Cerca de 800.000 personas se quitan la vida cada año y el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre las personas de 15 a 29 años después de los accidentes de tráfico.
A pesar del progreso que muchos países están logrando en las estrategias de prevención del suicidio, en el mundo cada 40 segundos una persona acaba voluntariamente con su vida, ha señalado este lunes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, citando los datos del último informe de la agencia sobre las estimaciones globales de suicidio.
De acuerdo con el reporte, entre 2010 y 2016 la tasa global de suicidios disminuyó en un 9,8%, pero no obstante cerca de 800.000 personas mueren por suicidio cada año, y por cada muerte hay más de 20 intentos de suicidio. Cada año, el suicidio representa más muertes que la guerra y el homicidio combinados, y es la segunda causa principal de muerte entre las personas de 15 a 29 años, después de los accidentes de tráfico.
A nivel mundial, el 79% de los suicidios ocurren en países de bajos y medios ingresos; sin embargo, los países de ingresos altos tienen las tasas más altas de suicidio, con 11,5 casos por 100.000 habitantes. Mientras tanto, la incidencia es tres veces más alta entre los hombres que en las mujeres en los países más ricos, mientras que las cifras están más igualadas en las naciones más pobres.
El reporte también indica que, teniendo en cuenta el vínculo entre el suicidio y la salud mental en países de altos ingresos, resulta que "muchos suicidios ocurren impulsivamente en momentos de crisis".
"Experimentar conflictos, desastres, violencia, abuso o pérdida y una sensación de aislamiento está fuertemente asociado con el comportamiento suicida", señala la OMS en su lista de factores claves, agregando que los grupos vulnerables que sufren discriminación muestran tasas más altas de suicidio.
Todos los países deberían "incorporar estrategias comprobadas de prevención del suicidio en los programas nacionales de salud y educación de manera sostenible", señala Ghebreyesus. La OMS también recomienda una mejor capacitación de los trabajadores de la salud junto con el tratamiento temprano de los trastornos de salud mental, el monitoreo efectivo del consumo de alcohol y sustancias, la cobertura mediática del problema y la reducción del acceso a los medios de suicidio.
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