La presencia de sulfuro de hierro en muestras de materiales en la superficie de nuestro satélite puede ser una señal indirecta de que en sus profundidades hay metales del grupo del platino y el paladio.
Científicos canadienses estiman que bajo la superficie de la Luna puede haber metales preciosos en cantidades abundantes. El hecho de que no hubiera rastro apenas de ellos en las muestras de rocas y suelo lunares traídos a la Tierra por varias misiones estadounidenses y soviéticas no es suficiente para descartarlo.
Investigadores de las Universidades de Carleton y de Dalhousie (Canadá) utilizaron una prensa para compactar el material lunar y compararon los resultados con lo que conocemos sobre la geología de nuestro planeta. De esta manera pudieron hacer conjeturas sobre la presencia de metales.
"El examen de los depósitos minerales en la Tierra sugiere que el sulfuro de hierro es un lugar perfecto para almacenar metales preciosos, como el platino y el paladio", aseguró el autor principal del estudio, profesor de Dalhousie James Brenan. Su equipo relaciona la presencia de azufre en las rocas lunares con la presencia de metales del grupo de platino.
En las muestras lunares disponibles hay azufre y los estudiosos perciben su presencia como "una huella digital de la presencia de sulfuro de hierro en el interior rocoso de la Luna", explica un comunicado de Dalhousie, difundido a finales de agosto.
Los experimentos con la prensa fueron imprescindibles para recrear la presión y la temperatura extremas del interior lunar y así determinar cuánto sulfuro de hierro podría haber. A juicio de los expertos, las mediciones permiten ser optimistas sobre la presencia de metales preciosos dentro de nuestro satélite ligados al mencionado compuesto, algo que no implica necesariamente que afloren a la superficie.
Un administrador de la NASA supuso en julio pasado que la extracción de "toneladas y toneladas de metales del grupo de platino" y también de tierras raras en la Luna comenzará antes de que acabe el siglo. En su opinión, la idea podría hacerse realidad gracias a inversiones de compañías privadas.
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