Las universidades son las canteras del saber y resultan fundamentales para el desarrollo de las naciones; en Egipto, la casa donde se enaltece la inteligencia humana tiene un nombre inmortal: Al-Azhar.
La Universidad Game'at Al-Azhar al-Sarif, es la más antigua del mundo islámico, y una de las decanas de la cultura universal.
Fundada en el mes de Ayuno del Ramadán del año 973 de nuestra era, constituyó el centro de expansión de la teología y el conocimiento musulmán y es considerada la institución académico-religiosa más antigua que existe.
Surgió en la llamada Mezquita Florida establecida por el general Gauhar al-Sikkili, que había conquistado el país para la dinastía fatimí en el 970 (359 de la Hégira, o año 981 dne).
En este templo oficial del Estado, recinto del Jefe de los Magistrados, se instaló la "madraza" o escuela chiíta de altos estudios coránicos, que se nombró así en homenaje a Fátima al-Zahra, la hija del Profeta, llamada también la Brillante, la Resplandeciente, de quien los fatimíes se consideraban descendientes.
La hermosa obra arquitectónica convirtió a El Cairo, en foco de atracción para los estudiantes de los países islámicos y de creyentes en la fe del Profeta que viven en occidente.
En sus salas se educaron califas, emires, sultanes y muchas ilustres personalidades a través de más de 1038 años de labor docente.
Baste mencionar entre ellos al profesor Ibn Jaldún (1332-1406), el más destacado de los historiadores medievales islámicos, Mohamed Abdul (1849-1905), padre de la filosofía islámica moderna y al líder argelino Houari Boumediene (1932-1978).
A los estudios originales del Corán y la Sunna (vía, método, modo, conducta, práctica), impulsados desde Damasco por el Califa Al Moezz, se fueron sumando, luego de ser convertida en universidad por Al-Aziz Billah en el 988, otros que abarcan las facultades de teología, ley islámica o sharia, la de jurisprudencia (fiqh), de gramática árabe, de geografía y astronomía, de matemáticas y álgebra, de medicina, de filosofía islámica, de lingüística y la de lógica.
Respeta y aplica los cuatro ritos sunníes: safeita, malakita, hanafita y hambalita.
El sistema de enseñanza, llamado halaga, le dio el carácter académico.
El gobierno pagaba a profesores y alumnos, construyó alojamientos y les proporcionaba medios de transporte, facilidades que conserva hasta la actualidad.
Es famosa por haber sido la primera universidad del planeta que introdujo un sistema de residencias para sus estudiantes.
La mezquita original cuenta con dos grandes salones de rezos.
El mayor tiene 76 pilares de mármol y el menor 50, el techo está recubierto por dentro de maderas preciosas labradas.
En el amplio patio los estudiantes se sientan en esterillas a rezar, estudiar o compartir las horas de asueto.
El recinto está rodeado de arcos que descansan en columnas de mármol, en las paredes aparecen inscripciones del Corán en escritura cúfica, llamada así por ser original de la importante escuela de caligrafía de Kufa.
Posee seis esbeltos y atractivos minaretes, y la hora de la oración era marcada por un reloj de sol, que aún existe en la pared oeste del patio.
En el siglo XII, derrocados los fatimíes en el 1171, el sultán sunníta Salad Ed Din, fundador de la dinastía Abasí, convirtió a Al-Azhar en un centro de aprendizaje de los sunníes.
Desde entonces los estudiosos islámicos o ulemas emiten edictos (fatwas) sobre diversos litigios de la comunidad sunnita.
En el período mameluco (entre 1250 y 1517), la universidad asumió nuevas responsabilidades pues por los ataques mongoles en Asia Central y la reducción del dominio musulmán en Al-Andalus, Al-Azhar se convirtió en refugio para los estudiosos islámicos que se vieron obligados a abandonar sus lugares de origen.
La llegada de aquellos intelectuales significó una época de oro para ese centro en los siglos XIV y XV.
Sucesivos gobernantes desde Ez Zahir Baybar en el 1270, hasta Said Bajá en 1855, ampliaron Al-Azhar, construyeron galerías para acomodar muchos estudiantes y les dieron facilidades para que no se vieran en la necesidad de abandonar el recinto.
Cada galería tenía un profesor responsable, seleccionado para supervisar los asuntos del alumnado, ayudarlos a resolver sus problemas y defender sus derechos.
La actividad de Al-Azhar retrocedió por el saqueo de la invasión otomana en 1517, pero el sultán Solimán el Magnífico, ordenó desde Estambul su renacer y se logró la independencia financiera, sostenida por donaciones.
Gracias a la tolerancia religiosa, los académicos eran libres de elegir sus campos de estudio y los textos.
Durante los casi tres siglos de dominio turco, estos nunca impusieron al Imán responsable de la universidad, reservando este honor a los egipcios.
Esta tolerancia intelectual, fue un signo de su identidad, atrajo a muchos maestros y estudiantes y la convirtió en importante referente del espacio islámico.
En los enfrentamientos con los agresores europeos, Al-Azhar ha tomado partido por los nacionalistas árabes.
Así ocurrió durante la invasión napoleónica de 1798 y los frecuentes movimientos contra los británicos a finales del siglo XIX y sobre todo en los del XX, donde su apoyo a los luchadores contra el colonialismo y la penetración extranjera, fue decisivo para el triunfo definitivo de la progresista Revolución de Gamal Abdel Nasser en 1952.
Esta Universidad recibió sus primeros estatutos en 1288 y se han ampliado y perfeccionado en los últimos siete siglos.
Ellos rigen la actividad docente, científica e investigativa y la vida académica de 90 mil alumnos, en un espíritu de enseñanza que casi no ha variado desde la fundación del centro docente.
La máxima autoridad es el Rector Mayor, Imán, llamado Jeque de Al-Azhar, elegido por las autoridades eclesiásticas de la Mezquita.
La visita a la Universidad de Al-Azhar, resulta pintoresca: al trasponer la puerta de Bab al Menzeyinin o de los barberos, denominada así por los que junto a ella se dedican a raspar la cabeza a los escolares, se accede al extenso patio ya mencionado, sobre las arcadas que lo rodean están las habitaciones de los alumnos internos.
Estos están reunidos por nacionalidades islámicas en riuaks o departamentos separados.
También resulta una atracción la secular biblioteca con sus más de 200 mil volúmenes.
En el antiguo gran santuario o Linán, de serena belleza arquitectónica, entre las 380 columnas que sostienen el techo, se pueden ver grupos de estudiantes alrededor de sus profesores, laicos o religiosos, tomando apuntes, recitando lecciones teológicas o escuchando explicaciones.
A la Universidad de Al-Azhar pertenece la mezquita de Gohariyeh, que encierra la escuela fundada en 1466 (el año 844 de la Hégira), por el circasiano Gojat al Kimkabey.
Aledaña a ella se encuentra la Capilla de los Ciegos, "Zaniet al Aurian", donde hace varios siglos está el colegio para estudiantes invidentes.
En el siglo XIX se construyeron nuevos edificios para importantes carreras: en 1837 para la de Medicina, en 1868 la Escuela de Funcionarios Públicos y en 1886 la de Economía.
Una ley aprobada en 1961 estableció las facultades de Ingeniería y Agricultura, además de las de Educación, Comercio, Farmacia y Odontología.
Con carácter oficial se permitió a las mujeres estudiar en Al-Azhar, aunque éstas ya tenían derecho a asistir a las llamadas "sesiones de sabiduría".
La enseñanza de Al-Azhar, se desarrolla en otras ciudades como Asuán, Damieta y Alejandría.
Cuenta con centros científicos y unidades de investigación, como el Centro Islámico Internacional para Estudios sobre la Población, el Centro de Estudios para la Mujer y la Salud, el Centro de Estudios para los Efectos Secundarios de la Medicina, el Centro de Nuevas Cosechas del Desierto y un centro estandarizado para la fabricación del queso.
Los estudiantes de Al-Azhar deben ser musulmanes y asistir a clases a tiempo completo.
La política de la Universidad considera cualquier solicitud que proceda de un estudiante musulmán, sin distinción de raza o nacionalidad, y los extranjeros gozan de los mismos derechos que sus colegas egipcios.
En el curso 1989-1990, por ejemplo, se inscribieron jóvenes de Túnez, Iraq, Indonesia, China, Japón, Francia y Estados Unidos.
Esta joya de El Cairo, símbolo de la Historia egipcia, árabe e islámica, es la universidad más antigua del mundo con funcionamiento ininterrumpido.
La labor educativa de este prestigioso centro es faro y orgullo del pueblo islámico y baluarte de la soberanía nacional.
La obra milenaria de los eminentes profesores, pensadores, científicos, benefactores y alumnos que han dejado su huella en aquellos gloriosos claustros, ha contribuido al avance de la civilización humana y a la paz y hermandad entre las naciones contemporáneas.
(*) El autor es especialista del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de La Habana y colabora con Prensa Latina.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
La Universidad Game'at Al-Azhar al-Sarif, es la más antigua del mundo islámico, y una de las decanas de la cultura universal.
Fundada en el mes de Ayuno del Ramadán del año 973 de nuestra era, constituyó el centro de expansión de la teología y el conocimiento musulmán y es considerada la institución académico-religiosa más antigua que existe.
Surgió en la llamada Mezquita Florida establecida por el general Gauhar al-Sikkili, que había conquistado el país para la dinastía fatimí en el 970 (359 de la Hégira, o año 981 dne).
En este templo oficial del Estado, recinto del Jefe de los Magistrados, se instaló la "madraza" o escuela chiíta de altos estudios coránicos, que se nombró así en homenaje a Fátima al-Zahra, la hija del Profeta, llamada también la Brillante, la Resplandeciente, de quien los fatimíes se consideraban descendientes.
La hermosa obra arquitectónica convirtió a El Cairo, en foco de atracción para los estudiantes de los países islámicos y de creyentes en la fe del Profeta que viven en occidente.
En sus salas se educaron califas, emires, sultanes y muchas ilustres personalidades a través de más de 1038 años de labor docente.
Baste mencionar entre ellos al profesor Ibn Jaldún (1332-1406), el más destacado de los historiadores medievales islámicos, Mohamed Abdul (1849-1905), padre de la filosofía islámica moderna y al líder argelino Houari Boumediene (1932-1978).
A los estudios originales del Corán y la Sunna (vía, método, modo, conducta, práctica), impulsados desde Damasco por el Califa Al Moezz, se fueron sumando, luego de ser convertida en universidad por Al-Aziz Billah en el 988, otros que abarcan las facultades de teología, ley islámica o sharia, la de jurisprudencia (fiqh), de gramática árabe, de geografía y astronomía, de matemáticas y álgebra, de medicina, de filosofía islámica, de lingüística y la de lógica.
Respeta y aplica los cuatro ritos sunníes: safeita, malakita, hanafita y hambalita.
El sistema de enseñanza, llamado halaga, le dio el carácter académico.
El gobierno pagaba a profesores y alumnos, construyó alojamientos y les proporcionaba medios de transporte, facilidades que conserva hasta la actualidad.
Es famosa por haber sido la primera universidad del planeta que introdujo un sistema de residencias para sus estudiantes.
La mezquita original cuenta con dos grandes salones de rezos.
El mayor tiene 76 pilares de mármol y el menor 50, el techo está recubierto por dentro de maderas preciosas labradas.
En el amplio patio los estudiantes se sientan en esterillas a rezar, estudiar o compartir las horas de asueto.
El recinto está rodeado de arcos que descansan en columnas de mármol, en las paredes aparecen inscripciones del Corán en escritura cúfica, llamada así por ser original de la importante escuela de caligrafía de Kufa.
Posee seis esbeltos y atractivos minaretes, y la hora de la oración era marcada por un reloj de sol, que aún existe en la pared oeste del patio.
En el siglo XII, derrocados los fatimíes en el 1171, el sultán sunníta Salad Ed Din, fundador de la dinastía Abasí, convirtió a Al-Azhar en un centro de aprendizaje de los sunníes.
Desde entonces los estudiosos islámicos o ulemas emiten edictos (fatwas) sobre diversos litigios de la comunidad sunnita.
En el período mameluco (entre 1250 y 1517), la universidad asumió nuevas responsabilidades pues por los ataques mongoles en Asia Central y la reducción del dominio musulmán en Al-Andalus, Al-Azhar se convirtió en refugio para los estudiosos islámicos que se vieron obligados a abandonar sus lugares de origen.
La llegada de aquellos intelectuales significó una época de oro para ese centro en los siglos XIV y XV.
Sucesivos gobernantes desde Ez Zahir Baybar en el 1270, hasta Said Bajá en 1855, ampliaron Al-Azhar, construyeron galerías para acomodar muchos estudiantes y les dieron facilidades para que no se vieran en la necesidad de abandonar el recinto.
Cada galería tenía un profesor responsable, seleccionado para supervisar los asuntos del alumnado, ayudarlos a resolver sus problemas y defender sus derechos.
La actividad de Al-Azhar retrocedió por el saqueo de la invasión otomana en 1517, pero el sultán Solimán el Magnífico, ordenó desde Estambul su renacer y se logró la independencia financiera, sostenida por donaciones.
Gracias a la tolerancia religiosa, los académicos eran libres de elegir sus campos de estudio y los textos.
Durante los casi tres siglos de dominio turco, estos nunca impusieron al Imán responsable de la universidad, reservando este honor a los egipcios.
Esta tolerancia intelectual, fue un signo de su identidad, atrajo a muchos maestros y estudiantes y la convirtió en importante referente del espacio islámico.
En los enfrentamientos con los agresores europeos, Al-Azhar ha tomado partido por los nacionalistas árabes.
Así ocurrió durante la invasión napoleónica de 1798 y los frecuentes movimientos contra los británicos a finales del siglo XIX y sobre todo en los del XX, donde su apoyo a los luchadores contra el colonialismo y la penetración extranjera, fue decisivo para el triunfo definitivo de la progresista Revolución de Gamal Abdel Nasser en 1952.
Esta Universidad recibió sus primeros estatutos en 1288 y se han ampliado y perfeccionado en los últimos siete siglos.
Ellos rigen la actividad docente, científica e investigativa y la vida académica de 90 mil alumnos, en un espíritu de enseñanza que casi no ha variado desde la fundación del centro docente.
La máxima autoridad es el Rector Mayor, Imán, llamado Jeque de Al-Azhar, elegido por las autoridades eclesiásticas de la Mezquita.
La visita a la Universidad de Al-Azhar, resulta pintoresca: al trasponer la puerta de Bab al Menzeyinin o de los barberos, denominada así por los que junto a ella se dedican a raspar la cabeza a los escolares, se accede al extenso patio ya mencionado, sobre las arcadas que lo rodean están las habitaciones de los alumnos internos.
Estos están reunidos por nacionalidades islámicas en riuaks o departamentos separados.
También resulta una atracción la secular biblioteca con sus más de 200 mil volúmenes.
En el antiguo gran santuario o Linán, de serena belleza arquitectónica, entre las 380 columnas que sostienen el techo, se pueden ver grupos de estudiantes alrededor de sus profesores, laicos o religiosos, tomando apuntes, recitando lecciones teológicas o escuchando explicaciones.
A la Universidad de Al-Azhar pertenece la mezquita de Gohariyeh, que encierra la escuela fundada en 1466 (el año 844 de la Hégira), por el circasiano Gojat al Kimkabey.
Aledaña a ella se encuentra la Capilla de los Ciegos, "Zaniet al Aurian", donde hace varios siglos está el colegio para estudiantes invidentes.
En el siglo XIX se construyeron nuevos edificios para importantes carreras: en 1837 para la de Medicina, en 1868 la Escuela de Funcionarios Públicos y en 1886 la de Economía.
Una ley aprobada en 1961 estableció las facultades de Ingeniería y Agricultura, además de las de Educación, Comercio, Farmacia y Odontología.
Con carácter oficial se permitió a las mujeres estudiar en Al-Azhar, aunque éstas ya tenían derecho a asistir a las llamadas "sesiones de sabiduría".
La enseñanza de Al-Azhar, se desarrolla en otras ciudades como Asuán, Damieta y Alejandría.
Cuenta con centros científicos y unidades de investigación, como el Centro Islámico Internacional para Estudios sobre la Población, el Centro de Estudios para la Mujer y la Salud, el Centro de Estudios para los Efectos Secundarios de la Medicina, el Centro de Nuevas Cosechas del Desierto y un centro estandarizado para la fabricación del queso.
Los estudiantes de Al-Azhar deben ser musulmanes y asistir a clases a tiempo completo.
La política de la Universidad considera cualquier solicitud que proceda de un estudiante musulmán, sin distinción de raza o nacionalidad, y los extranjeros gozan de los mismos derechos que sus colegas egipcios.
En el curso 1989-1990, por ejemplo, se inscribieron jóvenes de Túnez, Iraq, Indonesia, China, Japón, Francia y Estados Unidos.
Esta joya de El Cairo, símbolo de la Historia egipcia, árabe e islámica, es la universidad más antigua del mundo con funcionamiento ininterrumpido.
La labor educativa de este prestigioso centro es faro y orgullo del pueblo islámico y baluarte de la soberanía nacional.
La obra milenaria de los eminentes profesores, pensadores, científicos, benefactores y alumnos que han dejado su huella en aquellos gloriosos claustros, ha contribuido al avance de la civilización humana y a la paz y hermandad entre las naciones contemporáneas.
(*) El autor es especialista del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de La Habana y colabora con Prensa Latina.
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