Las observaciones de una estrella que es una versión joven del Sol arrojan luz sobre la historia de nuestro planeta y el origen de la vida en la Tierra.
Gracias a las observaciones de una estrella de la constelación de Cetus, del hemisferio sur, los científicos lograron identificar las condiciones que permitieron el origen de la vida en nuestro planeta.
La revista 'Astrophysical Journal Letters' publica investigaciones del equipo de astrónomos que estudiaron la estrella Kappa, muy parecida a como era el Sol hace 400-600 millones años. Precisamente en aquel periodo se originó la vida en nuestro planeta. La estrella Kappa es un análogo joven de nuestro astro, comparable a él en peso, diámetro y otras características.
José do Nascimento, del Centro Harvard Smithsonian para Astrofísica, midió con sus colegas la frecuencia y la fuerza de ráfagas sobre la superficie de Kappa. Y llegaron a la conclusión de que el viento de Kappa es 50 veces más fuerte que el del Sol moderno. Para soportar esta actividad solar, la antigua Tierra tuvo que poseer un campo magnético equivalente como mínimo a un tercio de su potencia actual. En caso contrario, la Tierra podría haber corrido la suerte del Marte y el origen de la vida en nuestro planeta habría sido imposible.
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