Los indignados círculos islámicos y nacionales en Turquía han pedido este jueves la respuesta del Gobierno y el Ejército de su país sobre un ataque perpetrado contra una mezquita por presuntos soldados estadounidenses.
El diario local de Çukurova reveló el miércoles que en otra vergonzosa acción, los soldados estadounidenses de la base norteamericana de Incirlik (en la provincia sureña de Adana) atacaron en vísperas del Año Nuevo una mezquita y rompieron ejemplares del Corán, el libro sagrado de los musulmanes.
Las Fuerzas Armadas de Turquía, en una declaración, han confirmado el suceso, empero, sin dar identidad a los atacantes afirman que el atentado no fue perpetrado por los militares estadounidenses.
Han añadido que las denuncias sobre la quema del Corán son falsas, sin embargo, hay informes que la mezquita fue cerrada tras el incidente.
Por su parte varias entidades sociales, círculos islámicos y medios de comunicación turcos, además de condenar el silencio que mantiene el Ejército turco, han pedido la reacción de Ankara al respecto.
Cientos obreros turcos trabajan en la base de Incirlik y utilizan la mezquita.
El presidente del Partido de Acción Nacionalista, Devlet Bahçeli, a través de un comunicado dirigido al Gobierno central, ha pedido que Ankara responda a la opinión pública al respecto.
Según Bahçeli, los militares estadounidenses realizaron similares actos vergonzosos en Irak y Afganistán, pero Turquía no es Irak ni Afganistán y ha afirmado que los turcos tienen una firme voluntad para responder a los que ofenden sus valores sagrados.
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