sábado, 1 de septiembre de 2018

Un incierto destino para la gran mezquita de Weizhou, en China

Pekín,01 de septiembre, 2018,AFP


La imprudencia de funcionarios locales causó una inusual protesta pública de miles de musulmanes hui este mes, dijeron autoridades chinas, que no se pronunciaron sobre el posible derribo de una mezquita en una región del noroeste.

Las tensiones en Weizhou, donde miles de personas protestaron a principios de agosto para evitar que las autoridades derribasen la imponente Gran Mezquita, se disiparon, según la gobernadora de Ningxia y un funcionario regional del Partido Comunista. Las protestas fueron una inusual muestra de resistencia contra los esfuerzos del partido para dictar cómo debe practicarse la religión.

La protesta de Weizhou coincide con la pérdida de libertades entre los grupos religiosos ante la iniciativa del Gobierno para “sinificar” las religiones, haciendo que los fieles prioricen su compromiso con el ateo Partido Comunista. Las mezquitas y las iglesias han sido despojadas de la imaginería religiosa y los niños tibetanos fueron trasladados de los templos budistas a escuelas.

No ofrecieron detalles claros sobre el destino de la mezquita, un imponente edificio blanco que eclipsa el laberinto de pequeñas viviendas de ladrillo y concreto que la rodea. Su diseño con 4 minaretes y nueve cúpulas coronadas con medias lunas es el habitual en templos levantados en el mundo islámico, salvo por la enorme bandera china roja y amarilla que ondea desde la muralla y la escalera central. La comisión disciplinaria del condado dijo que la autoridades de Weizhou no hizo inspeccionado adecuadamente una ampliación ilegal en la construcción del templo. 

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