Madrid,31/01/2013,elmundo.es,Amanda Figueras
Este jueves se conmemora en Madrid el XX aniversario de los acuerdos de colaboración entre el estado español y las confesiones religiosas minoritarias -evangélicos, judíos y musulmanes- y, cabe decir que "veinte años no es nada". Según varios expertos queda camino por recorrer hasta conseguir una satisfactoria aplicación de un marco legal que allá por noviembre de 1992 cuando se rubricó era pionero.
Los Jardines de Cecilio Rodríguez en el Parque del Retiro acogieron un acto en el que intervino el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Jesús Gracia, y Ángel Llorente, director general de Cooperación Jurídica Internacional y Relaciones con las Confesiones.
Tras las presentaciones fue el turno del debate, en una mesa redonda en la que participaron representantes de estas comunidades religiosas de 'notorio arraigo' (como se consideran legalmente) y de la Dirección General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia.
Gallardón ha admitido que "todavía hoy son precisos mecanismos y herramientas que fomenten la aceptación de la pluralidad como expresión natural de la diversidad humana", algo que, en su opinión, "alberga incluso la más cohesionada de las sociedades", recoge EP.
Asimismo, los representantes de las confesiones judía, musulmana y evangélica, han coincidido en que, aunque los acuerdos de 1992 son "buenos", no se han desarrollado lo suficiente y, por ello, le han pedido al Ministerio de Justicia que se esfuerce por aprobar leyes que puedan llevar a la práctica lo planteado en el acuerdo.
Los acuerdos del 92 tenían como objetivo promover las condiciones y remover los obstáculos que impedían el ejercicio efectivo del derecho de libertad religiosa. Los firmados con la iglesia católica databan de 1979.
La validez legal de los matrimonios, la asistencia religiosa en las Fuerzas Armadas, centros penitenciarios, hospitalarios etc, el derecho a la enseñanza religiosa en escuelas públicas o la celebración de las festividades religiosas y el día de descanso semanal son algunas de las cuestiones reguladas ya entonces.
En cuanto a los derechos colectivos, se recoge el establecimiento de lugares de culto, la exención de determinados impuestos, la garantía de tutela del patrimonio cultural de interés religioso y de las cuestiones relacionadas con la alimentación, entre otros asuntos.
En la calle los fieles de a pie por lo general desconocen sus derechos y en las instituciones la falta de claridad en cuanto a competencias obstaculiza los avances. "A una amiga la expulsaron del centro donde estaba estudiando por llevar 'hiyab', así que no puedo ni imaginarme que nos enseñaran religión islámica", se queja una adolescente musulmana que no quiere dar su nombre.
El año pasado hubo cierta polémica después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenara a España a pagar un total de 9.000 euros a un pastor evangélico español al que consideraba que se le había discriminado respecto de los sacerdotes católicos al serle negada la pensión por jubilación por no haber cotizado el tiempo suficiente. El hombre estuvo años ejerciendo pero sin cotizar porque la legislación entonces no lo permitía.
En la jornada tendrá lugar asimismo la presentación del Centro Internacional para el Diálogo Interreligioso e Intercultural Rey Abdullah Bin Abdulaziz (KAICIID), financiado al menos por ahora por Arabia Saudí y que surge a iniciativa además de España y Austria.
KAICIID, reconocida por la ONU y con sede en un imponente edificio vienés en el que se han invertido 15 millones de euros, según Reuters, tiene como objetivo mejorar el diálogo entre los seguidores de diferentes religiones y culturas.
Su secretario general, Faisal Bin Abdulrahman Muaammar, estará acompañado por una delegación de los representantes religiosos ya que los días 1 y 2 de febrero se celebrará en la capital española la primera reunión del Comité Directivo del centro.
El ministro Gallardón, en un monento del acto.| Efe
Este jueves se conmemora en Madrid el XX aniversario de los acuerdos de colaboración entre el estado español y las confesiones religiosas minoritarias -evangélicos, judíos y musulmanes- y, cabe decir que "veinte años no es nada". Según varios expertos queda camino por recorrer hasta conseguir una satisfactoria aplicación de un marco legal que allá por noviembre de 1992 cuando se rubricó era pionero.
Los Jardines de Cecilio Rodríguez en el Parque del Retiro acogieron un acto en el que intervino el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Jesús Gracia, y Ángel Llorente, director general de Cooperación Jurídica Internacional y Relaciones con las Confesiones.
Tras las presentaciones fue el turno del debate, en una mesa redonda en la que participaron representantes de estas comunidades religiosas de 'notorio arraigo' (como se consideran legalmente) y de la Dirección General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia.
Gallardón ha admitido que "todavía hoy son precisos mecanismos y herramientas que fomenten la aceptación de la pluralidad como expresión natural de la diversidad humana", algo que, en su opinión, "alberga incluso la más cohesionada de las sociedades", recoge EP.
Asimismo, los representantes de las confesiones judía, musulmana y evangélica, han coincidido en que, aunque los acuerdos de 1992 son "buenos", no se han desarrollado lo suficiente y, por ello, le han pedido al Ministerio de Justicia que se esfuerce por aprobar leyes que puedan llevar a la práctica lo planteado en el acuerdo.
Los acuerdos del 92 tenían como objetivo promover las condiciones y remover los obstáculos que impedían el ejercicio efectivo del derecho de libertad religiosa. Los firmados con la iglesia católica databan de 1979.
La validez legal de los matrimonios, la asistencia religiosa en las Fuerzas Armadas, centros penitenciarios, hospitalarios etc, el derecho a la enseñanza religiosa en escuelas públicas o la celebración de las festividades religiosas y el día de descanso semanal son algunas de las cuestiones reguladas ya entonces.
En cuanto a los derechos colectivos, se recoge el establecimiento de lugares de culto, la exención de determinados impuestos, la garantía de tutela del patrimonio cultural de interés religioso y de las cuestiones relacionadas con la alimentación, entre otros asuntos.
En la calle los fieles de a pie por lo general desconocen sus derechos y en las instituciones la falta de claridad en cuanto a competencias obstaculiza los avances. "A una amiga la expulsaron del centro donde estaba estudiando por llevar 'hiyab', así que no puedo ni imaginarme que nos enseñaran religión islámica", se queja una adolescente musulmana que no quiere dar su nombre.
El año pasado hubo cierta polémica después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenara a España a pagar un total de 9.000 euros a un pastor evangélico español al que consideraba que se le había discriminado respecto de los sacerdotes católicos al serle negada la pensión por jubilación por no haber cotizado el tiempo suficiente. El hombre estuvo años ejerciendo pero sin cotizar porque la legislación entonces no lo permitía.
En la jornada tendrá lugar asimismo la presentación del Centro Internacional para el Diálogo Interreligioso e Intercultural Rey Abdullah Bin Abdulaziz (KAICIID), financiado al menos por ahora por Arabia Saudí y que surge a iniciativa además de España y Austria.
KAICIID, reconocida por la ONU y con sede en un imponente edificio vienés en el que se han invertido 15 millones de euros, según Reuters, tiene como objetivo mejorar el diálogo entre los seguidores de diferentes religiones y culturas.
Su secretario general, Faisal Bin Abdulrahman Muaammar, estará acompañado por una delegación de los representantes religiosos ya que los días 1 y 2 de febrero se celebrará en la capital española la primera reunión del Comité Directivo del centro.
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