Alrededor de 4.000 personas se reunieron ayer en el centro deportivo de La Granja para celebrar con un rezo el fin del ayuno.
<--Fotógrafo: MAITE FERNÁNDEZ Un niño observa con atención cómo rezan en el día del fin del ramadán decenas de personas
Zaragoza 13 de octubre de 2007| HERALDO
El tiempo fue benévolo con las alrededor de 4.000 personas que ayer celebraron juntas en Zaragoza el fin del ramadán, el ayuno islámico. En otras condiciones, la climatología no tendría relevancia, pero sí cuando se reúne tal número de fieles para orar juntos al aire libre, concretamente en las instalaciones del centro deportivo municipal de La Granja.
Los dos últimos años, para esta importante cita y para la fiesta del Cordero, los musulmanes de Zaragoza ciudad y de la provincia alquilaban un pabellón de la Feria de Muestras, que les resguardaba de cualquier imprevisto meteorológico. Sin embargo, la coincidencia de su celebración con las fiestas del Pilar, ha impedido que dicho lugar estuviera disponible. "La asistencia no ha sido tan buena como la prevista. Se esperaban en torno a 5.000 personas, pero muchas no han venido porque no sabían dónde estaba La Granja", explicaba ayer uno de los miembros de la organización, quien añadió que, especialmente la gente que vive en pueblos cercanos a Zaragoza, no se desplazó por ese motivo.
El hecho de que la celebración coincidiera con un día festivo también hizo esperar una mayor asistencia, aunque no fue así. A pesar de todo, la mañana de ayer fue una fiesta para estos miles de musulmanes, llamada el "Aid el fitr", con la que el islam despide cada año el mes sagrado dedicado a la abstinencia y el sacrificio. La cita era a las 9.30, aunque la oración conjunta comenzó casi media hora más tarde, cuando todo el mundo se organiza. No es cuestión de segundos que miles de personas con sus alfombras bajo el brazo se dispongan en hileras. Y sobre dichas alfombras, que ayer tapaban las pistas de atletismo de La Granja, se descalzaron para arrodillarse y rezar al unísono mirando a La Meca -en este caso, hacia el pabellón Príncipe Felipe-. En esta ocasión fue un imán egipcio quien guió la oración de todos ellos.
Finalizado el rezo, que dura entre un cuarto de hora y media hora, los asistentes celebraron con alegría el fin del ramadán. Y para ello comieron los dulces que habían llevado, además de dátiles, entre otros alimentos.
La reunión de ayer puso de manifiesto una reivindicación de la comunidad musulmana, que ve necesario un gran espacio en el que poder reunirse sin tener que estar pendientes del cielo. Más allá de la capital No solo en Zaragoza se celebró el fin del ayuno. Dicha cita en la capital suele ser la más multitudinaria. Pero en Aragón hay unos 30.000 musulmanes, la mayoría son magrebíes, gambianos, senegaleses, egipcios, sirios, paquistaníes, o fieles nacidos en la Comunidad. Y todos ellos celebraron también la fiesta, para la que muchos, al igual que en la fiesta del Cordero, estrenaron ropa nueva y eligieron sus mejores chilabas. Dentro de dos meses y diez días, todos ellos volverán a reunirse para la fiesta del Cordero.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
<--Fotógrafo: MAITE FERNÁNDEZ Un niño observa con atención cómo rezan en el día del fin del ramadán decenas de personas
Zaragoza 13 de octubre de 2007| HERALDO
El tiempo fue benévolo con las alrededor de 4.000 personas que ayer celebraron juntas en Zaragoza el fin del ramadán, el ayuno islámico. En otras condiciones, la climatología no tendría relevancia, pero sí cuando se reúne tal número de fieles para orar juntos al aire libre, concretamente en las instalaciones del centro deportivo municipal de La Granja.
Los dos últimos años, para esta importante cita y para la fiesta del Cordero, los musulmanes de Zaragoza ciudad y de la provincia alquilaban un pabellón de la Feria de Muestras, que les resguardaba de cualquier imprevisto meteorológico. Sin embargo, la coincidencia de su celebración con las fiestas del Pilar, ha impedido que dicho lugar estuviera disponible. "La asistencia no ha sido tan buena como la prevista. Se esperaban en torno a 5.000 personas, pero muchas no han venido porque no sabían dónde estaba La Granja", explicaba ayer uno de los miembros de la organización, quien añadió que, especialmente la gente que vive en pueblos cercanos a Zaragoza, no se desplazó por ese motivo.
El hecho de que la celebración coincidiera con un día festivo también hizo esperar una mayor asistencia, aunque no fue así. A pesar de todo, la mañana de ayer fue una fiesta para estos miles de musulmanes, llamada el "Aid el fitr", con la que el islam despide cada año el mes sagrado dedicado a la abstinencia y el sacrificio. La cita era a las 9.30, aunque la oración conjunta comenzó casi media hora más tarde, cuando todo el mundo se organiza. No es cuestión de segundos que miles de personas con sus alfombras bajo el brazo se dispongan en hileras. Y sobre dichas alfombras, que ayer tapaban las pistas de atletismo de La Granja, se descalzaron para arrodillarse y rezar al unísono mirando a La Meca -en este caso, hacia el pabellón Príncipe Felipe-. En esta ocasión fue un imán egipcio quien guió la oración de todos ellos.
Finalizado el rezo, que dura entre un cuarto de hora y media hora, los asistentes celebraron con alegría el fin del ramadán. Y para ello comieron los dulces que habían llevado, además de dátiles, entre otros alimentos.
La reunión de ayer puso de manifiesto una reivindicación de la comunidad musulmana, que ve necesario un gran espacio en el que poder reunirse sin tener que estar pendientes del cielo. Más allá de la capital No solo en Zaragoza se celebró el fin del ayuno. Dicha cita en la capital suele ser la más multitudinaria. Pero en Aragón hay unos 30.000 musulmanes, la mayoría son magrebíes, gambianos, senegaleses, egipcios, sirios, paquistaníes, o fieles nacidos en la Comunidad. Y todos ellos celebraron también la fiesta, para la que muchos, al igual que en la fiesta del Cordero, estrenaron ropa nueva y eligieron sus mejores chilabas. Dentro de dos meses y diez días, todos ellos volverán a reunirse para la fiesta del Cordero.
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