miércoles, 3 de octubre de 2018

Una gran muralla a tres metros bajo tierra

Murcia,03 octubre 2018,.averdad.es, Antonio Botías


El sótano privado que se incorporará al Centro de Interpretación de Santa Eulalia. / LV

El Ayuntamiento recuperará un tramo de la fortificación islámica en la plaza de Santa Eulalia

Un torreón de la altura de un edificio de tres plantas, cincuenta metros de muralla intacta, con su barbacana y antemuralla, panteones islámicos enlucidos de colores ocres y restos de la célebre entrada de las Siete Puertas. Este será el principal aliciente de una de las más ambiciosas recuperaciones del patrimonio histórico de la ciudad, según los expertos, abordada en los últimos años. Consiste en unir los restos conservados en un garaje privado de la plaza de Santa Eulalia con el actual centro de interpretación de La Muralla.

El proyecto aprobado incluye un recorrido subterráneo para visitar el trecho más largo recuperado hasta ahora

El Ayuntamiento de Murcia acaba de dar luz verde al proyecto de musealización que permitirá unir los restos existentes en el edificio Almudaina y su anexo por debajo de la plaza de Santa Eulalia, como adelantó 'La Verdad' hace unos meses, y hasta el centro de interpretación. Una vez conectados se logrará dar unidad expositiva para comprender en mayor medida el legado de la cultura islámica en la capital. La Concejalía de Cultura, que dirige Jesús Pacheco, aunque por decisión del alcalde de Murcia, José Ballesta, ha aprobado el proyecto de conexión de cinco espacios, actualmente independientes y que atesoran contenidos comunes de la historia medieval de la ciudad. Todos los espacios que forman parte de la iniciativa se encuentran en el subsuelo de la plaza de Santa Eulalia, en el sótano de los edificios que se levantan ante la parroquia.

Conectará cinco espacios y ofrecerá un recorrido arqueológico a lo largo de 200 metros

Del siglo XI al XIII

La originalidad del proyecto reside en que los cinco espacios conservan el trazado de la muralla, lo que permite articular un recorrido subterráneo bajo la plaza, justo en la cota del suelo islámico, cruzando la puerta cristiana, la musulmana o transitando por la barbacana, entre los muros de la muralla y la antemuralla, donde también se conservan en buen estado las saeteras.

El espacio resultante alcanzará los 1.305 metros cuadrados y la longitud del recorrido arqueológico superaría los 200 metros. El lienzo de la muralla que se conectará presentaría 50 metros de longitud y está datado, según sus partes, entre el siglo IX y el XIII.

Conectar todos los lugares no será complicado. Basta con excavar unos metros entre el actual centro de visitantes, que actuará como articulador de todo el entorno, y el sótano de uno de los edificios, cuyos promotores han respetado con un cuidado muy loable el rico yacimiento sobre el que obraron. Se trata del edificio Almudaina, ubicado en la calle Marengo.

El primero de los espacios ocupa el sótano del inmueble, en la calle Marengo esquina con la plaza. La construcción de este edificio es un ejemplo de cómo compatibilizar los avances urbanísticos con un escrupuloso respeto a la tradición, lo que ahora incrementa su valor.

Aunque ya se conocía la existencia en aquel lugar de un tramo de muralla y parte del cementerio, la supervisión de los arqueólogos permitió identificar más restos, lo que provocó que incluso se adaptaran los pilares y forjados de la nueva construcción para conservarla y, lo que es más importante, facilitar su musealización.

Entre los restos recuperados aquí se encuentran la barbacana y lienzos de muralla y antemuralla, una saetera y varios panteones funerarios. Entretanto, aprovechando las grúas de la obra, se procedió a reconstruir un tramo de la muralla de 10 metros de longitud, desde donde se habían desprendido algunos bloques que pesaban hasta 4.000 kilos.

Aunque aún no se han avanzado plazos para el inicio de los trabajos, el concejal de Cultura, Jesús Pacheco, adelanta que en apenas unos meses se iniciarán las obras para que los murcianos y los miles de turistas que cada año recalan en la capital puedan admirar este yacimiento en todo su esplendor.

Uno de los recorridos que podrán disfrutar los visitantes. / LV


La exquisita sensibilidad del estudio de arquitectura Guerao y López, propietario del sótano que ahora se recupera, permitió que se abrieran grandes huecos acristalados hacia la calle, lo que permite contemplar a cualquier hora del día el interior del yacimiento. Incluso dentro del vestíbulo colocaron un enorme cristal, técnica pionera en la ciudad. El segundo espacio por conectar es el sótano de otro edificio cedido al Ayuntamiento. En este lugar continúa intacta la muralla, barbacana y antemuralla, y existe un panteón, compartido en parte con el sótano de otro inmueble donde Manuel Jorge Aragoneses encontró enterramientos en fosas con estructuras de ladrillo enlucidas por dentro con mortero coloreado. El tercer lugar que aguarda una actuación es la propia plaza de Santa Eulalia, que será necesario excavar para seguir el trazado de la muralla. Apenas 4 y 7 metros separan unos espacios de otros por debajo del pavimento. 

El proyecto recoge otra actuación en el lateral de la parroquia, al costado de la ermita de San José y hacia la calle Periodista Nicolás Ortega Pagán, en un solar propiedad del Obispado. La zona ya fue excavada hasta la cota del suelo islámico y después se rellenó a la espera de cerrar un convenio de cesión con el Ayuntamiento. Fuentes de esta institución destacan que el impulso a la idea «es una decisión del alcalde desde que visitó el yacimiento», proyecto que el concejal Jesús Pacheco se ha encargado de cerrar estos días.

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