Madrid, EFE, 22-05-2007
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, afirmó hoy que la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones representa 'una apuesta por la modernidad política de los países árabes-musulmanes', aunque se mostró en contra de lograr este objetivo a base de imposiciones.
Moratinos hizo esta reflexión durante una charla coloquio con estudiantes universitarios sobre Islam y Occidente celebrada en el Colegio Mayor Chaminade de Madrid.
El ministro reconoció que la aplicación de la Alianza de Civilizaciones, propuesta por el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante la ONU en septiembre de 2004, exige que los países árabes respeten los derechos humanos y los de las mujeres, así como las reglas del Estado de Derecho.
Lógicamente, en toda la filosofía de la iniciativa, hay una apuesta por la modernidad política de los países árabes-musulmanes, también con la experiencia y precaución de que no se tiene que imponer nada', explicó.
Según Moratinos, esta exigencia será 'política', porque -añadió-
'no vamos a producir intervenciones para cambiar sistemas políticos por la fuerza'.
'Hay que hacerlo de manera progresiva, dentro del respeto, del diálogo, de la persuasión, de la incentivación, pero no desde la imposición. No creo que imponiendo nada se consiga resultados favorables. Tenemos múltiples ejemplos y uno muy obvio', afirmó, en alusión al caso de Irak.
Moratinos aseguró que las naciones árabes han de 'asumir su responsabilidad', aunque insistió en la necesidad de ayudarles para hacer realidad este propósito.
Durante el coloquio, al que asistieron unos 150 alumnos, le preguntaron por diversos asuntos de actualidad, como la UE, Oriente Próximo, el Sahara Occidental o la reforma de organismos internacionales como la ONU.
Respecto a esta última cuestión, Moratinos abogó por dar un mayor protagonismo a los países medianos y pequeños para reequilibrar el poder de las tradicionales potencias.
En su opinión, el escenario mundial del siglo XXI otorga a las naciones con menos recursos una relevancia que hasta ahora no se les ha reconocido.
'Hoy es tan protagonista un país como el más pobre del mundo, como puede ser Níger, como puede serlo una potencia del G-8, porque si hay una situación de emergencia medioambiental o inmigratoria, su posición y su capacidad de influencia, no diré que sea la misma, pero sí que puede reflejar otro tipo de actitud', apuntó.
La reforma de la ONU debe conducir, según Moratinos, a que haya 'un mundo mejor estructurado, mejor gobernado y en el que todos nos sintamos partícipes y protagonistas'.
Sobre la UE, se mostró partidario de 'fijar unas fronteras claras' para poder tener un 'proyecto definitivo europeo'.
Estos límites abarcarían hasta Turquía y los Balcanes, según Moratinos.
A partir de ahí, prosiguió, el objetivo sería estrechar relaciones con los países vecinos para conseguir 'una comunidad euro-mediterránea' que tuviera instituciones propias.
Sobre el conflicto del Sahara, reiteró la necesidad de apostar por 'la movilización de Marruecos y la diplomacia activa' como fórmulas para lograr una solución definitiva que respete el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.
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