El enigma radica en las variaciones de la luz de los característicos y misteriosos puntos brillantes de este planeta, ubicado en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.
Las observaciones de Ceres, el planeta enano más pequeño del sistema solar, realizadas con el espectrógrafo HARPS del Observatorio de La Silla (Chile), revelaron y dieron una posible explicación al misterio de los cambios en la luz emitida por los puntos brillantes del planeta, escribe un comunicado del Observatorio Europeo Austral.
La luz procedente de los puntos brillantes de Ceres, ubicado en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, varía no solamente cuando el planeta gira alrededor de su órbita, sino también durante el día. Las variaciones diurnas llevaron a los astrónomos a sugerir que estas tienen lugar debido a que el material de los puntos brillantes es volátil y al evaporarse provoca la disminución de los reflejos de la luz solar.
En enero de 2015, Dawn, la sonda espacial de la NASA, por primera vez sacó imágenes de un punto brillante en la superficie de Ceres. Posteriormente, en agosto del mismo año, la NASA publicó imágenes tomadas desde 1.470 kilómetros de distancia de una de estos puntos brillantes, que por su aspecto parece una pirámide.
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