Madrid,27/3/2016,cuartopoder.es,Luis Díez
Riay Tatary Bakry, imán de la Mezquita Central de Madrid y presidente de la Comisión Islámica de España.
El Gobierno en funciones ha dado el visto bueno al currículo (programa, contenidos y aprendizaje evaluable) de la Religión Islámica en los colegios públicos y concertados no vinculados a la Iglesia Católica y a sus órdenes religiosas. El Ejecutivo de Mariano Rajoy adoptó la decisión la víspera de una Semana Santa ensangrentada por los atentados de Bruselas. Y uno de los objetivos de la nueva asignatura optativa, en pie de igualdad con la Religión Católica, es precisamente prevenir el radicalismo, el fanatismo y el terrorismo yihadista. En España hay cerca de un millón de musulmanes, de los que el 40% son españoles de nacimiento, pero la asignatura de Religión Islámica se imparte en muy pocos centros y sólo está normalizada en el País Vasco.
El visto bueno de las autoridades gubernamentales en funciones al currículo de la asignatura de Religión Islámica se produjo el día 14 y la entrada en vigor del nuevo programa data del viernes antepasado, 18 de marzo, víspera de la Semana Santa que hoy culmina con la festividad de la resurrección de Cristo. El currículo ha sido elaborado por la Comisión Islámica de España España, que preside el imán de la Mezquita Central de Madrid, situada en el distrito de Tetuán, Riay Tatary Bakry, y su novedad más relevante es la incorporación de un bloque sobre “la inviolabilidad, dignidad y libertad humanas”.
Este nuevo apartado tiene el objetivo, según reza el preámbulo, de responder a las demandas sociales y de dotar al alumnado de “las estrategias para tomar conciencia, predecir, detectar y prevenir toda violencia, en particular la violencia terrorista”. Tatary, que nació en Damasco (Siria) hace 68 años y estudió Medicina en Oviedo, se ha caracterizado por su condena tajante de la criminalidad yihadista. “La mayoría de la población española sabe diferenciar y separar claramente -explica- que una banda armada de asesinos no representa a la sociedad ni a una parte de ésta, y que todos debemos colaborar en la lucha antiterrorista”.
Tatary considera importante el papel de la escuela pública en la enseñanza de la Religión Islámica para que los niños y jóvenes sean conscientes de que “las atrocidades que cometen los terroristas van en contra de la esencia misma del Islam, que reside en la protección de la vida”. Pero también advierte contra el fanatismo totalitario y la “islamofobia”, con expresiones violentas de grupos de ultraderecha como las que se han visto en Madrid ante la mezquita de la M-30 tras los atentados de Bruselas.
En los programas elaborados por la Comisión para todos los niveles educativos, desde el segundo ciclo de enseñanza Infantil hasta el último curso de Bachillerato, los expertos inciden en el rechazo de la intolerancia, el fanatismo y el terrorismo. En cuarto curso incluyen como conocimientos evaluables las siguientes cuestiones relacionadas con la violencia terrorista:
- Conoce y valora la definición de la crítica, diferenciando el uso, abuso y mal uso que de ella realiza el fanatismo y analiza en el uso del lenguaje oral integrista, la carencia de humanismo, de reconocimiento y respeto a los demás y la falta de resolución pacífica de conflictos.
- Reconoce y analiza la necesidad social y personal de conocer en qué momento del proceso de radicalización un individuo se identifica con el radicalismo violento, valorando a la población de jóvenes como grupo de riesgo y la importancia de los momentos tempranos como estrategia de prevención contra las perversiones del radicalismo violento.
- Recuerda, analiza y argumenta fenómenos antisociales, formulando hipótesis para evaluar procesos temporales de radicalización violenta y para su detección.
- Define terrorismo, mostrando con claridad el uso bibliográfico, audiovisual y de las TIC, tomando conciencia del daño a las víctimas, la intencionalidad manifiesta contra valores y principios y su criminalidad expresiva.
- Conoce y analiza la externalización reaccionaria de la radicalización, la exhibición de signos de atracción hacia la violencia y extrae valoraciones, diferenciándose de la convicción, conciencia y aspecto público de la religiosidad sin estigmatizar.
- Reacciona ante un acto terrorista promoviendo estrategias para lograr su prevención.
- Conoce, analiza y explica hechos viles, inhumanos, genocidios, crímenes de guerra y que surjan de sus iniciativas e interés cercano, resaltando los valores constitucionales de igualdad ante la ley, sin discriminación por razón de religión, raza, sexo o cualquier circunstancia social o personal.
- Describe y analiza los aspectos educativos, preventivos y de las Redes Sociales en el Plan Estratégico Nacional de Lucha Contra la Radicalización Violenta, logrando mayores niveles en estrategias de detección.
- Valora la actitud del Estado y del Gobierno para proteger a toda la ciudadanía y garantizar sus libertades frente a cualquier acto y actividad violenta.
- Toma conciencia del fenómeno planetario del terrorismo internacional, conociendo las claves del discurso terrorista.
El programa de la asignatura incluye además con carácter transversal la educación cívica y constitucional, la igualdad de oportunidades, la no discriminación, la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la prevención de la violencia de género, el rechazo a la violencia terrorista y la resolución pacífica de conflictos en todos los ámbitos de la vida personal y social, así como los valores que sustentan la libertad, la justicia, la paz, la democracia y, en general, el respeto a los derechos humanos. El imán Tatary estima importante contar con unas “bases claras y comunes” para todos los alumnos del Islam. “Hemos redactado libros oficiales para que se utilicen en la enseñanza, pero de momento sólo se imparte en el País Vasco” y otras seis cinco autonomías.
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