Alicante,03/09/2019,eldiario.es, Emilio J. Martínez
Almoradí ha solicitado una reunión con Ximo Puig para mostrarle su rechazo “por una cuestión logística, no ideológica”, mientras que Crevillent, ahora gobernada por Compromís, critica la medida del Consell y Catral está satisfecha con “la buena acogida” que tuvo la asignatura el año pasado
Comienza el curso escolar en las aulas valencianas y se repiten las manifestaciones de rechazo de los municipios alicantinos que tanto el año pasado como este han sido seleccionados por el gobierno valencianos para la enseñanza de la religión islámica en sus respectivos centros educativos.
Almoradí, Crevillent y Catral repetirán el proyecto piloto y estas tres pequeñas localidades afrontan de diferente forma una iniciativa instaurada por la Conselleria de Educación a petición de la Comunidad Islámica y en cumplimiento de los acuerdos de 1992 entre el Estado y algunas confesiones religiosas.
El municipio de la Vega Baja ha sido el primero en volver a mostrar su rechazo. La alcaldesa de Almoradí María Gómez, del PP, como ya hiciera el año pasado, se ha vuelto a posicionar en contra la implantación de esta asignatura en los Centros de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Canales y Martínez, Pascual Andreu y Manuel de Torres.
“Lo que le pedimos a Conselleria de Educación es que no siga el municipio como proyecto piloto porque tenemos los tres colegios saturados y no se pueden liberar aulas”, ha dicho la primera edil. El rechazo a que no se imparta religión islámica en los centros educativos del municipio “es una cuestión de logística y no ideológica”, ha esgrimido.
“Tenemos hasta 13 barracones en los colegios, estamos colapsados y no hay espacio físico para desdoblar aulas para dar una asignatura más. Estamos a la espera de arreglar los tres centros con el Plan Edificant y se está preparando el pliego para el nuevo colegio, hasta que no se haga todo eso no habrá espacio”, ha asegurado en un comunicado.
Por ello, ha avanzado que ha convocado “de urgencia”, junto con la concejala de Educación, al consejo escolar municipal para consensuar las decisiones a adoptar. De momento, se ha solicitado una reunión con el presidente de la Generalitat Ximo Puig, “después de que el año pasado finalmente no nos recibiera”, ha criticado.
En 2018 dicho rechazo llevo a las asociaciones de madres y padres de los tres centros a convocar una huelga que superó, según sus cifras, el 70% de participación entre el alumnado de un municipio que de 20.000 habitantes, unos 2.600 son magrebíes, el 13%.
Por su parte, Crevillent se mantiene en la misma línea que Almoradí. La localidad de la comarca del Baix Vinalopó celebrará este miércoles la comisión de escolarización en la que inspección educativa les comunicará los planes del Consell. Pese a que su consistorio ha pasado en un año de estar gobernado por el PP a un tripartito de PSPV-PSOE, L’Esquerra y Compromís, coalición que ostenta la alcaldía, la postura del municipio es la misma, rechazo a la religión islámica en las aulas.
El anterior regidor esgrimía que en Crevillent “no tiene sentido que se imparta en los colegios la religión islámica porque la población magrebí, que es numerosa, ya tiene una mezquita y un centro cívico islámico donde se imparte”, aducía el conservador César Augusto Asencio.
Con respecto al actual primer edil, José Manuel Penalva, de Compromís, revelaba en una entrevista reciente con este medio que el año pasado, cuando formaban parte de la oposición municipal, forzaron una reunión en Valencia con el gabinete de Vicent Marzà “para mostrarles nuestra disconformidad porque no entendíamos que nuestra formación política, si defiende que la religión esté fuera de los centros públicos, actúe así”. Penalva insiste en que en la actualidad sigue pensando lo mismo tanto él como sus socios de gobierno.
La excepción llega desde Catral, la tercera localidad escogida por Educación por segundo año consecutivo. En 2018 contaron con un profesor de religión islámica durante un trimestre y el resultado, a juicio de la concejala de Educación, Almudena Tora, “fue bueno, ha funcionado bien”.
“Tanto la comunidad educativa como el consistorio lo hemos acogido bien tanto el año pasado como este año”, asegura la edil de Alternativa Por Catral, formación que gobierna junto con el PSPV-PSOE. La preocupación vino en un primer momento, reconoce, “por la falta de aulas”, pero al final “pudimos ubicar bien al alumnado”. Ahora están a la espera de que la Conselleria les confirmen si van a aumentar las horas lectivas de religión islámica así como su extensión a otros niveles educativos.
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