Óscar Sola, Maitane Tirapu y la edil de Cultura Merche Añón en la conferencia.
Los arqueólogos presentaron los primeros informes en el marco de las Jornadas de las Tres Culturas
La necrópolis musulmana descubierta en enero junto al colegio Torre Monreal de Tudela y que ha sacado a la luz, de momento, 360 fosas de las que 264 contenían restos óseos, podría albergar hasta 4.000 enterramientos. Éstos son los cálculos que aportó ayer el arqueólogo Óscar Sola, responsable del yacimiento, en el marco de las Jornadas de las Tres Culturas que se están celebrando en la capital ribera. Según señaló durante la presentación del primer informe (ya que se siguen estudiando los restos) “si en los 675 metros cuadrados en los que hemos encontrado se han encontrado 360 fosas, podríamos decir que es posible que en los 8.000 metros cuadrados que tiene el yacimiento podría haber 4.000 enterramientos”. Por este motivo, Sola señaló que lo ideal a partir de este momento sería “realizar varios sondeos perimetrales en distintos puntos de la zona” que ocupa toda la altiplanicie donde se ubica el Corazón de María”. El arqueólogo Óscar Sola y la antropóloga Maitane Tirapu expusieron los detalles que han podido descubrir hasta el momento ya que los trabajos aún continúan en laboratorio.
HALLAZGOS De entre las 262 fosas que contenían restos de tudelanos musulmanes de hace casi mil años solo unos 20 portaban ajuares como anillos, collares o algún medallón. Los enterramientos se realizaron de tres formas: Simple (59%), con subfosa (8%) y con cubeta lateral (35%) y algunos fueron enterrados con sudarios.
Entre los hallazgos destacan dos. Por un lado la tumba de un niño en el que junto a su cráneo se encontraron “entorchados”, lo que significa “uno de los hallazgos más sorprendentes que hemos visto”, explicó Sola. La aparición de estos “entorchados” (hilos de seda recubiertos de oro y plata, finamente trabajados” significa que la familia del difunto “tenía un gran poder adquisitivo” y lo data entre el siglo XIII y XIV. Estos elementos se usaban o en almohadas para que la cabeza del fallecido descanse o una cofia sobre la cabeza lo que en ambos casos denota una gran posición social ya que hasta el momento sólo se han encontrado en enterramientos de la reina Berenguela de Castilla o en el infante Fernando de Castilla.
Aparte de esta joya arqueológica, en otra fosa también ha aparecido un juego de 27 monedas del reino de Aragón (de los reyes Jaime I y Pedro IV) y una de Escocia de finales del siglo XIV y junto a ellas una llave que podría parecer la de un cofre.
Además, varias joyas con inscripciones en árabe como “la abundancia, la plenitud, la riqueza”, “el poder para Dios”, “Dios es todopoderoso”, “no hay más Dios que Dios”, en su mayoría en anillos o collares de oro y plata.
LOS CUERPOSEn las 264 fosas con restos óseos se han podido determinar que 191 son adultos y 61 “no adultos” (hasta 18 años), siendo 21 hombres y 21 mujeres, mientras que 221 “están aún sin determinar, bien por lo deteriorado de los restos o porque son no adultos y no es fácil determinarlo con los huesos”, explicó Tirapu. Además, explicó que aquellos musulmanes que vivieron en Tudela entre principios del siglo XII (1119) y principios del siglo XVI y que acabaron enterrados en este enclave del que se divisaba toda la ciudad y sus murallas medían una media de 1,55 metros los hombres y 1,44 metros las mujeres.
Se ha encontrado en el archivo de Tudela un documento de cesión de tierras que hace referencia a la existencia de esta necrópolis porque ubica el terreno “junto a los fosales de los moros, junto a la Torre Monreal” y que data de 1530, lo que mostraría que ya se había dejado de enterrar. En el siglo XIV estaban contados en Tudela 279 “fuegos” de mudéjares, lo que representaría el 43% de toda la población musulmana de Navarra.
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