La comunidad musulmana de Sant Roc rezando en el patio del instituto B9 durante el Ramadán Silvia Llamas
El gobierno local está estudiando la documentación entregada por la comunidad musulmana de Sant Roc para que puedan utilizar el local para las oraciones de los viernes | Hasta que se otorgue la licencia y se reforme el espacio, los musulmanes continúan rezando en el patio del instituto B9
La comunidad musulmana de Sant Roc está todavía a la espera de que el Ajuntament de Badalona dé por bueno el local que ya ha apalabrado con un privado para poder realizar las oraciones de los viernes. Tal y como les exigió el gobierno municipal, los musulmanes entregaron un documento que avala el compromiso de la comunidad con el propietario de una nave industrial en alquiler. Ahora es el consistorio el que tiene la última palabra y deberá valorar si esta cumple las condiciones para convertirse en un oratorio. Hasta entonces, el ayuntamiento permite a los musulmanes rezar en el instituto B9 a cambio de un alquiler.
La comunidad musulmana deberá pagar un alquiler de 2.000 euros al mes por un local en una zona industrial del barrio del Remei, en la zona sur de la ciudad, y deberá invertir un mínimo de 150.000 euros para adecuarlo. Los portavoces de la comunidad, no obstante, aseguran que no cerrarán el acuerdo ni arreglaran la nave hasta que el gobierno del PP no les conceda los permisos. Si el ayuntamiento da el beneplácito para cambiar los usos del local, podría ponerse fin a una larga polémica que ha sido una patata caliente para diferentes gobiernos municipales.
La comunidad musulmana de Badalona rezaba en la Plaza Camarón de la Isla del barrio de Sant Roc desde hacía años, en parte por las dificultades, económicas y logísticas, para encontrar un local adecuado para hacerlo. Nunca ha habido ningún problema especialmente destacable, pero el malestar se acrecentaba especialmente durante el Ramadán, cuando el volumen de practicantes aumentaba considerablemente.
Fue el gobierno del PP de Xavier Garcia Albiol el que, desde un principio, ya dio un toque de atención, alertando que, a medio plazo, no iba a permitir los rezos multitudinarios en la calle. Dicho y hecho, antes del último Ramadán les dio un ultimátum: “no se va a volver a rezar en la calle”.
Ante las dificultades para encontrar un local por parte de la comunidad, el ayuntamiento alquiló a los musulmanes el patio del instituto B9, pero sólo durante el Ramadán. Durante esas semanas, debían buscar un local de titularidad privada. Al fin del Ramadán aún no habían conseguido alquilar ningún local, pero ya tenían uno apalabrado. Garcia Albiol, entendiendo que había voluntad y buena fe por parte de la comunidad musulmana, les ha permitido utilizar el patio del B9 para las oraciones de los viernes hasta que el nuevo local tenga los papeles en regla y esté acondicionado.
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