Con llamamientos a prohibir el Corán, cerrar mezquitas y perseguir a los “terroristas marroquíes callejeros”, Geert Wilders ganó en 26 ciudades.Por Thomas Burmeister, desde ÁmsterdamEL PARTIDO XENÓFOBO Y ANTIMUSULMÁN PUEDE QUEDARSE CON EL PODER
Un amigo del pueblo. El líder Geert Wilders nunca finge ser culto: sabe que las bases del partido se componen principalmente de “duros trabajadores con un nivel educativo bajo”.
Es un consuelo que los holandeses al menos sigan siendo amantes de los animales. El Partido por los Animales (PvdD), que lucha por un trato humano a toda clase de bichos, podría llegar hasta los 26 cargos electos en los comicios municipales celebrados el miércoles en Holanda.
Su presidenta, Marianne Thieme, reaccionó a esto con un claro “nos hacemos más fuertes”, cosa que no puede decir, sin embargo, el Partido Nacional Musulmán (NMP), que lucha por el entendimiento y la confianza entre las gentes de distintas creencias, ya que no ha conseguido ni un solo representante. Los auténticos triunfadores de estas elecciones municipales han sido precisamente los antimusulmanes de Geert Wilders
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