Ucide en Valencia y Murcia, Ihab Fahmy, afirma que muchos colegios «intentan dar soluciones aceptables, pero sería importante formar a los educadores para conseguir un clima de normalidad ». Y, con este mismo fin, propone incluir «una opción en la matrícula», tanto para recibir clases de islam como para adaptar el menú, «y así no pedirlo como una excepción, una barrera para integrarse».
En la misma línea, el autor de libro Inmigración, familia y escuela en Educación Infantil, José Manuel Baráibar, considera que la regulación de esta excepción «no es tan importante como el hecho de que los conflictos que genera la aplicación de estas excepciones sirvan para que se reflexione y se dialogue interculturalmente ». Las asociaciones también reclaman menús específicos. Amparo Sánchez, presidenta del Centro Cultural Islámico de Valencia (CCIV), dice a SÍ: «El cerdo es una carne económica, se usa para todo, algo que añade dificultades a la situación, sobre todo porque está condicionada a la buena voluntad de cada Consejo Escolar. Las familias acaban dependiendo de la suerte».
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Madrid,24 de junio de 2008,Sí
Como en el cuento de Las mil y una noches, los menús escolares destinados al alumnado islámico son algo parecido a una larguísima historia, en este caso con muy distintos finales, unos más felices que otros. Por norma general, los colegios intentan dar respuesta a esta creciente demanda –la cifra del alumnado musulmán ya ronda los 100.000 en todo el país, según estima el último informe de la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide)–, pero lo hacen dentro de un marco de competencia autonómica que no regula la materia de forma específica.
Las respectivas consejerías autonómicas no obligan a los comedores a diseñar menús para los musulmanes –sólo existe obligación en caso de enfermedad del alumno–, aunque sí les instan a atender las peticiones razonadas de los padres en lo que suelen denominarse situaciones especiales, excepto en el caso de la normativa andaluza, la única que recoge explícitamente el respeto a las creencias religiosas como causas de excepción al menú especial. En junio de 2007, el Ministerio deSanidad acordó con las autonomías una revisión de los menús escolares para fomentar hábitos saludables.
El acuerdo recomendaba, además, que los hubiera adaptados para alumnos con problemas de salud, intolerancia alimentaria o por motivos religiosos. Es así que los intentos de satisfacer las peticiones de los niños m u s u l m a - nes se transforman en un sinfín de respuestas dadas por cada Consejo Escolar a instancia de los padres, lo que, en muchas ocasiones, no garantiza su tranquilidad. Es el caso de Kar-kuky Marah, con una hija de seis años. «El primer día le dije al director que la niña tenía alergia a la carne, para no dar más explicaciones, creí que no iban a entenderme si les decía que no po-día comer cerdo», explica. O el de Rifaie Rabah, con dos hijas en edad escolar que tan sólo «resistieron un año en el comedor. Pasaron un hambre terrible». Azorada, cuenta a SÍ cómo «les daban un poquito de queso en lugar de carne, o les apartaban el chorizo y no entendían que el plato ya había sido cocinado con cerdo. Hasta que optaron por darles menú de régimen, que tampoco fue solución».
Comer en casa
«Muchas familias musulmanas prefieren que sus hijos coman en casa. En el comedor escolar dependen de las soluciones improvisadas, sin obtener una respuesta clara adaptada a sus necesidades», dice a SÍ Riay Tatary, presidente de la Comisión Islámica de España (CIE) y de la Ucide.
Según Tatary, la solución a esta problemática «pasa ineludiblemente por reivindicar lo reconocido en el acuerdo de cooperación firmado entre la CIE y el Estado español en 1992, todavía sin aplicación, y que, en lo relativo al menú escolar, básicamente consiste en no incluir ni cerdo ni derivados y cambiarlo por pescado y verduras». Tatary no cita «ninguna» autonomía como modélica en la adaptación de los menús escolares al colectivo musulmán, y explica que la transferencia de competencias les obliga a reivindicar comunidad por comunidad: «En Madrid, está solicitado modificar la normativa para implantar la enseñanza islámica y el tema de los comedores, y también hemos logrado que nos escuchen en Andalucía. Vamos poco a poco». El representante de la Ucide en Valencia y Murcia, Ihab Fahmy, afirma que muchos colegios «intentan dar soluciones aceptables, pero sería importante formar a los educadores para conseguir un clima de normalidad ». Y, con este mismo fin, propone incluir «una opción en la matrícula», tanto para recibir clases de islam como para adaptar el menú, «y así no pedirlo como una excepción, una barrera para integrarse».
En la misma línea, el autor de libro Inmigración, familia y escuela en Educación Infantil, José Manuel Baráibar, considera que la regulación de esta excepción «no es tan importante como el hecho de que los conflictos que genera la aplicación de estas excepciones sirvan para que se reflexione y se dialogue interculturalmente ». Las asociaciones también reclaman menús específicos. Amparo Sánchez, presidenta del Centro Cultural Islámico de Valencia (CCIV), dice a SÍ: «El cerdo es una carne económica, se usa para todo, algo que añade dificultades a la situación, sobre todo porque está condicionada a la buena voluntad de cada Consejo Escolar. Las familias acaban dependiendo de la suerte».
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
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