Roma,07-03-2008,EFE
El nuevo 'Papa negro', como se conoce al Prepósito de los Jesuitas, el español Adolfo Nicolás, reiteró hoy la obediencia de la Compañía de Jesús al Papa, destacó que el cargo es vitalicio, pero que ello no supone que no pueda dimitir y afirmó que el diálogo teológico con el islam es 'complicado'.
Nicolás, de 71 años, hizo estas manifestaciones en el encuentro que mantuvo hoy con la prensa en la Curia General de los Jesuitas, en Roma, un día después de que clausurarán la 35 Congregación general, que le eligió como sucesor del holandés Peter Hans Kolvenbach, de 80 años, que dimitió tras 24 años en el cargo.
A la pregunta de si el cargo sigue siendo vitalicio, Nicolás dijo que sí, pero que la dimisión de Kolvenbach, aceptada por Benedicto XVI, le facilita el camino en el caso de que un día él pudiera pensar en retirarse.
'El cargo vitalicio del Prepósito es tradicional en los jesuitas.
Muchos deseaban que se revisase este punto, pero después se ha pensado que no era el momento. La Compañía de Jesús es la única orden religiosa que mantiene esta regla y parece que la Santa Sede desea que así continúe', afirmó Nicolás.
El 29 sucesor de San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús, reiteró la obediencia de la orden al Papa y subrayó que las relaciones con el Pontífice son muy importantes para los jesuitas y que lo que ocurre es que siempre se habla más de las divergencias que pueden crearse por las declaraciones de algún miembro, etc.
Además de los tres votos de los religiosos -pobreza, castidad y obediencia- los jesuitas tienen un cuarto, que es de obediencia al Pontífice.
Nicolás añadió que esa obediencia 'nunca nos ha detenido en la búsqueda teológica, en la creatividad apostólica, en los nuevos modos de vivir la vida cristiana' y que la unidad con el Papa 'no reduce para nada la capacidad de la Compañía a reflexionar, ser creativa y ofrecer un servicio dinámico a la Iglesia.
El 21 de febrero Benedicto XVI recibió a Nicolás y a los asistentes a la 35 Congregación, a los que pidió 'obediencia' al Papa y 'fidelidad a la doctrina católica en su integridad'.
El Pontífice les recordó que el cuarto voto comporta 'amar y servir al vicario de Cristo en la tierra con devoción efectiva y afectiva' y les instó a estar 'atentos' para que sus 'obras e instituciones conserven siempre una clara y explícita identidad' y que el objetivo de su actividad apostólica 'no sea ambiguo u oscuro'.
El Pontífice les animó a 'continuar y a renovar' su labor entre los pobres, pero, señaló, que 'la elección de los pobres no es ideológica, sino que nace del Evangelio'.
Nicolás dijo que las palabras del Papa, 'que siempre está en el centro de nuestra relación con la Iglesia', les animan y reiteró que: 'vivimos en la Iglesia, servimos a la Iglesia y somos una pequeña parte de la Iglesia'.
Aseguró que continuarán realizando su labor en las 'zonas de frontera' y dijo que necesitan 'más humildad'.
'Los jesuitas no somos famosos por ser humildes y por eso es bueno que se nos ayude a corregir y a profundizar', añadió Nicolás, que insistió en la fidelidad a la Santa Sede y al Papa.
A este respecto insistió en que la obediencia de los jesuitas 'no es la de gente que no piensa' y que el Papa les dice 'que continuemos pensando y sigamos en las fronteras, en esos lugares difíciles donde otros no pueden ir'.
Sobre el diálogo con el islam y otras religiones, el 'Papa negro' (apelativo dado por el color del hábito y el poder de los jesuitas en la Iglesia) dijo que el diálogo teológico tiene 'límites y es muy complicado'.
'Se empieza por el final y lo que hay que hacer es más diálogo cultural, no (se puede comenzar) con lo que opina cada uno de Dios, porque ahí estamos en desacuerdo ya de partida', afirmó.
Nicolás abogó por un diálogo cultura y espiritual ('el cristianismo en este campo es muy cercano al budismo y al zen') y por un diálogo de vida.
El Prepósito de los Jesuitas reiteró el celibato, del que dijo 'lo hemos aceptado', otra cosa son las debilidades humanas, precisó.
Se mostró convencido de que mejorarán las relaciones con China, un país que dijo es 'un misterio'.
Sobre las olimpiadas de Pekín, dijo que suponen 'un momento clave', que el Gobierno trabaja para presentar ante el mundo a China y que el resto del mundo deberá respetar ese deseo.
La 35 congregación general comenzó el 7 de enero y ha durado dos meses. Asistieron 226 jesuitas, 28 de ellos españoles.
Además de elegir al Prepósito también analizaron los retos que tiene que afrontar en los próximos años, en medio de un descenso de vocaciones y en un mundo cada vez más secularizado.
La Compañía de Jesús, fundada en 1540, es la orden religiosa masculina de la Iglesia católica con el mayor número de miembros, 19.126 y está presente en 127 países.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
El nuevo 'Papa negro', como se conoce al Prepósito de los Jesuitas, el español Adolfo Nicolás, reiteró hoy la obediencia de la Compañía de Jesús al Papa, destacó que el cargo es vitalicio, pero que ello no supone que no pueda dimitir y afirmó que el diálogo teológico con el islam es 'complicado'.
Nicolás, de 71 años, hizo estas manifestaciones en el encuentro que mantuvo hoy con la prensa en la Curia General de los Jesuitas, en Roma, un día después de que clausurarán la 35 Congregación general, que le eligió como sucesor del holandés Peter Hans Kolvenbach, de 80 años, que dimitió tras 24 años en el cargo.
A la pregunta de si el cargo sigue siendo vitalicio, Nicolás dijo que sí, pero que la dimisión de Kolvenbach, aceptada por Benedicto XVI, le facilita el camino en el caso de que un día él pudiera pensar en retirarse.
'El cargo vitalicio del Prepósito es tradicional en los jesuitas.
Muchos deseaban que se revisase este punto, pero después se ha pensado que no era el momento. La Compañía de Jesús es la única orden religiosa que mantiene esta regla y parece que la Santa Sede desea que así continúe', afirmó Nicolás.
El 29 sucesor de San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús, reiteró la obediencia de la orden al Papa y subrayó que las relaciones con el Pontífice son muy importantes para los jesuitas y que lo que ocurre es que siempre se habla más de las divergencias que pueden crearse por las declaraciones de algún miembro, etc.
Además de los tres votos de los religiosos -pobreza, castidad y obediencia- los jesuitas tienen un cuarto, que es de obediencia al Pontífice.
Nicolás añadió que esa obediencia 'nunca nos ha detenido en la búsqueda teológica, en la creatividad apostólica, en los nuevos modos de vivir la vida cristiana' y que la unidad con el Papa 'no reduce para nada la capacidad de la Compañía a reflexionar, ser creativa y ofrecer un servicio dinámico a la Iglesia.
El 21 de febrero Benedicto XVI recibió a Nicolás y a los asistentes a la 35 Congregación, a los que pidió 'obediencia' al Papa y 'fidelidad a la doctrina católica en su integridad'.
El Pontífice les recordó que el cuarto voto comporta 'amar y servir al vicario de Cristo en la tierra con devoción efectiva y afectiva' y les instó a estar 'atentos' para que sus 'obras e instituciones conserven siempre una clara y explícita identidad' y que el objetivo de su actividad apostólica 'no sea ambiguo u oscuro'.
El Pontífice les animó a 'continuar y a renovar' su labor entre los pobres, pero, señaló, que 'la elección de los pobres no es ideológica, sino que nace del Evangelio'.
Nicolás dijo que las palabras del Papa, 'que siempre está en el centro de nuestra relación con la Iglesia', les animan y reiteró que: 'vivimos en la Iglesia, servimos a la Iglesia y somos una pequeña parte de la Iglesia'.
Aseguró que continuarán realizando su labor en las 'zonas de frontera' y dijo que necesitan 'más humildad'.
'Los jesuitas no somos famosos por ser humildes y por eso es bueno que se nos ayude a corregir y a profundizar', añadió Nicolás, que insistió en la fidelidad a la Santa Sede y al Papa.
A este respecto insistió en que la obediencia de los jesuitas 'no es la de gente que no piensa' y que el Papa les dice 'que continuemos pensando y sigamos en las fronteras, en esos lugares difíciles donde otros no pueden ir'.
Sobre el diálogo con el islam y otras religiones, el 'Papa negro' (apelativo dado por el color del hábito y el poder de los jesuitas en la Iglesia) dijo que el diálogo teológico tiene 'límites y es muy complicado'.
'Se empieza por el final y lo que hay que hacer es más diálogo cultural, no (se puede comenzar) con lo que opina cada uno de Dios, porque ahí estamos en desacuerdo ya de partida', afirmó.
Nicolás abogó por un diálogo cultura y espiritual ('el cristianismo en este campo es muy cercano al budismo y al zen') y por un diálogo de vida.
El Prepósito de los Jesuitas reiteró el celibato, del que dijo 'lo hemos aceptado', otra cosa son las debilidades humanas, precisó.
Se mostró convencido de que mejorarán las relaciones con China, un país que dijo es 'un misterio'.
Sobre las olimpiadas de Pekín, dijo que suponen 'un momento clave', que el Gobierno trabaja para presentar ante el mundo a China y que el resto del mundo deberá respetar ese deseo.
La 35 congregación general comenzó el 7 de enero y ha durado dos meses. Asistieron 226 jesuitas, 28 de ellos españoles.
Además de elegir al Prepósito también analizaron los retos que tiene que afrontar en los próximos años, en medio de un descenso de vocaciones y en un mundo cada vez más secularizado.
La Compañía de Jesús, fundada en 1540, es la orden religiosa masculina de la Iglesia católica con el mayor número de miembros, 19.126 y está presente en 127 países.
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