lunes, 11 de octubre de 2010

La canciller Merkel respalda al líder bávaro, enfrentado a la comunidad turca

Berlín,11/10/2010,(EFE).


La canciller alemana, Angela Merkel, salió hoy en defensa de su socio y líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Horst Seehofer, ante las protestas de la comunidad turca y de las filas conservadoras por unas declaraciones en las que planteaba frenar la inmigración procedente de Turquía y el mundo árabe.

"La canciller habló hoy por teléfono extensamente con el señor Seehofer, quien le describió sus razones y perspectivas, que para ella son comprensibles", indicó la viceportavoz del Gobierno, Sabine Heimbach, para añadir que "no hay disenso alguno" en ese aspecto entre Merkel y el líder bávaro.

Seehofer ha levantado ampollas en la comunidad turca y la propia Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU), el partido hermanado de la CSU y presidido por Merkel, al pronunciarse el pasado fin de semana por frenar el flujo de inmigrantes "procedentes de otros círculos culturales, como Turquía y los países árabes".

Mientras los Verdes, en la oposición, calificaban esas palabras de "populismo de derechas incendiario", desde el Partido Liberal (FDP) -asimismo socio de Merkel, junto a la CSU bávara- se las tachaba de "desatinadas".

La encargada de Asuntos de Integración del gobierno, Maria Böhmer, de la CDU, se mostró "consternada" por las declaraciones, mientras que la ministra de Justicia, la liberal Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, acusó a Seehofer de provocar "conscientemente un debate simplista y populista" sobre los problemas de la integración.

La reacción más airada procedió de la comunidad turca, el colectivo más numeroso entre la población de origen extranjera de Alemania, con tres millones de personas.

"Las declaraciones de Seehofer son difamatorias e inaceptables", afirmó el presidente de la Comunidad Turca en Alemania, Konan Kelat, tras exigir a Seehofer que se disculpe públicamente.

Lejos de disculparse, Seehofer, primer ministro de la tradicionalista Baviera además de presidente de la CSU, se refrendó hoy en sus declaraciones.

"No he hecho, y ese es mi deber, sino plantear de manera racional cuestiones sobre el futuro, también de como hacerle frente", dijo Seehofer en Múnich, aunque matizó que sus declaraciones, publicadas ayer por el semanario "Focus", habían sido malinterpretadas.

Tras asegurar que en ningún momento hizo referencia a un "freno total a la inmigración", dijo que sólo se referían a aprovechar el potencial de la mano de obra alemana antes de recurrir a inmigrantes para cubrir las necesidades del mercado laboral.

Seehofer sostenía en "Focus" que "los inmigrantes de otros círculos culturales tienen problemas" con la integración y llegó "a la conclusión de que no necesitamos una inmigración suplementaria de otros círculos culturales".

Las declaraciones de Seehofer siguen a la controversia desatada por el ex consejero del Bundesbank y político socialdemócrata Thilo Sarrazin, cuyo libro "Alemania se desintegra" se ha convertido en best-seller apuntalado en tesis de tinte islamófobo.

A la polémica en torno a Sarrazin ha seguido un debate interno acerca del impacto entre su electorado de una nueva formación, a la derecha de la CDU/CSU de Merkel, a la que un ala de su partido reprocha falta de perfil realmente conservador.

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