Un equipo liderado por los ingenieros turcos en la Universidad de Harvard estampó su firma en una gran hazaña al desarrollar un tejido cerebral tridimensional en ambiente de laboratorio
El médico turco, Utkan Demirci, que encabeza el equipo que lleva a cabo el estudio, informó que esta nueva tecnología desarrollada en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (en inglés, MIT), conocido como la mejor universidad del mundo, apoyará en la producción del tejido cerebral saludable en el tratamiento de las enfermedades tales como Parkinson y Alzheimer.
Otro médico turco Umut Gürkan, que ejerce estudios de postdoctorado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, y que lidera este estudio científico junto con el Doctor Utkan Demirci relató su trascendencia y las novedades que conllevará en lo siguiente:
“Mientras hoy en día varios tejidos se desarrollan en ambiente laboratorio, se sabe que el desarrollo del tejido cerebral es demasiado difícil y complejo puesto que el mismo se compone de numerosos distintos tipos de neuronas y las conexiones complejas”.
“Es posible que el tejido cerebral, que se puede desarrollar en tres dimensiones con la geometría y las características deseadas gracias a esta nueva tecnología, se maneje en el futuro en responder a muchas preguntas médicamente importantes. Por ejemplo, el tejido cerebral desarrollado ayudará para que concibamos cómo las neuronas se conectan una a la otra de manera tridimensional”.
Umut Gürkan destacó que esta tecnología avanzada, inspirada con los métodos utilizados en la producción de microprocesadores, pretenderá en el futuro desarrollar el tejido celular saludable en el tratamiento de las enfermedades e injurias que se presentan en el sistema nervioso y en el cerebro, por ejemplo, según enumera, las enfermedades neurodegenerativas tales como Parkinson, Alzheimer, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y el accidente cerebrovascular (ACV), las lesiones de médula espinal y cerebral.
Resaltó que esta tecnología, que se podrá manejar también en la producción de otros tejidos además del tejido cerebral, es capaz de ponerse en marcha con facilidad en los laboratorios casi en todas las partes del mundo.
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