Cádiz, 25.08.2009,diariodecadiz.es, N. Mármol Pérez.
Un sagrado desafío
En la ciudad de Cádiz conviven multitud de personas de diferentes países y religiones. Uno de los grupos es el colectivo musulmán que desde el día 22 de agosto esta viviendo un mes de fiesta que a ojos de los que no lo comprenden podría parecer muy duro. El mes de Ramadán de este año se inició en una de las semanas en la que el calor calentó más la ciudad pero no por eso los fieles dejaron de celebrarlo.
Esta fiesta consiste en realizar un ayuno desde el alba hasta la puesta de sol. No esta permitido comer absolutamente nada ni tampoco tomar bebidas o tener relaciones sexuales, si ya no es posible fuera del matrimonio, tampoco con la esposa.
Para muchos gaditanos esta práctica puede resultar algo totalmente innecesario pero los musulmanes creen ciegamente en su fe y todo tiene su motivo. Elmahfoud Lahfidi, comerciante de un bazar junto al Mercado de Abastos, explica que "llevar a cabo el Ramadán es una obligación religiosa". A pesar de todo, esta práctica solo la pueden llevar a cabo adultos, varones y mujeres, con buen estado físico y psicológico. Los niños, ancianos a los que les pueden perjudicar y mujeres embarazadas están exentos. Lahfidí afirmó que aquí "celebrarlo es diferente por la cultura y los horarios de trabajo, pero lo llevamos bien". El comerciante hizo una comparación para que la gente lo entendiese mejor: "Cuando un fumador le dicen que tiene cáncer y que tiene que dejar de fumar, aunque le guste, debe hacerlo porque es bueno para él, una obligación, el Ramadán es igual".
Además para él como para muchos de los musulmanes "no es tan duro como puede parecer" aunque si es cierto que "hay que sentir un poco de hambre". Con este mes de ayuno lo que se pretende conseguir es, en palabras de Elmahfoud Lahfidi, "sentir que es lo que siente la gente pobre para apreciar lo que tenemos".
El joven Aqil Mourad que ayuda a su familia en el bazar que poseen en la calle San Rafael confesó que "aunque hay gente que me dice que es una tontería pero otras personas respetan la religión". Él confiesa que "se hace más duro con el calor pero yo no lo tengo tan difícil". También comento que practicar el Ramadán "es bueno para el cuerpo porque limpia el estómago" y además " te das cuenta de todo lo que te ha dado Dios". En esta celebración sagrada toda la familia de estos dos comerciantes se reúne para cenar a la puesta de sol aunque ya no se encuentren en su tierra donde seguro que el sentimiento de fiesta sería más fuerte.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Aqil Mourad posando en la tienda de su familia.
Un sagrado desafío
En la ciudad de Cádiz conviven multitud de personas de diferentes países y religiones. Uno de los grupos es el colectivo musulmán que desde el día 22 de agosto esta viviendo un mes de fiesta que a ojos de los que no lo comprenden podría parecer muy duro. El mes de Ramadán de este año se inició en una de las semanas en la que el calor calentó más la ciudad pero no por eso los fieles dejaron de celebrarlo.
Esta fiesta consiste en realizar un ayuno desde el alba hasta la puesta de sol. No esta permitido comer absolutamente nada ni tampoco tomar bebidas o tener relaciones sexuales, si ya no es posible fuera del matrimonio, tampoco con la esposa.
Para muchos gaditanos esta práctica puede resultar algo totalmente innecesario pero los musulmanes creen ciegamente en su fe y todo tiene su motivo. Elmahfoud Lahfidi, comerciante de un bazar junto al Mercado de Abastos, explica que "llevar a cabo el Ramadán es una obligación religiosa". A pesar de todo, esta práctica solo la pueden llevar a cabo adultos, varones y mujeres, con buen estado físico y psicológico. Los niños, ancianos a los que les pueden perjudicar y mujeres embarazadas están exentos. Lahfidí afirmó que aquí "celebrarlo es diferente por la cultura y los horarios de trabajo, pero lo llevamos bien". El comerciante hizo una comparación para que la gente lo entendiese mejor: "Cuando un fumador le dicen que tiene cáncer y que tiene que dejar de fumar, aunque le guste, debe hacerlo porque es bueno para él, una obligación, el Ramadán es igual".
Además para él como para muchos de los musulmanes "no es tan duro como puede parecer" aunque si es cierto que "hay que sentir un poco de hambre". Con este mes de ayuno lo que se pretende conseguir es, en palabras de Elmahfoud Lahfidi, "sentir que es lo que siente la gente pobre para apreciar lo que tenemos".
El joven Aqil Mourad que ayuda a su familia en el bazar que poseen en la calle San Rafael confesó que "aunque hay gente que me dice que es una tontería pero otras personas respetan la religión". Él confiesa que "se hace más duro con el calor pero yo no lo tengo tan difícil". También comento que practicar el Ramadán "es bueno para el cuerpo porque limpia el estómago" y además " te das cuenta de todo lo que te ha dado Dios". En esta celebración sagrada toda la familia de estos dos comerciantes se reúne para cenar a la puesta de sol aunque ya no se encuentren en su tierra donde seguro que el sentimiento de fiesta sería más fuerte.
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