La Unión Europea ha advertido a España que los refugiados podrían buscar rutas alternativas para llegar a Europa, guiados por las mafias
La crisis de refugiados que vive Europa es algo que de alguna manera ya se lleva viviendo en las costas andaluzas desde hace más de veinte años, con miles de muertos en el Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar en un goteo incesante que sigue dejando un rastro silencioso de terror.
El cierre de la ruta de los Balcanes no va a atajar el problema de los refugiados, quienes buscarán la forma de entrar en Europa utilizando otras vías abiertas como es el caso del Estrecho de Gibraltar, algo que las mafias lo saben y lo van a explotar.
Por este motivo, la Unión Europea ha recomendado "no bajar la guardia" en este sentido en las costas españolas. Los expertos hablan de un trasiego a través de Albania, que tiene frontera con Grecia, y desde allí a Italia atravesando el Adriático, o incluso una vuelta hasta el Mediterráneo occidental, lo que supone que podrían llegar hasta España.
El ministro italiano, Angelino Alfano, y su colega alemán, Thomas de Maiziere, han expresado su «preocupación» por la posible creación de «otras rutas» y han apostado por trabajar para prevenirlo.
Así lo considera también el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, para quien «las mafias que trafican con personas son malas, pero no tontas y van a utilizar otras vías», como hacen habitualmente los contrabandistas o los narcotraficantes. De ahí que las soluciones que se apliquen para afrontar este problema no deben provocar que el cierre de unas rutas haga que abran otras». La única solución es, según Fernández Díaz, una política «común e integral», que «atienda a las causas y no solo a las consecuencias» de uno de los problemas más graves a los que ha tenido que hacer frente la UE.
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