Málaga, 2007-10-08,El Mundo, JESUS ORTIZ.
Un total de 120 alumnos musulmanes reciben clases de religión islámica en un colegio de Málaga A pesar de la polvareda que levantaron en su día, las clases de islam se van normalizando en los colegios. Rashida Falih es profesora de religión islámica en cuatro colegios de enseñanza infantil y primaria de la capital malagueña. Tiene asignados unos 120 alumnos musulmanes y la mayoría de ellos están escolarizados en el centro Bergamín, donde imparte clases desde hace dos años.
Este colegio, inaugurado en 1906, es referente en la provincia malagueña en cuanto a programas de interculturalidad para alumnos inmigrantes. Para este curso cuenta con 415 escolares – de los cuales el 35% es extranjero – , que tienen más de 30 nacionalidades diferentes y proceden sobre todo de países de América Latina, del norte de Africa y de Europa del Este.
«La mayoría de los alumnos musulmanes del centro apenas saben nada acerca de la religión islámica y llegan al curso con ideas confusas», manifestó Rashida. Lo primero que les enseña en estas clases es el respeto a las personas y a Dios, así como la tolerancia a las religiones y a las culturas «para que su integración en la sociedad sea más fácil», indicó.
En la primera clase de este curso, la profesora preguntó a los alumnos si sabían el significado de la palabra musulmán, y «algunos decían que un musulmán es aquella persona que no come cerdo; tienen unas concepciones muy distintas de lo que es el islam, y en parte es por culpa de lo que escuchan en la sociedad española», subrayó. Rashida señaló que el objetivo de estas clases es que los niños conozcan sus derechos y deberes, y explica que espera verlos pronto totalmente integrados. De momento, han aprendido los pilares del islam y se han iniciado con el árabe, aunque la mayoría de los alumnos ya lo hablan porque lo escuchan en casa.
En pleno Ramadán, la profesora relata a los alumnos que esta celebración significa «sentir solidariamente durante un mes qué siente un pobre». «Les explico que esto supone el control de los instintos, comportarse con sus padres y que no se deben pelear», indicó.
La directora del colegio Bergamín, Pepi Lopera, detalló que este centro «es un ejemplo de centro escolar multinacional y cultural, ya que así es como se consigue una mayor y mejor integración de estos pequeños en la sociedad». «En todas las clases hay alumnos de distinta nacionalidad; el colegio parece la ONU», añadió.
Para facilitar la comunicación con los alumnos y padres extranjeros, las zonas comunes del colegio están traducidas en seis idiomas diferentes: inglés, francés, chino, árabe y ruso, junto al castellano. Los inmigrantes que llegan nuevos al colegio son recibidos por sus profesores y compañeros, mediante la celebración de una fiesta en el que se intercambia la cultura española y la de su país de origen.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Un total de 120 alumnos musulmanes reciben clases de religión islámica en un colegio de Málaga A pesar de la polvareda que levantaron en su día, las clases de islam se van normalizando en los colegios. Rashida Falih es profesora de religión islámica en cuatro colegios de enseñanza infantil y primaria de la capital malagueña. Tiene asignados unos 120 alumnos musulmanes y la mayoría de ellos están escolarizados en el centro Bergamín, donde imparte clases desde hace dos años.
Este colegio, inaugurado en 1906, es referente en la provincia malagueña en cuanto a programas de interculturalidad para alumnos inmigrantes. Para este curso cuenta con 415 escolares – de los cuales el 35% es extranjero – , que tienen más de 30 nacionalidades diferentes y proceden sobre todo de países de América Latina, del norte de Africa y de Europa del Este.
«La mayoría de los alumnos musulmanes del centro apenas saben nada acerca de la religión islámica y llegan al curso con ideas confusas», manifestó Rashida. Lo primero que les enseña en estas clases es el respeto a las personas y a Dios, así como la tolerancia a las religiones y a las culturas «para que su integración en la sociedad sea más fácil», indicó.
En la primera clase de este curso, la profesora preguntó a los alumnos si sabían el significado de la palabra musulmán, y «algunos decían que un musulmán es aquella persona que no come cerdo; tienen unas concepciones muy distintas de lo que es el islam, y en parte es por culpa de lo que escuchan en la sociedad española», subrayó. Rashida señaló que el objetivo de estas clases es que los niños conozcan sus derechos y deberes, y explica que espera verlos pronto totalmente integrados. De momento, han aprendido los pilares del islam y se han iniciado con el árabe, aunque la mayoría de los alumnos ya lo hablan porque lo escuchan en casa.
En pleno Ramadán, la profesora relata a los alumnos que esta celebración significa «sentir solidariamente durante un mes qué siente un pobre». «Les explico que esto supone el control de los instintos, comportarse con sus padres y que no se deben pelear», indicó.
La directora del colegio Bergamín, Pepi Lopera, detalló que este centro «es un ejemplo de centro escolar multinacional y cultural, ya que así es como se consigue una mayor y mejor integración de estos pequeños en la sociedad». «En todas las clases hay alumnos de distinta nacionalidad; el colegio parece la ONU», añadió.
Para facilitar la comunicación con los alumnos y padres extranjeros, las zonas comunes del colegio están traducidas en seis idiomas diferentes: inglés, francés, chino, árabe y ruso, junto al castellano. Los inmigrantes que llegan nuevos al colegio son recibidos por sus profesores y compañeros, mediante la celebración de una fiesta en el que se intercambia la cultura española y la de su país de origen.
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