El telescopio Hubble ha descubierto que la galaxia más próxima a la Tierra, a unos 600 millones de años luz de distancia, contiene dos agujeros negros supermasivos que giran entre sí producto de la fusión entre dos galaxias.
Los científicos que han analizado los datos del telescopio Hubble sostienen que la radiación ultravioleta emitida desde el centro de la galaxia 'Markarian 231' tiene "propiedades extremas sorprendentes".
"Si sólo existiera un agujero negro, todo el disco de crecimiento circundante produciría gas caliente y este brillaría en forma de rayos ultravioleta", explican los expertos. Sin embargo, el brillo ultravioleta de esta galaxia es absorbido hacia el centro, subrayan.
Según ellos, esta es una evidencia clara de la existencia de dos agujeros negros, uno en forma de rosca más pequeño que rodea al agujero negro central, que se estima que tiene 150 millones de veces la masa de nuestro Sol.
"Al igual que un par de patinadores que giran entre sí, el dúo de agujeros negros genera enormes cantidades de energía que hace que el núcleo de la galaxia eclipse el brillo de miles de millones de estrellas, lo que los científicos identifican como cuásares", explicó esta semana la NASA en un comunicado. Precisamente, fue gracias al estudio de cuásares, que los científicos pudieron comprobar la existencia del otro agujero negro.
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