El colectivo solicitará una reunión con la directiva del centro y el Consello Escolar para exigirles que impugnen esta norma al considerar que atenta contra sus derechos civiles
Sostienen que la prohibición del velo en las aulas atenta directamente a sus derechos civiles y no piensan permanecer de brazos cruzados ante el castigo que ha recibido una alumna de 11 años por negarse a quitarse el 'hiyab'. El colectivo Abou Baker tiene previsto reunirse con la directiva del nuevo colegio y el Consello Escolar para exigirle que impugnen una norma que no sólo ha sembrado la polémica entre la comunidad escolar, sino que se ha convertido en otro motivo de discordia entre los dos grupos del Gobierno local
La comunidad de la mezquita Abou Baker no piensa permanecer de brazos cruzados ante la decisión del nuevo colegio de prohibir el velo en sus aulas. El colectivo exigirá al Consello Escolar que impugne el reglamento interno que aprobó el pasado 13 de diciembre y que recoge textualmente que "por respeto a los demás (...), en las aulas mantendrá la cabeza descubierta y no se permitirán boinas, viseras, paños en la cabeza ni otras prendas que la cubran".
El nuevo colegio de Arteixo es el único centro de Infantil y Primaria del municipio que ha incluido en su reglamento esta polémica norma. A un mes escaso de su entrada en vigor, su aplicación ya ha dejado sin actividades extraescolares y complementarias a una alumna de 11 años. Esta estudiante de 6º de Primaria fue sancionada por negarse a quitarse el hiyab, una prenda que pudo llevar sin problemas en su anterior colegio, el Ponte dos Brozos.
Para la comunidad Abou Baker, que aglutina a más de quinientos musulmanes, la normativa y el posterior castigo vulnera sus derechos fundamentales. Sus integrantes sostienen que la prohibición del velo en las aulas no supone un ataque a su libertad religiosa, si no que va más allá y atenta directamente a sus derechos civiles.
El colectivo tiene previsto solicitar una reunión con el centro próximamente. Su objetivo es exponerle a la directiva y al resto de los representantes del Consello Escolar los motivos por los que consideran improcedente la normativa. Sus integrantes confían en alcanzar un acuerdo con el nuevo colegio, aunque ya barajan la opción de convocar una protesta si sus requerimientos son desestimados.
De momento, un amplio sector del Consello Escolar se muestra reacio a retirar del reglamento interno la polémica cláusula. El presidente de la Asociación de Nais e Pais (ANPA), el jefe de estudios y el representante municipal, Xosé Márquez (TeGa) defienden la medida que, inciden, "sólo pretende poner orden en el aula y se aplica a todos por igual", como recalcó ayer el concejal de TeGa.
Los tres representantes del Consello Escolar a los que ha podido entrevistar este diario sostienen que el reglamento fue aprobado de forma unánime. "A clase hay que acudir con una indumentaria apropiada", defendía ayer el presidente de la ANPA, que recurrió a comparaciones para defender su postura. "También ellos (por los musulmanes) tienen sus normas, si nosotros queremos acceder a una mezquita tenemos que descalzarnos".
El presidente del colectivo de padres defiende que "cuando hay unas normas hay que cumplirlas" y que "hay más niñas musulmanas en el centro" pero que "sólo ella (en alusión a la alumna castigada) se ha puesto en un acto de rebeldía".
En la misma línea se pronunció el jefe de estudios, que recalca que la prohibición de llevar la cabeza cubierta en el aula "se aplica a todos los alumnos por igual". "Nos da igual que sean musulmanes, judíos, ateos o cristianos", sostiene. Unos y otros inciden además en que el uso del velo sólo está prohibido en las aulas. "En el patio puede ir como quieran", argumenta Xosé Márquez.
Sus argumentos no sólo no convencen a la comunidad musulmana de Arteixo, la más numerosa de Galicia. Tampoco han calado en el resto de comunidad educativa del municipio, que sí permite el uso del hiyab en las aulas. Es más, sus razonamientos tampoco han sido del agrado de, al menos, una parte del Gobierno local.
La alcaldesa, Pilar Souto, se desmarcó de su socio, Xosé Márquez, y le recriminó públicamente que aprobase "sin antes consultar un reglamento de este calado". La regidora tildó además de "excesiva" la norma que "sólo contribuirá a generar conflictos".
A la espera de que se ambas partes se reúnan, la directiva del centro no aclara cuánto tiempo podría permanecer la alumna castigada por su negativa a quitarse el velo. Una falta que el centro califica de "leve".
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